Qué fuerte. Pero qué fuerte. Esto es fortísimo. Es franquismo puro al más rancio estilo burgués de nuevos ricos. Resulta que el juez más mediático y entrometido en la política nacional se va de caza con el ministro de justicia socialista Bermejo, cuyo talante estalinista quedó patente tanto antes como durante su toma de posesión como ministro, y precisamente el mismo fin de semana en que Garzón lanzó su campaña anticorrupción que se ha llevado por delante al alcalde de Boadilla y al ex alcalde de Majadahonda dejando en muy mal lugar al partido patético de Mariano Rajoy alias DiCaprio (por lo del Titánic). Foto: Garzón y Bermejo en la cacería del fin de semana. Luego estos republicanos bolcheviques se ponen a criticar al Rey por irse de caza, y son ellos quienes viven realmente a cuerpo de rey.
Dice el peor ministro de justicia que ha tenido España en los últimos 33 años que fue pura casualidad de que coincidiera con el juez. Será porque no hay más cotos de caza en España. También sería casualidad que cenaran juntos.
Es así como se administra la justicia en España, entre cacerías y cenas en restaurantes. Se supone que con un asunto tan gordo entre manos, el juez tendría que estar el su despacho y tomar declaración a los detenidos, no pegando tiros por los montes jienenses. El suceso tiene, además, pinta de ser una reunión informal para acordar las maniobras siguientes, pues es evidente que el juez comunista mediático y el estalinista buscan un modo de acabar definitivamente con la oposición, y como hoy en día ya no lo pueden hacer como durante la segunda república, lo hacen utilizando la justicia amoldándola a sus necesidades.
Ello no quita que el partido patético esté bastante podrido (como lo es aún más el partido socialista), pues encima no piensa abrir expedientes a sus políticos manchados de sospecha de corrupción. Si dimiten, algo habrá, en caso contrario podrían seguir en sus puestos, pues si fuera suficiente lanzar sospechas infundadas contra cualquiera, sería fácil acabar con todos.
Si los políticos fueran honrados, no les pasaría nada ni se verían involucrados en negocios con empresas de dudosa limpieza moral. Pero también parece evidente que el PP ha actuado de forma imprudente sabiendo desde hace al menos seis años a qué enemigo se enfrenta, permitiendo actuaciones de sus altos cargos municipales poco beneficiosas para el partido y actuando de forma muy torpe desde que perdió el gobierno nacional, como también es más que evidente que la actuación del juez Garzón no responde tanto al afán de hacer justicia y combatir delitos, sino de dañar a un partido político concreto, ya que no se ve semejante revuelo actuando contra los corruptos del PSOE como en el caso de Ibiza o de Villa PSOE. Foto: Bermejo en otra cacería. Insensible, burgués y hortera. Las cacerías son crueles y un despilfarro. Un puesto de tiro en una cacería cuesta fácilmente 3.000 euros, más lo que se paga por cada animal abatido. Por mucho que gana un ministro o un juez, en una cacería se pueden dejar fácilmente 10.000 euros.
Lo que es realmente indigno de un estado de derecho es la connivencia entre altos magistrados y el gobierno, por una parte, eliminando de esta forma la separación de poderes que en España brilla por su ausencia (Montesquieu ha muerto - Alfonso Guerra dixit), sino por otra parte también que un juez en concreto esté actuando ideológicamente, con una parcialidad que da miedo, y que esté constantemente dando titulares a la prensa y la televisión con lo que llamaría un circo mediático más que el cumplimiento del deber. No debe de haber juez más famoso en el mundo que Garzón, y esto es algo inconcebible, ya que la Justicia debe ser independiente y prácticamente anónima.
No puede ser que las actuaciones de un juez estén coordinadas con el agit-prop del gobierno socialista bolchevique del PSOE, y que el ministro de justicia se vaya de caza con el juez más importante de la Audiencia Nacional huele si no a delito, al menos a moralmente podrido. Es un nuevo capítulo del esperpento nacional. Los acontecimientos prometen mucho entretenimiento, igual una mezcla entre cine de terror y tragicomedia. Lo malo es que no será ficción, sino cruda realidad.
Dice el peor ministro de justicia que ha tenido España en los últimos 33 años que fue pura casualidad de que coincidiera con el juez. Será porque no hay más cotos de caza en España. También sería casualidad que cenaran juntos.
