28 febrero 2009

La Cena: Una sátira mordaz muy lograda

Anoche fui a ver La Cena, la primera obra regular del programa de los nuevos Teatros del Canal en Madrid. Dirigida por Albert Boadella y ejecutada por Els Joglars, es un comienzo muy bueno de la temporada en este teatro, de muy alta calidad. He recopilado algunas informaciones interesantes sobre la obra.
La obra, que gira en torno a la preparación de la cena de clausura de una cumbre internacional sobre cuestiones climáticas, está narrada en forma de cuento, explica Boadella, quien considera que también hay una parte de cuento en todo lo que concierne al entorno medioambiental.
De una forma 'divertida y satírica' pretenden ilustrar cómo un gobierno hace 'sus pequeñas acciones de escaparate para contentar a los ciudadanos', reflejando la 'cierta impostura' que a su juicio llevan a cabo las administraciones públicas frente a todo lo relacionado con el cambio climático. En su opinión, 'hay algo tan paradójico' como que, por un lado, 'instigan a una especie de consumo compulsivo', para que no se venga el mundo abajo, y, por otro, hacen ver que están 'muy preocupados' por las consecuencias del cambio climático, cuando son precisamente los países desarrollados los que 'con esa locura consumista pueden llegar a erosionar el planeta'.
La mayor preocupación de Boadella, según reconoce, es que la sociedad ha entrado en lo que él llama 'la pornografía del buenismo', por la que todo es una especie de exhibición de 'lo buenos y solidarios que somos', una actitud que, bajo su punto de vista, alientan los gobiernos.
El director de los Teatros del Canal aseguró que vivimos un momento político y social de «máxima hipocresía», defecto que -según explicó- aborda magistralmente Moliere en su Tartufo . «Yo tengo tanta admiración por Moliere que trato de imitarle en todo», dijo. «Él iba siempre a la contra del discurso oficial, yo también estoy en contra del estúpido buenismo ; a él le contrató un rey, Luis XIV, a mí me ha contratado una presidenta», añadió.
Salvando las lógicas distancias, Albert Boadella bien pudiera protagonizar ese antológico final de «El silencio de los corderos» en el que el cerebral Hannibal Lecter le dice a Clarice: «He de colgar, esta noche tengo a un viejo amigo para cenar». Porque eso son desde hace tres décadas cada una de las obras estrenadas por el director catalán y su fiel artillería pesada de cómicos, Els Joglars: comilonas con víctimas invitadas al festín. Boadella se ha merendado a la Iglesia («Teledeum»), el nacionalismo catalán («Ubú president») y los gurús del arte y la nueva cocina («El retablo de las maravillas»).
El turno le ha llegado, y el símil cobra doble sentido, al ecologismo fanático –o, dicho de otro modo por el propio director, «las nuevas religiones»– en «La cena», el trabajo más reciente de la compañía, con el que Boadella inaugura además la programación estable de los Teatros del Canal –el conjunto de espacios escénicos del que es director– después del espectáculo inaugural, «Una noche en el Canal», del pasado fin de semana.
En «La cena», explica el autor, «España es el país anfitrión de uno de estos grandes encuentros medioambientales, como Kioto. El Ministerio de Medio Ambiente es el encargado de la cita, que va a ser en un Parador Nacional. A España no le ha tocado nada, salvo organizar la cena. Y la ministra decide hacer una demostración, una cena medioambiental. Encuentran a un tal Rada, un cocinero superfamoso que hace “cocina medioambiental radical”. Y la historia recoge un poco todo el método de este hombre, desde cómo entrena a los camareros del Parador, hasta llegar a la cena».
Aunque matiza que «no digo que haya que ir contaminando», Boadella es enemigo del pensamiento único. Por eso, la filosofía del montaje puede resumirse en un párrafo: «Siempre nos quedará la sátira como respuesta civilizada a la impostura. Confiamos en que la ola de puritanismo no pretenda ahora legislar contra el humor sobre los nuevos tartufos, disfrazados hoy de paladines del altruismo y del progreso sostenible».
A lo largo de su carrera ha arremetido contra poderes que le han hecho la vida imposible. Los objetivos de sus dardos en este montaje no ocupan cargos, pero también pueden complicarle la existencia: son los que le dan de comer. «Esto es algo que afecta más directamente a mi público», reconoce. Y es así porque en la pieza «hay una cierta ironía, mezcla dos religiones: la medioambiental y la gastronómica».
En cualquier caso, este chef teatral sirve «La cena» en la mesa «de la forma en que me gusta hacer las cosas en los últimos tiempos: con sencillez y casi diría con mucha educación y sutileza. Trato de conseguir un tono de mucha dureza, incluso en el fondo hay una historia de antropofagia, pero está tratada con elegancia, sin truculencia, que es algo que cada vez me gusta menos».
Pero eso tiene un precio: «El público que me viene a ver, al menos una parte importante, es el que milita en estas cosas». Se refiere a la que llama «la generación progre, los que creemos que tenemos todas las razones del progreso, la cultura, el conocimiento, una generación arrogante»; y reconoce que «he sido en los últimos tiempos duro con mi propia clientela. Y hay unos límites en los que esto puede ser arriesgado. De momento no lo hemos notado, y la obra ha funcionado perfectamente en toda España».
En resumen, una obra lograda, divertida, profunda, crítica, minimalista, pero aún así perfectamente ambientada, pues a veces poca decoración bien diseñada y versátil da mucho juego (como en A pesar de conocerte). Recomiendo a todos que vayan a ver la obra, la disfrutarán. Los progres de pacotilla, que se tomen antes un tranquilizante.

27 febrero 2009

Ciudadanos denuncia ante la UE la falta de libertad en el País Vasco

Ciudadanos denuncia ante la Comisión Europea los comicios autonómicos en el País Vasco por falta de libertad

Cañas reclama al Gobierno de España que tome cartas en el asunto y exija al Gobierno autonómico que modifique la Ley Electoral para que puedan votar todas las personas exiliadas forzosamente.


