Puede que los tiros del gobierno en forma de la maniobra concertada entre los cazadores (¿furtivos?) del juez (in)dependiente y del ministro justiciero le salgan por la culata, cosa que no extrañaría por usar escopetas decimonónicas. Y no porque los peperos y empresarios cercanos al PP no sean corru(p)tos, que parece que indicios no faltan, sino porque se van descubriendo las ilegalidades de sus propios camaradas.
Ya de por sí es algo inaudito en Europa Occidental que en plena operación anticorrupción el juez instructor, la fiscal, el comisario de la policía judicial encargado de las detenciones y el ministro del ramo coincidan en una cacería y que el mismo ministro mienta sobre el verdadero coste de su participación y de los animales abatidos a mansalva y que encima el ministro carezca -como afirman- de la licencia correspondiente para pegar tiros y que lo haga habitualmente en un coto de titularidad pública en el que está prohibido cazar.
Lo que asoma es una trama aún más extensa de corrupción por la parte socialista:
La Junta de Andalucía ha mantenido numerosas contrataciones en la última década con la empresa Decoestudio S.A. a pesar del procesamiento judicial de su titular, Ignacio Bendito García, y de que sus precios eran muy superiores a los de mercado y los pagados por otras comunidades autónomas.
Según informan este miércoles varios medios de comunicación, Decoestudio se ha encargado del montaje de los pabellones de la Junta en la práctica totalidad de eventos turísticos tanto a nivel nacional como internacional. Más en concreto, el Gobierno de Manuel Chaves contrató durante los últimos cinco años el montaje de su stand en Fitur por valor de 2,5 millones de euros, cuando la Generalidad Valenciana pagó por un stand de las mismas dimensiones 500.000 euros.
Resulta que el tal Bendito fue condenado a dos años y tres meses de prisión y tres años de inhabilitación absoluta por haber pagado en 1990 un total de 50 millones de pesetas a Juan Carlos Beneyto, funcionario del Ministerio de Obras Públicas, tras adjudicarse el montaje de una feria de comunicaciones.
A pesar de quedar probado el abono de comisiones a cambio de contratos, Ignacio Bendito García recibió el indulto en un Consejo de Ministros en 2007, según consta en el expediente firmado por el actual ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. La imputación judicial no impidió que Ignacio Bendito continuara ligado a la empresa Decoestudio.
Por su parte, Juan Carlos Beneyto, también fue indultado en la época del entonces ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar.
A esto se añade, por ejemplo, que los nueve hermanos Chaves están bien colocados en puestos directivos de la Junta de Andalucía. Y así habrá ejemplos mil de la corrupción socialista, como él de Villa PSOE en Galicia, con pisos de lujo para dirigentes socialistas, encabezados por Pepiño Blanco, número dos del partido y quien presuntamente intervino en las comisiones del caso Ibiza.
Con estas cosas se confirma lo dicho el otro día: El PSOE usa una cortina de humo para encubrir sus propias podredumbres morales. Pero este humo, más que hacer de cortina, está empezando a oler a chamusquina.
Ya de por sí es algo inaudito en Europa Occidental que en plena operación anticorrupción el juez instructor, la fiscal, el comisario de la policía judicial encargado de las detenciones y el ministro del ramo coincidan en una cacería y que el mismo ministro mienta sobre el verdadero coste de su participación y de los animales abatidos a mansalva y que encima el ministro carezca -como afirman- de la licencia correspondiente para pegar tiros y que lo haga habitualmente en un coto de titularidad pública en el que está prohibido cazar.
Lo que asoma es una trama aún más extensa de corrupción por la parte socialista:
La Junta de Andalucía ha mantenido numerosas contrataciones en la última década con la empresa Decoestudio S.A. a pesar del procesamiento judicial de su titular, Ignacio Bendito García, y de que sus precios eran muy superiores a los de mercado y los pagados por otras comunidades autónomas.
Según informan este miércoles varios medios de comunicación, Decoestudio se ha encargado del montaje de los pabellones de la Junta en la práctica totalidad de eventos turísticos tanto a nivel nacional como internacional. Más en concreto, el Gobierno de Manuel Chaves contrató durante los últimos cinco años el montaje de su stand en Fitur por valor de 2,5 millones de euros, cuando la Generalidad Valenciana pagó por un stand de las mismas dimensiones 500.000 euros.
Resulta que el tal Bendito fue condenado a dos años y tres meses de prisión y tres años de inhabilitación absoluta por haber pagado en 1990 un total de 50 millones de pesetas a Juan Carlos Beneyto, funcionario del Ministerio de Obras Públicas, tras adjudicarse el montaje de una feria de comunicaciones.
A pesar de quedar probado el abono de comisiones a cambio de contratos, Ignacio Bendito García recibió el indulto en un Consejo de Ministros en 2007, según consta en el expediente firmado por el actual ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. La imputación judicial no impidió que Ignacio Bendito continuara ligado a la empresa Decoestudio.
Por su parte, Juan Carlos Beneyto, también fue indultado en la época del entonces ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar.
A esto se añade, por ejemplo, que los nueve hermanos Chaves están bien colocados en puestos directivos de la Junta de Andalucía. Y así habrá ejemplos mil de la corrupción socialista, como él de Villa PSOE en Galicia, con pisos de lujo para dirigentes socialistas, encabezados por Pepiño Blanco, número dos del partido y quien presuntamente intervino en las comisiones del caso Ibiza.
Con estas cosas se confirma lo dicho el otro día: El PSOE usa una cortina de humo para encubrir sus propias podredumbres morales. Pero este humo, más que hacer de cortina, está empezando a oler a chamusquina.
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