España está inmersa en una crisis no sólo económica, sino también institucional, que tiene su origen en el sistema autonómico marcado por las particularidades de regiones con lenguas propias e incluso ordenamientos legales y fiscales diferentes que se fundan en derechos históricos que hoy en día sólo entienden los que hayan estudiado derecho, historia o ciencias políticas.El único partido español que sigue atentamente la deriva de la política lingüística en las autonomías con lenguas propias es Ciudadanos - Partido de la Ciudadanía, que tanto en el Parlamento de Cataluña como en las comunidades autónomas afectadas denuncia constantemente los abusos y la persecución creciente del castellano.Occidente a la Deriva tiene hoy el placer de poder entrevistar al Secretario de la Federación Norte de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía (C's), Pablo Yáñez, para saber un poco más sobre la situación en las diferentes autonomías y conocer la postura de C's respecto de las actuaciones de los respectivos gobiernos autónomos.En esta primera entrevista nos centramos en la política lingüística en las diferentes autonomías españolas, a excepción de Cataluña, y la actitud de los gobiernos en materia de lenguas oficiales y cooficiales.
GALICIA
En las recientes elecciones autonómicas, el ahora presidente de la Xunta, Feijoo, aseguró a los votantes que iba a acabar con la imposición del gallego en las aulas. Justo después de las elecciones realizó una encuesta entre los padres para que decidieran si querían que sus hijos estudiasen en gallego o castellano, siendo mucho mayor el número de los que se decidieron por el castellano.
¿Cómo ve la situación actual en Galicia?
Pablo Yáñez: Galicia pedía cambio a gritos. Y los ciudadanos así lo entendieron el pasado 1 de marzo. Es evidente que con la deriva del PSOE hacia las tesis del BNG un gobierno del PP era lo mejor para esta comunidad. Ahora bien, ese cambio lleva su tiempo, y Feijoo tiene trabajo por delante, y la confianza de la mayoría para llevarlo a cabo.
¿Cuál es el grado de imposición del gallego como producto de la anterior coalición del PSdG con los nacionalistas del BNG?
P.Y.: Podríamos decir que el tema lingüístico fue la prioridad durante la pasada legislatura en la medida en que era la materia en la que el BNG ejercía el chantaje sobre los socialistas. Estos dieron carta blanca, y la imposición del gallego llegó a las aulas, a la administración, incluso al ámbito privado. Fue una legislatura para olvidar en el ámbito de la libertad lingüística.
¿Se ha llevado a cabo esa reforma en el ámbito educativo para garantizar que los que se decidan por el castellano reciban realmente su formación en la lengua común de todo el territorio español?
P.Y.: Se están dando los pasos en ese camino. Era imprescindible conocer, a través de la encuesta, que la mayoría de padres no respaldaba el modelo de imposición. Ahora hay que garantizar el derecho de los padres a la libre elección de la lengua vehicular. Podríamos decir que se ha demostrado que la gente pide bilingüísmo, y ahora hay que ofertarlo. La Xunta debe ser firme en ese aspecto.
¿Cómo valora la actual política del gobierno gallego? ¿Se ha normalizado la vida política eliminando el nacionalismo feroz que se experimentó durante los cuatro años de gobierno nacional-socialista?
P.Y.: Como decía antes, el cambio requiere su tiempo. Se ha consultado a los padres, se han eliminado las “galescolas” y se ha puesto freno a la política de expansión del gallego en Asturias iniciada por el BNG. En ese aspecto el balance es positivo. Aún así, vemos dudas en determinados temas, como la derogación de la Ley de Normalización Lingüística o el asunto del topónimo en A Coruña que nos hace plantearnos si Feijoo vencerá los complejos del PP con el nacionalismo. Esos que le impiden mantener la firmeza del discurso vasco en Cataluña, por ejemplo. Aún así, como he repetido, Feijoo cuenta con tiempo suficiente y con nuestro apoyo para no defraudar a quienes el 1 de marzo respiramos tranquilos.
Junto a Galicia tenemos dos regiones que reclaman que sus respectivos dialectos sean reconocidos como lenguas cooficiales, cuando en la Constitución de 1978 no se reconocían dichas lenguas ni se preveía ninguna normalización de las mismas.