25/02/2009 C's



Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía
ha venido denunciando ante las instituciones europeas la grave falta de libertad con la que se celebran todos los comicios que se convocan en la Comunidad Autónoma del País Vasco.


Ciudadanos
ha denunciado que miles de personas desplazadas -cerca de 200.000- de la Comunidad Autónoma vasca se han visto obligadas a abandonar esa parte del territorio español por miedo a un atentando y a las represalias de ETA y su entorno, por lo que no pueden participar como electores ni como elegibles, a diferencia de lo que sucede en otras Comunidades Autónomas de nuestro país.


Modificación de la Ley Electoral del País Vasco


Jordi Cañas
, portavoz del Comité Ejecutivo de Ciudadanos, ha manifestado que esta situación “es inaudita” ya que “el Gobierno de España consiente y perpetúa una situación que poco tiene que ver con la libertad y la democracia”. Así, para Ciudadanos “la coacción nacionalista ha llegado a límites inaceptables y, tanto el Gobierno como la oposición, callan al respecto”.


De esta manera, Ciudadanos reclama al Gobierno de España que, de una vez por todas, tome cartas en el asunto y exija al Gobierno autonómico del País Vasco que modifique la Ley Electoral para solucionar esta situación.


Ciudadanos
anuncia, asimismo, que continuará solicitando a la Comisión Europea que inste al Gobierno de Zapatero para que ejerza la tutela efectiva de los derechos fundamentales en la Comunidad Autónoma vasca.

26 febrero 2009

El «ciudadano» Yáñez

Iñaki Ezquerra

Su gesto llega cuando uno ha dejado de creer en tantas cosas y, sobre todo, en tantas personas

25 Febrero 2009 La Razón

Tiene ahora diecinueve años y fue con dieciocho el candidato más joven de nuestro país en las últimas elecciones generales. Se llama Pablo Yáñez y es también el secretario de la Federación Norte de España del partido Ciudadanos. El sábado pasado dio un valiente paso adelante que –me imagino– le habrá costado una buena bronca. Ocurrió durante el acto que había convocado en Bilbao la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística. Sin encomendarse a nadie, se dirigió a los medios de comunicación y pidió públicamente el voto para Antonio Basagoiti en los próximos comicios del 1 de marzo. Pablo Yáñez, el ciudadano Yáñez («ciudadano» en el doble sentido de la expresión) no sólo justificó su posicionamiento por que su formación política no se presentase a las autonómicas vascas sino que quiso ir más lejos aún. «Me parece evidente –dijo en sus declaraciones– que el cambio que necesita Euskadi pasa por unos buenos resultados de Basagoiti y yo no me habría perdonado nunca que mi partido le quitara al PP vasco quinientos votos que ahora puedan servirle para tener un parlamentario más en la Cámara de Vitoria».

Con sólo diecinueve años y perteneciendo con una convicción admirable a un partido modesto que no es el de Basagoiti y que no da poder sino trabajo o disgustos, Pablo ha entendido muy claramente lo que no parecen entender algunos personajes que le llevan un montón de años; que militan en el propio PP; que han cobrado siempre y que ahora llaman surrealistamente «principios» a hacer todo lo posible para que su partido se arree una galleta en las próximas citas electorales. Pablo Yáñez ha entendido lo que se juega en esa consulta en la que a Iberretxe le han lobotomizado a la aldeana –esto es, metiéndole la cabeza en el microondas de un batzoki– para que no hable del referéndum y en la que todos los nacionalistas andan conjuradillos, haciendo como que silban y miran hacia otra parte, para así, a lo tonto, a lo tonto, sacarle a Patxi López un Eusko-Estatut con sordina. Cuando se habla del País Vasco no hay otro principio que el de tratar de evitar ese final.

Hablemos de principios, bien. Los principios no son algo que nadie posea como una patente ni un atributo esencial sino algo que se conquista día a día y que podemos perder en cualquier momento como la condición de demócratas o la gracia divina para los cristianos. Ya el mismo hecho de identificarlos con determinada persona y de tratar de sustraer a ésta de toda crítica supone incurrir en una perversión. Y es que hay quien confunde los principios con la chismosa y frívola letra negrita de los nombres y apellidos, que a menudo es lo contrario. Hay que desconfiar de todo aquel que pretende su monopolio y los invoca para darle con ellos en la cabeza al vecino. Los principios no son algo que se exhibe y se usa como arma arrojadiza sino algo que nos hace mejores. Para mí, principios tiene el ciudadano Yáñez –«ciudadano» en todos los sentidos–, pues tener principios es también tener una escala de los mismos y él ha sabido anteponer los generales a los de su grupo. Su gesto llega cuando uno ha dejado de creer en tantas cosas y, sobre todo, en tantas personas. No es habitual un gesto tan generoso como ése en un mundillo tan mezquino como el de la política. Que no olviden sus compañeros de militancia que son este tipo de gestos los que hacen del suyo un partido especial.

22 febrero 2009

Los Teatros del Canal: La gala inaugural de Boadella

Una noche lograda, una inauguración inusual, divertida, con buenos profesionales. Así quiero describir lo visto y vivido la noche del domingo 22 de febrero en los nuevos Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid.

Teatro moderno en manos de un director atrevido, irreverente. Una fórmula siempre arriesgada, pero también un reto.

En mi serie sobre Berlín y sus teatros ya toqué una gran variedad de salas, en parte porque tuve ocasión de ver varias de ellas y algunas obras modernas. Comparando las instalaciones del nuevo teatro madrileño, se podría compararlo con el Teatro Hans Otto de Potsdam, tanto en configuración como en algunos aspectos técnicos.

La gala inaugural comenzó divertida y terminó divertida. No ha sido diversión barata, chabacana. No. Ha sido de calidad, y realmente me esperaba de Boadella cierta calidad de ejecución. Habrá que ver lo que hace con las obras que se podrán ver en esta sala, pero por ahora pienso que se puede esperar algo realmente bueno.

