Nuestro gafe mayor del Reino no pudo elegir mejor día para ver a su amor platónico Obama en Washington. Como se puede ver en las fotos, se le cae la baba, se le van los ojos y está en el séptimo cielo. Por fin su ídolo le ha recibido, tras las humillaciones sufridas por el malvado Bush jr. durante casi cinco años.
El ansiado éxito de haber sido recibido en la Casa Blanca por el mismísimo Presidente de los Estados Unidos de América hizo crecer a nuestro presidente del gobierno para pronunciar sus habituales frases de gran estadista: "España hará el máximo esfuerzo en Afganistán y en otras zonas del mundo". O como dijo en su día al Presidente francés Sarkozy: Haré lo que me pidas con tal de que me lleves al G-20.
Por fin, tras los abucheos de ayer antes y después del desfile del Día de la Hispanidad, Zapatero pudo disfrutar de un almuerzo de trabajo durante el cual el primer ministro español y el jefe de estado estadounidense abordaron asuntos como la guerra en Afganistán, el programa nuclear iraní, Oriente Medio, América Latina y la situación económica.
Para regocijo de Zapatero, amante de la paz mundial y de la amistad entre civilizaciones, buena parte de la conversación giró en torno a Afganistán. Como es lógico y natural, como gran aliado de EE.UU., Zapatero no dudó reafirmar el compromiso de su gobierno de mantener los compromisos en Afganistán tras escuchar las explicaciones de Obama sobre una nueva estrategia para la guerra. ¡Sí a la guerra! debió decir ZP para sus adentros, como si se tratara de un ¡Sí al amor! Ese Obama es un campeón. Y así proclamó el Mr. Bean español: "Garantizar la estabilidad y la seguridad y reducir la amenaza de los talibán es esencial para que la gente pueda tener un futuro. Seguiremos la cooperación en la formación de las fuerzas afganas y con apoyo económico".
Sobre todo económico. De eso entiende ZP un rato. Pero tampoco faltarán efectivos: El jefe del ejecutivo español ha ofrecido una "contribución importante" de efectivos de la Guardia Civil en Afganistán para formar a las fuerzas de seguridad de ese país. "Siempre estamos dispuestos a hacer el máximo esfuerzo" en este ámbito, afirmó Zapatero. Claro, por la paz, todo por la paz. Eso. Y cuanto más lejos esté ese cuerpo odioso de la nación española, mejor. ¡Todo por la Patria! ¡Viva Karzai!
Zapatero tuvo que experimentar algo así como un orgasmo obamáico al poder hablar con la prensa en el mismísimo Despacho Oval de la Casa Blanca. Así alabó ante el presidente americano la "brillante trayectoria" de la Benemérita en el país asiático y trasladó la intención del Gobierno español de "seguir trabajando y colaborando" para estabilizar Afganistán. Un esfuerzo que, como se ve, está dando frutos. Zapatero es todo un patriota, da hasta la última gota de sangre - de sus soldados.
Como es lógico, Obama agradeció la contribución española en Afganistán y manifestó su confianza en que ambos gobiernos seguirán trabajando juntos para fortalecer la relación bilateral entre España y EEUU.
Preocupado como está ZP por el bienestar de terroristas detenidos, ambos hablaron también de Guantánamo y, tras destacar que "se está concretando el número de personas que vamos a acoger", subrayó que España mantiene un "compromiso firme" para ayudar a EE.UU. en el objetivo de cerrar la prisión de Guantánamo y realojar parte de sus internos en España. Queda la duda qué pinta España en todo este marrón de los presos de Guantánamo. La guerra de Iraq ¿no era cosa de Bush? ¿Y de Ansar?
Pero no sólo de guerra hablaron los estadistas, un entretenimiento que tienen muchos de ellos. Esto es como contar batallitas y mover fichas sobre tableros. De modo que Zapatero no quiso dejar pasar la ocasión para hablar de otros logros reconfortantes. Por ejemplo destacó que "estamos saliendo de una crisis económica dura y debemos seguir con un crecimiento razonable, más sostenible, donde prime la innovación y no la avaricia, y donde las nuevas tecnologías y las biotecnologías ocupen un papel fundamental". Toda una demostración de sentido de la realidad y de decir siempre la verdad. No cabe duda de que la innovación hace mucha falta cuando el gobierno parece haber recortado para el año que viene las ayudas al desarrollo tecnológico y científico espantando a personas tan valiosas como Barbacid.
En materia económica Obama destacó que España ha sido en el último trimestre el tercer mayor inversor en EE.UU., mientras que EE.UU. es el mayor inversor en España, un país que, recordó, es líder en energías renovables y transporte de alta velocidad. Sólo dejó de lado que quizás las inversiones se deban más a que en España no resulta muy rentable invertir en estos momentos, mientras que el negocio está fuera, y por ahora EE.UU. es barato para los inversores con fondos como los grandes bancos.