LEÓN
Un asunto que saltó recientemente a las páginas de la prensa regional ha sido le dedicación de los socialistas y regionalistas leoneses por impulsar que el leonés sea reconocido como lengua propia y oficial en la provincia. En este sentido se ha promovido la creación de una Wikipedia en Llïonés y se ha intentado que dicha lengua sea enseñada en los colegios y utilizada en alguna cadena regional de radiotelevisión.
¿En qué medida se puede decir que el leonés sea una lengua propia y no un dialecto? Al fin y al cabo, no está reconocida oficialmente.
Pablo Yáñez: Efectivamente, no hay reconocimiento del leonés como lengua en las instituciones.. De hecho tampoco existe esa concepción en la propia sociedad de León. Estamos hablando de que sólo un 1% de los habitantes de esta provincia lo usan. El problema viene cuando una minoría abandera una reivindicación que no es una demanda social y unos determinados resultados electorales le permiten explotarla.
¿Que grado de conocimiento tiene la población en León de "sus" lengua autóctona?
P.Y.: Como ya he dicho, los datos hablan de unos 5.000 hablantes dentro del medio millón de personas que vive en la provincia de León. Un porcentaje del 1%. Algo que llama la atención es que los máximos defensores del leonés, la UPL han llegado a cosechar más de 50.000 votos... eso nos hace ver que sólo una décima parte de quienes votan a la UPL conoce el leonés.
¿Es realmente una lengua cuya presencia justifique que sea convertida en lengua oficial?
P.Y.: Con los datos en la mano es evidente que no. El problema en política es la capacidad para decidir gobiernos que tienen quienes defienden un postulado. Ahí es donde UPL se ha hecho fuerte y ha magnificado la demanda del leonés. No hablamos de una demanda social, sino de una demanda política, de una minoría, que es decisiva para que el Partido Socialista mantenga la alcaldía de León y opte a gobernar en un futuro en la Junta de Castilla y León.
¿Cuál es la posición de Ciudadanos ante la avalancha de pretendidas lenguas "cooficiales" en varias regiones españolas?
P.Y.: Nosotros tratamos de denunciar las distorsiones de la voluntad popular. Quien afirma que con 1% de hablantes una lengua demanda ser oficializada, simplemente miente. Ciudadanos denuncia que las lenguas no se imponen artificialmente desde los despachos. Ceder y cooficializar una lengua con un porcentaje mínimo de hablantes, es el primer paso, para vernos en una situación de imposición lingüística. Luego bastará con aludir a que una lengua cooficial está en peligro, para justificar todo tipo de atropellos. Eso, por no hablar del coste que supone el antojo de estas minorías. El coste de imponer una lengua es exageradamente más elevado que el de proteger un dialecto.
ARAGÓN
No olvidemos que en Aragón se está trabajando en una ley de lenguas, por la que el aragonés se quiere elevar a lengua cooficial, en principio limitada a una región en el norte de Aragón. Paralelamente, el catalán hablado en zonas limítrofes con Cataluña se quiere elevar a lengua cooficial, cuando el catalán oficial de Cataluña no tiene mucho que ver con el catalán hablado en Aragón.
¿Qué grado de asentamiento tiene en aragonés en esta Comunidad Autónoma? ¿Hay nacionalismo en Aragón?
Volvemos a un escenario como el que se plantea en León con el leonés o en Asturias con el asturiano. En este caso, sólo hay en Aragón unas 10.000 personas que conozcan el aragonés. No llega al 1% de la población total de la región. Sin embargo, la presencia institucional de algunos partidos empeñados en crear una realidad de artificio, ha vuelto a llevar al PSOE a abrir un debate en los términos de cooficialidad. Eso, paralelamente, ha dado alas a grupos secesionistas que se están planteando aunar fuerzas para acudir a las próximas elecciones bajo el liderazgo independentista de Estau Aragonés.
Ese es el resultado de abrir la caja de pandora en el tema lingüístico. La reivindicación idiomática es el primer paso hacia la justificación independentista. El binomio lengua-pueblo es desencadenante de pueblo-nación y este es justificación para la reivindicación de un Estado propio. Nos olvidamos de que el fin de la política lingüística es el de preservar riquezas culturales como en este caso pueda ser el aragonés, y lo ponemos al servicio de intereses políticos localistas y secesionistas.