Al llegar al teatro, los visitantes fueron separados por grupos de unas 40 personas y guiados por guías con aspiraciones artísticas - primera nota graciosa de unos jóvenes actores equipados con megáfono y banderita de guía. Nos llevaron de visita por el edificio para ver diferentes salas de ensayo y algunas bromitas como los profesionales claqueurs ensayando duramente, el estresado director tumbado en el sofá y con los papeles por el suelo, un coro con orquesta interpretando la sinfonía del silencio... y de paso subiendo y bajando por el edificio.

Antes de llegar al ensayo de urgencia, pasamos por un corredor en el que se podían ver dos mimos de los habituales de cualquier calle concurrida de Madrid: un vaquero dorado y un hombre que lucha contra el viento mostraban su arte, que de repente había dejado de ser callejero para convertirse en institucional.

Primera estación: La sala pequeña con un ensayo en directo, con un caos intencionado sobre el escenario que con sus numeritos realmente conseguidos sacó muchas risas al público. Un ambiente distendido, gracioso, bromista, del que disfrutaron tanto los artistas como los espectadores.

Y finalmente la obra en la sala grande, una ópera que al final es saboteada por una plataforma marxista y de la que destacó, ante todo, la profesionalidad y calidad de los artistas: cantantes de ópera, músicos, bailarines, coros y extras -guías incluidos- que se lo pasaron bomba.

Todo se inscribe en acudir sin complejos al mundo de Sam Wood y los hermanos Marx para, sobre la base de cinco o seis sketchs de violencia ajena, copiar sin sonrojo la fastuosa Una noche en la ópera.

A mi no me gustan los hermanos Marx, me resultan insultantes por divertirse a costa de los demás y no respetar regla alguna. Pero en este contexto, la imitación resulta ser conseguida.

También hay que entender el humor particular de los catalanes, y Boadella debe ser seguidor entusiasta de los hermanos Marx. Le caracteriza que lleva casi medio siglo desplegando insolencias en los escenarios, la mayor parte de ellas plagadas de lucidez, genio y mala baba. No todas las insolencias merecen aplauso por el mero hecho de serlo, aunque ayer se ayudaron con un grupo de cla en primera fila del patio de butacas, como ya pudimos ver ensayando durante la visita.

Una noche en el Canal dejó entrever, al subrayar que "este garito de postín" (los Teatros del Canal) sólo puede funcionar "gracias a los cheques de la señora Agüaire" (ustedes saben quién). Y lo que está claro: Tras 47 años de reírse del poder, Albert Boadella se ríe, por fin, con el poder. Y que ya está inmerso hasta las cejas en ese "teatro de Estado" al que tanto y tantas veces masacró. Es el ritmo de los tiempos en lo cultural y en lo político. La parte contratante de Albert Boadella es hoy por hoy la que es. Allí se ha quedado el ciudadano protestón, que ahora vive del poder popular, mientras que apoya, al parecer, al partido de Rosita que nada tiene en común con él que el cofundó hace dos años.

Ni la Plataforma de Titiriteros Descontentos (otra de las invenciones del libreto boadelliano representada por los Hermanos Marx) ni el muy real y muy creciente desasosiego ante el oleaje de la crisis lograron que la gente se quedara en casa. Y eso que la dura actualidad política apareció, de refilón y en plan coña, eso sí, con esta réplica en mitad del show:

¿¿¡¡Y el Museo de las Sinvergüencerías!!??
-¡¡Pero si los sinvergüenzas ya no caben en él!!
-¿Y el dinero?
-¡En los bancos!
-¡Pero si el dinero lo pone el Estado!
-¡Si tampoco tenemos Estado!

La Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid, con músicos de entre 15 y 25 años, el Coro de la Comunidad, la compañía de danza Losdedae, los grupos Yllana, Teatro Meridional e Impromadrid; la mezzosoprano Adriana Mastrángelo y el tenor Carlos Moreno cumplieron perfectamente con sus tareas. En conjunto un equipo muy joven, una gran oportunidad para todos sus componentes.

Me lo pasé muy bien y estoy expectante ante La Cena, la primera obra de verdad de Boadella en esta sala. Ya contaré más el día 26.

Anuncio de la inauguración en el blog de C's Madrid Noroeste
Venta de entradas




21 febrero 2009

El jamacuco de Garzón y los otros chicos del muflón

Como dice Fausto en la obra de Goethe: "Los espíritus que llamé, no logro deshacerme de ellos", parece que es lo que describe muy bien lo que está pasando en la política española, aunque ésta se parezca cada día más a una película de Almodóvar vista por un esperpento.

A los socialistas del PSOE y otros bolcheviques del ramo les gusta mucho jugar con fuego y de invocar espíritus incontrolables. Es lo que le da morbo a la progresía, tan perversa ella. Se creen tan seguros de sus estratagemas que no reparan en sus propias miserias.

Ahora resulta que en esta situación de alta tensión al omnipotente justiciero mundial Garzón le da un jamacuco en plena efervescencia de su investigación judicial de la trama pepera de los montes de las bobadillas. Está a punto de imputar a aforados, diputados autonómicos, seguramente peperos como los otros, y la cosa se complica, y no sólo para estos últimos. Porque meterse a manipulador de la política nacional (y en parte mundial, pues no le falta a Garzón autosuficiencia para atribuirse facultades que realmente no tiene) y querer acabar con tramas mafiosas lleva por caminos tenebrosos que en Rusia suelen acabar en accidentes de coche.

Tal vez el viernes se le complicó el asunto a Garzón. Después de que su camarada de partido y amiguete de cacerías, el estalinista Bermejo, no sólo demostrara no saber geografía española (y eso que, como hijo de falangista, durante el franquismo aprendería muy bien la geografía española aún no alterada por fronteras autonómicas y lingüísticas) al suponer Puertollano al lado de Jaén, sino que encima habitúa ser cazador furtivo al carecer de licencia (y como ministro de justicia debería saber muy bien las leyes que afectan, entre otras, a su vida personal y que son de aplicación a todos los ciudadanos, se supone iguales ante la ley - ¿qué dice la miembra Bibí a esta frapante desigualdad de hecho?).

