Si es por el PSOE, pronto viajaremos así para no gastar combustible |
Debido a las crisis políticas en los países árabes de África del Norte, parece haber serios problemas de suministro de petróleo y gas, por mucho que nos aseguran que no existen por ahora problemas de abastecimiento con combustibles fósiles.
Hoy nos pilla por sorpresa el anuncio del gobierno de reducir a partir del 7 de marzo la velocidad máxima en todas las autopistas y autovías de 120 kilómetros a 110 kilómetros por hora, lo que es una de las medidas de ahorro energético estudiadas hoy por el Consejo de Ministros a raíz de la escalada del precio del petróleo por el conflicto en Libia.
Según anunció este viernes el vicepresidente segundo del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, la medida tendrá carácter transitorio aunque no se ha decido cuándo se levantará, porque no sabe "cuánto va a durar la inestabilidad del norte de África".
Puede que esta medida contribuya a ahorrar combustibles, aunque dudo mucho de su eficacia. Sería mucho más recomendable tomar otras medidas para reducir el tráfico y contribuir así a reducir la elevada contaminación atmosférica que experimenta toda España y que está muy por encima de los límites marcados desde hace 10 años por la Unión Europea.
Reducir el tráfico diario a y desde los puestos de trabajo debería ser una prioridad, pero las medidas que contribuyan a una disminución del tráfico rodado exigen planes serios de transporte público de alta calidad, de bajo coste para los ciudadanos y de previsión a largo plazo, aspectos que en España nunca se han tenido en cuenta.
Lo que debería ser una recomendación -reducir la velocidad máxima a 110 km/h- se establece ahora como norma, y sin duda es una medida con doble intención, pues ahora será más fácil recaudar más multas, que parece no llegan a los niveles deseados por este gobierno.
La única medida compensatoria parece ser la de reducir las tarifas de Renfe un 5 % en media distancia y cercanías, tanto en los billetes sencillos como en los abonos, una medida que entrará en vigor el 7 de marzo y que también será transitoria. Pero para el AVE no hay reducción, y es precisamente este tipo de transporte que debería ser fomentado y abaratado, ya que, por ejemplo, es un verdadero lujo viajar en AVE a Barcelona, mientras que los aviones -mucho más contaminantes y gastadores de combustible- cuestan incluso la mitad.
La medida de reducción de la velocidad máximatiene un efecto adverso muy importante: cambiar todas las señales de limitación de velocidad de 120 por otras de 110. Y si esta medida es transitoria, por añadidura tocará cambiarlas todas otra vez una vez levantada la nueva limitación. Quizás sería útil que se pensara ya en señalización inteligente que permita cambiar los límites de velocidad electrónicamente y poder adaptarlos a las circunstancias de tráfico.
A todo ello habrá que añadir los radares, que también deben ser modificados. ¿Cuál será el coste de todo ello?
Rubalcaba insistió en que la garantía de suministro no se va a ver afectada por la escalada de precios del petróleo, disparado tras el inicio del conflicto libio, y aseguró que el Gobierno tiene previstos distintos planes de contingencia. No obstante, añadió que la fuerte subida del precio del crudo tiene un elevado impacto en los ciudadanos y en el conjunto del país.
El gobierno socialistas experto en medidas que restringen la libertad de los ciudadanos. Desde hace ya algunos años conducir se está convirtiendo en un sufrimiento. Pero esa es la esencia del socialismo: quitar la alegría de vivir mediante el recorte de libertades. ¿Será el encorsetamiento de los ciudadanos con esta nueva medida una solución al problema del consumo de combustible? La falta de imaginación y seriedad de este gobierno deja bastante lugar a dudas. La eficiencia energética en España nunca ha sido tomada muy en serio y exige mucha labor educativa y divulgativa, a parte de alicientes para instalar fuentes de energías renovables, un campo en el que España está a la cola de los países europeos.