Es así como se administra la justicia en España, entre cacerías y cenas en restaurantes. Se supone que con un asunto tan gordo entre manos, el juez tendría que estar el su despacho y tomar declaración a los detenidos, no pegando tiros por los montes jienenses. El suceso tiene, además, pinta de ser una reunión informal para acordar las maniobras siguientes, pues es evidente que el juez comunista mediático y el estalinista buscan un modo de acabar definitivamente con la oposición, y como hoy en día ya no lo pueden hacer como durante la segunda república, lo hacen utilizando la justicia amoldándola a sus necesidades.
Ello no quita que el partido patético esté bastante podrido (como lo es aún más el partido socialista), pues encima no piensa abrir expedientes a sus políticos manchados de sospecha de corrupción. Si dimiten, algo habrá, en caso contrario podrían seguir en sus puestos, pues si fuera suficiente lanzar sospechas infundadas contra cualquiera, sería fácil acabar con todos.
Si los políticos fueran honrados, no les pasaría nada ni se verían involucrados en negocios con empresas de dudosa limpieza moral. Pero también parece evidente que el PP ha actuado de forma imprudente sabiendo desde hace al menos seis años a qué enemigo se enfrenta, permitiendo actuaciones de sus altos cargos municipales poco beneficiosas para el partido y actuando de forma muy torpe desde que perdió el gobierno nacional, como también es más que evidente que la actuación del juez Garzón no responde tanto al afán de hacer justicia y combatir delitos, sino de dañar a un partido político concreto, ya que no se ve semejante revuelo actuando contra los corruptos del PSOE como en el caso de Ibiza o de Villa PSOE. Foto: Bermejo en otra cacería. Insensible, burgués y hortera. Las cacerías son crueles y un despilfarro. Un puesto de tiro en una cacería cuesta fácilmente 3.000 euros, más lo que se paga por cada animal abatido. Por mucho que gana un ministro o un juez, en una cacería se pueden dejar fácilmente 10.000 euros.
Lo que es realmente indigno de un estado de derecho es la connivencia entre altos magistrados y el gobierno, por una parte, eliminando de esta forma la separación de poderes que en España brilla por su ausencia (Montesquieu ha muerto - Alfonso Guerra dixit), sino por otra parte también que un juez en concreto esté actuando ideológicamente, con una parcialidad que da miedo, y que esté constantemente dando titulares a la prensa y la televisión con lo que llamaría un circo mediático más que el cumplimiento del deber. No debe de haber juez más famoso en el mundo que Garzón, y esto es algo inconcebible, ya que la Justicia debe ser independiente y prácticamente anónima.
No puede ser que las actuaciones de un juez estén coordinadas con el agit-prop del gobierno socialista bolchevique del PSOE, y que el ministro de justicia se vaya de caza con el juez más importante de la Audiencia Nacional huele si no a delito, al menos a moralmente podrido. Es un nuevo capítulo del esperpento nacional. Los acontecimientos prometen mucho entretenimiento, igual una mezcla entre cine de terror y tragicomedia. Lo malo es que no será ficción, sino cruda realidad.
3 comentarios:
Y ahora el PP rompe el pacto... hasta que no salpicó no hicieron nada por la separación de poderes.
¿Casualidad? si el viernes cenaron juntos, y estuvieron toooodo el santo fin de semana tirando tiros juntos... y fue ¿casualidad?.
Antonio Barrientos (psoe) dimitió como alcalde de Estepona el mismo dia que se le imputó en el caso de presunta corrupcion denominado astapa. Pasó junto a 2 concejales mas (ex-GIL) y su jefe de alcaldia 6 meses en prision preventiva. Actualmente está en libertad bajo fianza de 150.000€
En el caso astapa hay actualmente 63 imputados, entre politicos (7 ediles del psoe, 2 ex-GIL y 1 del PA) tecnicos municipales, abogados y empresarios. Aun hoy (8 meses) continua el secreto del sumario.
Algunos dicen que no habia corrupcion, que estamos ante una conspiracion politica urdida por el fiscal anticorrupcion, la jueza, la UDYCO y el actual alcalde (psoe) para eliminar al anterior. Yo no lo creo. Yo sigo creyendo en la Justicia
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