Tal vez Garzón se diera cuenta de sus propias corruptelas que alguien le podría haber recordado, o que a lo mejor también carece de licencia para matar, digo cazar, ...muflones.

Tal vez Garzón se diera cuenta que la eventual prevaricación al reunirse con fiscal y comisario judicial en una cacería con el ministro de justicia podría costarle caro, más caro que una cacería regular por la que se pagan fácilmente diez o doce mil euros.

Tal vez Garzón se haya dado cuenta de lo ridículo que está quedando, este progre de pacotilla, este bolchevique de salón, tan decimonónico, tan parcial, tan poco equitativo.

Tal vez sea la balanza de la justicia divina que ahora se mueve para poner las cosas en su sitio. Tantos muflones muertos querrán revancha. A los matadores parece que se les va la pìnza, por mucho que les aplaudan los suyos en el hemiciclo. Es como cuando las hienas huelen sangre, se vuelven histéricas.

Fuentes: Bermejo falangista Coste de la cacería

18 febrero 2009

¿Humo o chamusquina?

Puede que los tiros del gobierno en forma de la maniobra concertada entre los cazadores (¿furtivos?) del juez (in)dependiente y del ministro justiciero le salgan por la culata, cosa que no extrañaría por usar escopetas decimonónicas. Y no porque los peperos y empresarios cercanos al PP no sean corru(p)tos, que parece que indicios no faltan, sino porque se van descubriendo las ilegalidades de sus propios camaradas.

Ya de por sí es algo inaudito en Europa Occidental que en plena operación anticorrupción el juez instructor, la fiscal, el comisario de la policía judicial encargado de las detenciones y el ministro del ramo coincidan en una cacería y que el mismo ministro mienta sobre el verdadero coste de su participación y de los animales abatidos a mansalva y que encima el ministro carezca -como afirman- de la licencia correspondiente para pegar tiros y que lo haga habitualmente en un coto de titularidad pública en el que está prohibido cazar.

Lo que asoma es una trama aún más extensa de corrupción por la parte socialista:

La Junta de Andalucía ha mantenido numerosas contrataciones en la última década con la empresa Decoestudio S.A. a pesar del procesamiento judicial de su titular, Ignacio Bendito García, y de que sus precios eran muy superiores a los de mercado y los pagados por otras comunidades autónomas.

Según informan este miércoles varios medios de comunicación, Decoestudio se ha encargado del montaje de los pabellones de la Junta en la práctica totalidad de eventos turísticos tanto a nivel nacional como internacional. Más en concreto, el Gobierno de Manuel Chaves contrató durante los últimos cinco años el montaje de su stand en Fitur por valor de 2,5 millones de euros, cuando la Generalidad Valenciana pagó por un stand de las mismas dimensiones 500.000 euros.

Resulta que el tal Bendito fue condenado a dos años y tres meses de prisión y tres años de inhabilitación absoluta por haber pagado en 1990 un total de 50 millones de pesetas a Juan Carlos Beneyto, funcionario del Ministerio de Obras Públicas, tras adjudicarse el montaje de una feria de comunicaciones.

A pesar de quedar probado el abono de comisiones a cambio de contratos, Ignacio Bendito García recibió el indulto en un Consejo de Ministros en 2007, según consta en el expediente firmado por el actual ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. La imputación judicial no impidió que Ignacio Bendito continuara ligado a la empresa Decoestudio.

Por su parte, Juan Carlos Beneyto, también fue indultado en la época del entonces ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar.

A esto se añade, por ejemplo, que los nueve hermanos Chaves están bien colocados en puestos directivos de la Junta de Andalucía. Y así habrá ejemplos mil de la corrupción socialista, como él de Villa PSOE en Galicia, con pisos de lujo para dirigentes socialistas, encabezados por Pepiño Blanco, número dos del partido y quien presuntamente intervino en las comisiones del caso Ibiza.

Con estas cosas se confirma lo dicho el otro día: El PSOE usa una cortina de humo para encubrir sus propias podredumbres morales. Pero este humo, más que hacer de cortina, está empezando a oler a chamusquina.

16 febrero 2009

Cortinas de humo

Lo que está ocurriendo en España es típico de las batallas en las que el que está en situación se inferioridad usa las cortinas de humo para confundir al enemigo y salvar el pellejo escabulliéndose entre los matorrales u otros escondites. Lo peor de todo es que incluso el atacante con mejores posiciones aplica el mismo remedio, sólo que le fallan los botes de humo por estar caducados o defectuosos.

El gobierno de Zapatero está en clara situación de inferioridad. Se encuentra ante una crisis en gran parte autofabricada. Autofabricada porque se supo hace años que iba a producirse -en lo que toca a España- y que se ingnoró pensando que la bonanza heredada de los dos gobiernos Aznar iba a seguir hasta el infinito. Autofabricada porque aún sabiendo que iba a producirse (es poco probable que -aunque negaran la crisis hasta muy entrado el año 2008- no fueran conscientes de la misma a la vista de los datos que llegaban de instancias superiores) no tomaron medidas. Autofabricada e intensificada porque -aún reconociendo la crisis- no han sabido ni saben tomar medidas adecuadas, limitándose las medidas tomadas a burdas copias de otras tantas tomadas en el extranjero, donde se viven diferentes grados de crisis, pero en ningún caso con la intensidad que se experimenta en España.

Si hace un año aún habría sido relativamente fácil organizar algún tipo de concertación nacional para buscar soluciones a la crisis, aunque su aplicación ya se presentaba complicada por la complejidad que estaba adquiriendo la crisis, en los momentos actuales no sólo es sumamente compleja la búsqueda de soluciones, dado que hemos entrado en una situación de efecto dominó que nos arrastra irremediablemente al desastre económico, las posibles soluciones que se podrían encontrar con un equipo de gobierno eficaz y tecnócrata -cuando tenemos un gobierno compuesto por ineptos que sólo piensan en coordenadas ideológicas utópicas o simplemente ajenas a la realidad- no surtirían efecto hasta dentro de doce o veinticuatro meses, lo que no quita que su definición y aplicación sea urgente e imprescindible para reconducir la situación a la que nos ha llevado la inoperancia del gobierno Zapatero.