¿A qué responde el proceso para cooficializar el catalán en Aragón?
Es evidente que hay un movimiento pancatalanista en aragón similar al que se ha desarrollado en Baleares con la política lingüística o en Perpignan y el sur de Francia con inversiones de la Generalitat. En este caso, los Països Catalans sirven a ERC y al tripartito como justificación. Las entidades pancatalanistas de Aragón subsisten gracias a las ayudas y subvenciones del Gobierno de Montilla.
¿No tiene esta evolución un efecto negativo sobre la proyección exterior que puede tener Aragón tanto en el resto de España como en el extranjero a la hora de captar inversiones?
Si en los próximos meses comprobamos que el Partido Socialista, como parece ser, permite que se abra este debate, y se da protagonismo a quienes hablan del “Estado aragonés”, habrá llegado a Aragón una realidad política, la del nacionalismo, que se ha demostrado en lugares como Cataluña, recorta derechos y libertades y empeora la calidad de la vida pública. Eso, por supuesto, tendrá repercusión en otros ámbitos como el económico.
ASTURIAS
En el norte de España, lo que se podría llamar una espiral lingüística se extiende cada vez más. Al norte de León está el bable que se habla en Asturias. Es conocido el esfuerzo que hacen ciertos sectores políticos asturianos por promover el asturiano o bable como lengua propia para elevarla igualmente a lengua cooficial. Aquí pueden plantearse las mismas preguntas como en el caso del leonés:
¿Que grado de conocimiento tiene la población en Asturias de "su" lengua autóctona?
El caso asturiano es algo más complejo, por dos motivos. El primero es la dificultad para establecer un número real de hablantes del asturiano, porque las asociaciones interesadas suman los datos del leonés, el asturiano y el mirandés (ya en Portugal) para “hinchar” las cifras y tratar de legitimarse con ellas. En segundo lugar, el asturiano comenzó su proceso reivindicativo antes que el leonés o el aragonés, y por tanto, ha ganado más terreno.
¿Es realmente una lengua cuya presencia justifique que sea convertida en lengua oficial?
El problema de Asturias no es la cooficialidad, porque el asturiano lleva diez años funcionando como lengua oficial. Ya en 1998 un decreto establecía el asturiano como lengua reconocida en las comunicaciones de y con la administración. Está asentado en las escuelas, la toponimia asturiana está extendida... Sin embargo, a los grupos nacionalistas esto no les sirve, Pero ojo, declarar la oficialidad tampoco les serviría. No sin avances en lo político. Ese es el fin de su reivindicación, y de nuevo vemos que el gobierno autonómico, casualmente en manos del PSOE, da rienda suelta a un proceso de inmersión lingüística que acabará en la imposición del asturiano.
PAÍS VASCO
Y finalmente, durante los últimos diez años en el País Vasco se ha defendido una política de exclusión del castellano. En virtud de esta política de inmersión forzosa se ha podido observar que desde la señalización vial hasta las emisiones de radio el País Vasco se ha "euskaldunizado" cada vez más hasta el extremo que un visitante del resto de España es casi incapaz de orientarse por las calles o de entender lo que se dice por la radio. Muchas familias asentadas en el País Vasco han optado por llevar a sus hijos a colegios e institutos fuera del País Vasco (Rioja, Cantabria, Burgos) con tal de garantizarles una educación en castellano y no cerrarles puertas.
¿Cómo valora Ciudadanos la gestión de gobierno del PSE en materia lingüística?
¿Se ha vuelto a la normalidad?
Hay que decir, lo primero, que el País Vasco, en los últimos 70 años no ha conocido la normalidad lingüística. Se ha pasado de un proceso de persecución del euskera durante la dictadura franquista a la persecución del castellano a manos del llamado nacionalismo democrático. La vuelta a la normalidad pasa por la recuperación de las libertades, y por supuesto, una de las que hay que reconquistar es la libertad lingüística. Es necesario que el PSE garantice que el modelo A sea accesible a todos los padres, para poner fin a esa diáspora educativa que provocó el PNV. La normalidad no se sostiene si hay que desplazar a tus hijos a otra región para que estudien en castellano. Ahí Ciudadanos será firme con el nuevo gobierno de Patxi López.
Muchas gracias, Pablo, por esta entrevista.