Pero lo único que hace este gobierno es echar balones fuera, echar las culpas a todos los demás y llamar a la oposición a arrimar el hombro. Sólo que don José Luis olvida que la responsabilidad de gobierno la tiene él y no la oposición y que la oposición sólo puede aportar algo a la solución de problemas si se aceptan sus recetas, y dudo mucho que los socialistas estén por la labor. La responsabilidad es de los socialistas, ellos querían el poder a toda costa, pues que sean ellos quienes solucionen esta crisis.

Sólo resulta que no la solucionarán. Porque no saben solucionar problemas. Sólo saben crearlos. Y para colmo son capaces de convencer a la mayor parte de los ciudadanos de que lo están haciendo bien, como se desprende de cualquier comentario de votante del PSOE.

Frente a este desastre de gestión política tenemos otro desastre aún mayor de oposición. La misma noche de las elecciones generales Mariano Rajoy comenzó su metamorfosis para convertirse en un bicho raro llamado Mariano DiCaprio convirtiendo a un Queen Elizabeth en un Titánic camino del Polo Norte. Y lo que menos se esperaba era que tuviera en su partido el caos de corruPPción que acabamos de conocer. Evidentemente, el PP está más podrido de lo que desde fuera se podía esperar, y para más inri esa corruPPción contaba con el consentimiento de las esferas superiores del partido, ya que su extensión y sus conexiones no son pensables como una trama oculta, pues ésta llega hasta los círculos familiares del ex presidente del gobierno Aznar.

Así que Zapatero echa una cortina de humo bien montada, con fuegos artificiales y todo. Y Rajoy intenta echar otra, hablando de degeneración democrática, conspiración entre justicia y gobierno, etc., etc.

De degeneración democrática el PP sabe un rato, pues internamente no goza de ninguna democracia. Todo es dedocracia genovense, tanto en lo político como en los negocios municipales. De modo que esta cortina de humo no funciona, don Mariano.

Otro error estratégico: El cambio de rumbo del PP hacia el nacionalismo (un iceberg difícilmente salvable) y el ablandamiento del mensaje político, mientras que el discurso parece técnicamente el mismo que desde hace cinco años: Ataque por un lado, autodefensa por otro y por añadidura encogimiento de rabo permanente.

Ambos errores estratégicos del PP llevan a que los tiros les salgan por la culata a los peperos, ya que pierden su credibilidad. Mientras, en el PSOE se parten de la risa, pues todas sus fechorías quedan en tercer lugar. La maniobra de la cortina de humo ha resultado ser un efecto especial de maestría. No hay que olvidar que las mentes realmente malvadas y perversas suelen ser expertas en confundir a terceros, en este caso a los votantes.

¿Cómo continuará el culebrón? Difícil de adivinar. La torpeza del PP es proporcional al marasmo por el que intenta moverse. Parece un pantano que engulle a sus víctimas. No obstante, el PSOE se mueve por zonas de arenas movedizas y se siente demasiado seguro de su victoria como para prestar atención al peligro que se cierne sobre él.

Pasará algo grave, gravísimo, de eso estoy seguro, y tal vez no tarde mucho en pasar. Aún así, la crisis nos cogerá con fuerza y no llegará a su máximo punto hasta muy entrado el 2010. Por ahora es incierto quién nos sacará de ella, hay demasiados grupos interesados en sacar tajada, por una parte, y demasiado poca gente a la vista capaz de enderezar la marcha de la economía, por otra.

Mientras tanto seguirán intentando confundirnos con cortinas de humo y desmontar la democracia y la economía social de mercado (que realmente nunca ha existido). ¿Libertad? ¿Para qué? ¿Para quién?

14 febrero 2009

Le peuple, c'est moi!

El pueblo soy yo, dice Chávez en vísperas del referéndum que ha convocado para asegurarse su reeligibilidad perpetua como presidente de Venezuela. Lo que más sorprende es que haya aún tanta gente que le apoya, pues esta idea por la que se confunde con el estado o el pueblo es del siglo XVIII.

Hugo Chá�vez ha se�alado que ha llegado "la hora de la victoria definitiva" para la "revoluci�ón" que dirige y exigi�ó a sus seguidores que aprobasen de forma "contundente" la enmienda constitucional. Entre gritos ha dicho que "el domingo se sabr�á si Hugo Chá�vez se va o Hugo Chá�vez no se va. De ustedes es la palabra, de ustedes es la decisió�n soberana". Sólo que la soberanía no reside en el pueblo, sino en él, porque él es el pueblo, y no creo que le sentaría muy bien perder este referendum.

Al más puro estilo populista, Ch�ávez exclamó que "el domingo desde las tres de la mañ�ana estará� en cada mesa electoral esperando por ti, esperando por ti mujer, esperando por ti hombre, esperando por ti joven". Y continu�ó: "Para que ustedes hagan conmigo lo que ustedes quieran, porque yo no soy Ch�vez, yo soy un pueblo, yo no me pertenezco, yo le pertenezco al pueblo de Venezuela, mi vida no es mí�a, yo la viv�í ya, mi vida es de ustedes, hagan con ella lo que ustedes quieran".

Chávez parece sentirse seguro de su éxito. De prosperar su enmienda, Chá�vez quedar�ía habilitado para presentarse en el 2012 al cargo presidencial –que ejerce desde 1999– lo que bajo las actuales normas constitucionales es imposible, porque se limita a una sola la posibilidad de repetir en un cargo electo por voto popular. "Yo estoy listo para gobernar los cuatro a�ños que me quedan y para gobernar los seis subsiguientes (...) para que continuemos creando la Venezuela socialista", declar�ó. Evidentemente, al calificar a Venezuela de socialista ya no queda opción contraria. Se le priva al pueblo de su derecho de decidir y de elegir a otras opciones políticas.

Lo que parece olvidar Chávez es que hasta ahora ninguna dictadura se ha podido eternizar por muchos plebiscitos que haya celebrado para aparentar una voluntad popular abrumadora a su favor. Dudo mucho de que estos comicios serán limpios y espero que la mayoría de los votantes tenga visión suficiente para saber que debe decir no a las pretensiones de Chávez. La expulsión rocambolesca de Luis Herrero es un ejemplo ilustrativo de ello.

12 febrero 2009

Contradicciones peperas y otras incongruencias

“Los capitalistas son capaces de vendernos la soga con que habremos de ahorcarlos”
Lenin


A la democracia (gobierno de los ciudadanos), le cuesta mucho trabajo mantenerse como tal. Tiende a transformarse en plutocracia (gobierno de los ricos), o en oclocracia (gobierno de los ignorantes). Tendríamos que escarbar latín y griego antiguo para denominar a un gobierno de los delincuentes. El Blog al Día


Ahora resulta que la cacería de conspiracion antipepera la organizó nada más y nada menos que un dirigente local del PP, Bartolomé Molina, de Torres (Jaén). Y es el pepero jienense quien defiende a los que a todas luces parecen querer cargarse al estado de derecho, Mariano Fernández Bermejo y Baltasar Garzón, pues ha asegurado que fue una coincidencia que ambos acudieran a ella y se ha lamentado: "No se puede estar machacando a las personas por una cosa que no es cierta".

Curiosa casualidad: Según ha podido saber Intereconomía, el magistrado telefoneó a su círculo más próximo de amistades para que fueran a la cacería, en nombre del dueño de la finca, Josep Peñas, invitándoles “para brindar por los próximos 20 años del PSOE en el poder”. Y la cacería la organizó un pepero. Si esto no es alta traición, ¿qué es?

Un pepero organiza una cacería con pesos pesados de la política y la judicatura, por encargo del dueño de la finca, cuyos padres son de Torres y que quiere brindar por otros 20 años de desastre socialista. El juez Garzón se encarga de animar a sus amigos para que acudan también. Una cacería de amigos, según dice Molina. Pero las cacerías son, ante todo, un negocio, y en lésta participaron unas cincuenta personas, tanto personas de esa localidad como de fuera, y durante la cual se habla de negocios, al menos tratándose de participantes de esta categoría.

El hombre del PP, quien parece tener una estrecha amistad con el juez Baltasar Garzón, dio como excusa que el juez acudió para conversar con la alcaldesa sobre unos próximos cursos de verano (¡¿en Torres?!) y afirmó que desconoce si ambos sabían que iban a coincidir en Torres. Pero tan altos cargos del estado no viajan sin escoltas ni por sorpresa, y evidentemente van a comprobar antes quiénes acuden a dicha cita.

Extrañas las cosas que se cuecen en una cacería: cursos de verano, encuentros fortuitos entre personas claves de una actuación judicial bastante particular por la fecha y la forma. Y eso que el ministro Bermejo ha dicho más o menos que allí se habla de tiempo, de muflones y lo bonito que está el campo. Pero sorpresa, sorpresa: También acudieron la fiscal Dolores Delgado, y el comisario general de la Policía Judicial, Juan Antonio González. Ah bueno, es que pasaban por allí dando una vuelta para disfrutar de la naturaleza. Qué bonita es la primavera.

Molina ha considerado que habría que estar más pendientes de "las cosas que están pasando en el país" que del hecho de que dos personas se vayan de cazar. No dudo de que los que estaban allí sí que están pendientes de lo que pasa en el país, pero no así Molina. Eso demuestra la poca visión política que tienen los dirigentes locales del PP, generalmente nombrados a dedo, así como la poca sensibilidad. Me cuesta creer que la amistad que le une con ciertas personas vaya más allá del mundo de la caza - o él es así de ingenuo y se lo cree. En cualquier caso, ha hecho un flaco favor a su partido con estas "amistades" peligrosas. Es como cuando los empresarios dicen que la economía no tiene nada que ver con la política, cuando la economía es lo más importante que puede haber en política.

Lo que causa aún más perplejidad es que, según El Mundo, Mariano Fernández Bermejo ha participado en cacerías en las que se encontraban dirigentes populares de la Comunidad de Madrid y también miembros de la dirección nacional del PP, como Ana Pastor. ¿Qué es esto? Los que se echan en cara ciertos comportamientos luego se reúnen para pegar tiros por los montes y hacerse fotos con ciervos muertos.

Por otra parte, las caras de los máximos dirigentes del PP durante la intervención de Rajoy han sido elocuentes. Parecían clones del ahora ex alcalde de Boadilla el día de las detenciones. La trama de corrupción descubierta por Garzón debe haber supuesto muchos nervios en las filas peperas, ya sacudidas fuertemente por su manera particular de interpretar los 39 escalones o el agente que llegó del frío - ¿o era Desde Torres, con amor?

El alcalde de Madrid hasta parecía a punto de romper a llorar, tan sensible él. Pero esto es lo que pasa cuando un partido se mueve más por contactos personales que por democracia interna, y la torpeza demostrada desde el 11-M ha hecho el resto. Los errores estratégicos del PP son la causa principal de que los malvados socialistas puedan seguir adelante con sus planes de desmontar el estado de derecho e implantar su dictadura bolchevique orwelliana. Un partido conservador desprestigiado, tambaleante, desunido y vulnerable será incapaz de ganar unas elecciones.

La trama pepera es bastante más espeluznante, por mucho que Rajoy diga ahora que se trata de una conspiración -que también-, pero que es consecuencia de lo que ocurre en el PP.

De dcha. a izq., Alejandro Agag, Francisco Correa, Alberto López Viejo y Jacobo Gordon.
De dcha. a izq., Alejandro Agag, Francisco Correa, Alberto López Viejo, Jacobo Gordon
Los hechos que indican que puede haber una trama de la que sabía toda la plana mayor del PP, por mucho que digan ahora que no eran del partido.
El pasado viernes era detenido Francisco Correa, quien se movía como pez en el agua en la sede del PP organizando eventos para el partido y consiguiendo contratos de distinto tipo con ayuntamientos populares.
Correa fue amigo de Agag durante años. Fue incluso uno de los 24 testigos de su boda con Ana Aznar en 2002, esa boda que daba náuseas verla, en plan boda real. Agag, en declaraciones el viernes a este periódico, se desvinculó "empresarial y comercialmente" de Correa. Claro, qué va a decir.

Otro imputado, Jacobo Gordon, también fue testigo de boda de Agag y empresario y compañero de la carrera de empresariales de Alejandro Agag.
Ambos crearon en abril de 1993 una sociedad, con un capital social de 3005 euros, llamada Natko, que se dedicaba a organizar actividades de 'paintball'. Alejandro Agag era el presidente y Gordon el consejero delegado. La empresa no llegó a tener actividad.
Más tarde, crearon otro negocio, Columela Gestión, empresa radicada en Sevilla y dedicada a la "asesoría comercial legal, fiscal, económica, de compraventa y construcción de fincas rústicas". Agag y Gordon eran sus apoderados.
Según dicho registro, la empresa, que tenía un capital social de 62.000 euros, se formó en abril de 2002 y fue liquidada meses después por otro de sus componentes, Alberto Luis Longo Álvarez Sotomayor, tío de Alejandro Agag.
Agag y su tío formaron parte también de otra empresa, Titalbe, dedicada a su vez a la "construcción de fincas rústicas", fundada en 2002 e inactiva desde finales de 2006 y que contaba con un capital social de 100.000 euros.
Esta firma tenía el mismo domicilio social en Sevilla que Columela, el número 16 de la calle Adolfo Rodríguez Jurado. Por este dato se sospecha que las dos empresas eran ramas de un mismo árbol empresarial.
Gordon es administrador único de la empresa Castaño Corporate, radicada en Madrid y dedicada también al negocio inmobiliario. Otros componentes de la empresa son Pablo Crespo, ex secretario del PP de Galicia, detenido el pasado viernes, y José Ramón Blanco Balín, ex consejero de Repsol imputado hoy por Garzón.
Agag es también amigo del ex consejero de Deportes Alberto López Viejo.
López Viejo y Agag eran miembros destacados del 'clan Becerril', un grupo de la 'beautiful del PP', mayoritariamente prometedores hombres de negocios que lideraban Nuevas Generaciones y estaban apadrinados por el ex presidente José María Aznar.
Gordon desactivó este martes por la tarde su perfil en la red social facebook, donde tenía como amigos a Alonso Aznar Botella y Alejandro Ballestero, diputado del PP en Toledo y también miembro del 'clan Becerril'.
Un segundo amigo, colaborador y ex socio en este caso de Alejandro Agag, Jacobo Gordon, acaba de ser imputado por el juez Baltasar Garzón en la trama de corrupción que ha hecho temblar los cimientos de la sede del PP de Génova.

¿Qué demuestran todas estas relaciones personales? Que el PP es una merienda de negros y que el pastel se lo reparten entre unos pocos. Es muy difícil salvar la cara con todo esto.

Fuente de los datos: El Mundo

Para lectores sudamericanos: Peperos / peperas son los militantes y simpatizantes del Partido Popular (PP= pépé), de allí "pepero", "pepera", también como adjetivo.

11 febrero 2009

El Esperpento de la Justicia

Qué fuerte. Pero qué fuerte. Esto es fortísimo. Es franquismo puro al más rancio estilo burgués de nuevos ricos. Resulta que el juez más mediático y entrometido en la política nacional se va de caza con el ministro de justicia socialista Bermejo, cuyo talante estalinista quedó patente tanto antes como durante su toma de posesión como ministro, y precisamente el mismo fin de semana en que Garzón lanzó su campaña anticorrupción que se ha llevado por delante al alcalde de Boadilla y al ex alcalde de Majadahonda dejando en muy mal lugar al partido patético de Mariano Rajoy alias DiCaprio (por lo del Titánic). Foto: Garzón y Bermejo en la cacería del fin de semana. Luego estos republicanos bolcheviques se ponen a criticar al Rey por irse de caza, y son ellos quienes viven realmente a cuerpo de rey.

Dice el peor ministro de justicia que ha tenido España en los últimos 33 años que fue pura casualidad de que coincidiera con el juez. Será porque no hay más cotos de caza en España. También sería casualidad que cenaran juntos.

Es así como se administra la justicia en España, entre cacerías y cenas en restaurantes. Se supone que con un asunto tan gordo entre manos, el juez tendría que estar el su despacho y tomar declaración a los detenidos, no pegando tiros por los montes jienenses. El suceso tiene, además, pinta de ser una reunión informal para acordar las maniobras siguientes, pues es evidente que el juez comunista mediático y el estalinista buscan un modo de acabar definitivamente con la oposición, y como hoy en día ya no lo pueden hacer como durante la segunda república, lo hacen utilizando la justicia amoldándola a sus necesidades.

Ello no quita que el partido patético esté bastante podrido (como lo es aún más el partido socialista), pues encima no piensa abrir expedientes a sus políticos manchados de sospecha de corrupción. Si dimiten, algo habrá, en caso contrario podrían seguir en sus puestos, pues si fuera suficiente lanzar sospechas infundadas contra cualquiera, sería fácil acabar con todos.

Si los políticos fueran honrados, no les pasaría nada ni se verían involucrados en negocios con empresas de dudosa limpieza moral. Pero también parece evidente que el PP ha actuado de forma imprudente sabiendo desde hace al menos seis años a qué enemigo se enfrenta, permitiendo actuaciones de sus altos cargos municipales poco beneficiosas para el partido y actuando de forma muy torpe desde que perdió el gobierno nacional, como también es más que evidente que la actuación del juez Garzón no responde tanto al afán de hacer justicia y combatir delitos, sino de dañar a un partido político concreto, ya que no se ve semejante revuelo actuando contra los corruptos del PSOE como en el caso de Ibiza o de Villa PSOE. Foto: Bermejo en otra cacería. Insensible, burgués y hortera. Las cacerías son crueles y un despilfarro. Un puesto de tiro en una cacería cuesta fácilmente 3.000 euros, más lo que se paga por cada animal abatido. Por mucho que gana un ministro o un juez, en una cacería se pueden dejar fácilmente 10.000 euros.

Lo que es realmente indigno de un estado de derecho es la connivencia entre altos magistrados y el gobierno, por una parte, eliminando de esta forma la separación de poderes que en España brilla por su ausencia (Montesquieu ha muerto - Alfonso Guerra dixit), sino por otra parte también que un juez en concreto esté actuando ideológicamente, con una parcialidad que da miedo, y que esté constantemente dando titulares a la prensa y la televisión con lo que llamaría un circo mediático más que el cumplimiento del deber. No debe de haber juez más famoso en el mundo que Garzón, y esto es algo inconcebible, ya que la Justicia debe ser independiente y prácticamente anónima.

No puede ser que las actuaciones de un juez estén coordinadas con el agit-prop del gobierno socialista bolchevique del PSOE, y que el ministro de justicia se vaya de caza con el juez más importante de la Audiencia Nacional huele si no a delito, al menos a moralmente podrido. Es un nuevo capítulo del esperpento nacional. Los acontecimientos prometen mucho entretenimiento, igual una mezcla entre cine de terror y tragicomedia. Lo malo es que no será ficción, sino cruda realidad.

10 febrero 2009

Algo huele a podrido en Boadilla

No ganamos para sustos. No bastaba con la chabacana historia del espionaje entre los populares. O tal vez ese haya sido el detonante para lo que ocurre ahora.

Resulta que el jueves salió a la luz una nueva trama de corrupción, esta vez del PP - el Partido Podrido. No es que sólo esté podrido el PP, pues al mismo tiempo se desarrolla sin mucha atención mediática el juicio por la corrupsoe ibicenca, no menos grave que la que parece haberse cocido desde hace dos lustros en la sierra noroeste de Madrid. Pero es tanto más grave que sea precisamente el PP dados los problemas de liderazgo y desacuerdo en el partido.

Hoy ha dimitido -o han hecho dimitir- el alcalde de Boadilla del Monte, la vicealcaldesa, el consejero de deportes de la Comunidad de Madrid y el ex alcalde de Majadahonda (de su puesto chollo de vía muerta de gerente del Mercado Puerta de Toledo) y dos cargos más del PP. Dicen que los detenidos del otro día "no eran militantes del partido" y que "cree en la inocencia del alcalde". Claro, qué van a decir. O me parto de la risa o me echo a llorar. No puede ser que el PP mienta ahora para cubrir las vergüenzas, porque hasta ahora sólo ha sido el PSOE el partido maestro de la mentira descarada. Que dimita tanta gente es porque saben mucho de lo que pasa en el Partido Podrido. Foto: El alcalde cara-de-susto. ¡Hala, a Miami!

Envuelto en el
escándalo está el ex alcalde de Majadahonda, que tras sólo dos años al frente del ayuntamiento se vio obligado a dimitir por sospechas de corrupción inmobiliaria. Y ahora resulta que una detenida era su jefa de gabinete en el ayuntamiento. Su foto de 2003 dice mucho de los personajes, diría yo. A Ortega le conocí una vez en 1991, hizo una promesa a una asociación que nunca cumplió. Ya entonces, este trepa me daba mala impresión, y lo que pasó más tarde sólo confirmó lo que pensaba entonces. Además, en cierto modo es como con Al Capone, siempre caen por cosas menores, cuando el resto al menos se puede intuir, por dos parcelas mal vendidas o recalificadas. Foto: Carmen Rodríguez Quijano y Guillermo Ortega.

Lo que demuestra esta situación creada ahora estratégicamente por el juez Garzón -el juez que más interviene en la política nacional con sus espectáculos de justicia- es que los partidos que llevan damasiado tiempo en el poder, sea donde fuere, acaban en un marasmo de corrupción y tráfico de influencias. Este hecho es aún más llamativo allá donde un partido tiene la mayoría absoluta y no está sometido a control por otros partidos, aunque no pocas veces los partidos minoritarios coaligados caen en la misma tentación que los grandes (véase Pinto).

Este año del búfalo (que comenzó el día 27 de enero, según el horóscopo chino) ha empezado bien. El año del búfalo es el año en que se pone la casa en orden; esto indica que en los países donde hay caos habrá vuelcos en el poder y cambios que llevaran a gobiernos que aprieten y pongan la mano dura. Es el año en que sale a la luz toda la podredumbre oculta hasta ahora. Evidentemente, España es ahora mismo un pantano cada vez más pelado en el que emergen cada vez más troncos podridos. Es hora de una limpieza, un cambio en la política, de más democracia y más paerticipación ciudadana y menos tráfico de influencias.

El PP es -al igual que el PSOE- un partido sin democracia interna. Esto se ve en la manera de hacer política local. Recientemente, el PP de Galapagar ha elegido un nuevo presidente, mejor dicho: no han tenido elección. Génova ha impuesto a José Tomás Román, padre del torero, quien era responsable de que el partido perdiera 18 puntos en las municipales. Los afiliados no pintan nada, todo lo deciden en despachos los autonombrados representantes. Y así será en todas partes. No me extrañaría que Galapagar tuviera buenas relaciones con Boadilla o Majadahonda, sin ir más lejos.

Lo que necesita España es que los votantes echemos a todos estos malos gestores de lo público votando a partidos nuevos con ideas nuevas y maneras nuevas de hacer política. Aunque la naturaleza humana, en términos generales, suele caer siempre de nuevo en los viejos errores, la crisis económica mundial, el desastre de gobierno en España y las batallas de fango tal vez hagan ver con más claridad lo que necesitamos. Gente nueva siempre dará un cambio hacia algo nuevo y tal vez mejor. En cualquier caso necesitamos ese cambio, lo necesitamos ya. Hay dos elecciones autonómicas y las elecciones europeas para dar un toque a los poderes establecidos. ¿Qué tal si se queda en el paro la mayoría de los diputados de PSOE y PP?