Barack Obama también felicitó a Zapatero por la próxima presidencia española de la Unión Europea, como si esto fuera un mérito del primer ministro español, cuando en realidad va a ser un fiasco para la UE. Claro que Obama espera aprovechar la presidencia española para aumentar la cooperación en asuntos como el terrorismo, Kosovo y la mejora de las relaciones con Rusia, y con Zapatero tendrá un indiscutible aliado para sus propósitos, gran entendido de asuntos bolcheviques y de Europa del Este. Ahora se entiende por qué Obama ha recibido a Zapatero en la Casa Blanca: Puro interés. Y va el menda y se cree otra cosa, empalagado por el algo utópico plan de Obama de reducir las armas nucleares. Pero ya sabemos que Zapatero es un fanático de las utopías, y cuanto más suenen a izquierda y amistad con los musulmanes, mejor.
Como es lógico, Obama recalcó que los dos países están de acuerdo en la necesidad de que se retomen las negociaciones entre israelíes y palestinos para crear dos estados que vivan juntos, en paz y seguridad. No faltaba más, pues ZP es el gran líder del movimiento de la alianza de las civilizaciones. Sobre Irán, una de esas civilizaciones, Zapatero dijo que este país debe respetar la normas de la comunidad internacional, y aseguró que deseamos que la pequeña ventana de oportunidad para la reducción del programa militar iraní se consolide. Con esto será como con el pleno empleo: Sólo es un objetivo, no una promesa. Y en lo que coinciden ambos mandatarios es lo que dijo Obama al respecto: Irán debe rechazar el camino que conduzca a una carrera armamentística en la región. Debe, pero no lo hará. Pero no queda mal decirlo. Siempre pueden decir luego que lo intentaron, pero el entorno era adverso. Es que hay mucho malaje.
El tema de Iberoamérica se tocó más someramente. A ambos países les interesa mantener buenas relaciones con los países al sur de EE.UU., y Zapatero, sin duda, hará una gran aportación al mantener excelentes relaciones con los camaradas de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Ecuador y Bolivia. Al menos ellos no le abuchean como el irrespetuoso populacho madrileño, tan, tan poco dado a celebrar las fiestas con el debido decoro.
Lo que resulta un poco preocupante es el coste que esta visita va a tener para España y la Unión Europea, porque Zapatero hace lo que sea para poder simular que es un gran hombre de estado mientras que su país se desliza hacia el abismo.
El ansiado éxito de haber sido recibido en la Casa Blanca por el mismísimo Presidente de los Estados Unidos de América hizo crecer a nuestro presidente del gobierno para pronunciar sus habituales frases de gran estadista: "España hará el máximo esfuerzo en Afganistán y en otras zonas del mundo". O como dijo en su día al Presidente francés Sarkozy: Haré lo que me pidas con tal de que me lleves al G-20.
Por fin, tras los abucheos de ayer antes y después del desfile del Día de la Hispanidad, Zapatero pudo disfrutar de un almuerzo de trabajo durante el cual el primer ministro español y el jefe de estado estadounidense abordaron asuntos como la guerra en Afganistán, el programa nuclear iraní, Oriente Medio, América Latina y la situación económica.
Para regocijo de Zapatero, amante de la paz mundial y de la amistad entre civilizaciones, buena parte de la conversación giró en torno a Afganistán. Como es lógico y natural, como gran aliado de EE.UU., Zapatero no dudó reafirmar el compromiso de su gobierno de mantener los compromisos en Afganistán tras escuchar las explicaciones de Obama sobre una nueva estrategia para la guerra. ¡Sí a la guerra! debió decir ZP para sus adentros, como si se tratara de un ¡Sí al amor! Ese Obama es un campeón. Y así proclamó el Mr. Bean español: "Garantizar la estabilidad y la seguridad y reducir la amenaza de los talibán es esencial para que la gente pueda tener un futuro. Seguiremos la cooperación en la formación de las fuerzas afganas y con apoyo económico".
Sobre todo económico. De eso entiende ZP un rato. Pero tampoco faltarán efectivos: El jefe del ejecutivo español ha ofrecido una "contribución importante" de efectivos de la Guardia Civil en Afganistán para formar a las fuerzas de seguridad de ese país. "Siempre estamos dispuestos a hacer el máximo esfuerzo" en este ámbito, afirmó Zapatero. Claro, por la paz, todo por la paz. Eso. Y cuanto más lejos esté ese cuerpo odioso de la nación española, mejor. ¡Todo por la Patria! ¡Viva Karzai!
Zapatero tuvo que experimentar algo así como un orgasmo obamáico al poder hablar con la prensa en el mismísimo Despacho Oval de la Casa Blanca. Así alabó ante el presidente americano la "brillante trayectoria" de la Benemérita en el país asiático y trasladó la intención del Gobierno español de "seguir trabajando y colaborando" para estabilizar Afganistán. Un esfuerzo que, como se ve, está dando frutos. Zapatero es todo un patriota, da hasta la última gota de sangre - de sus soldados.
Como es lógico, Obama agradeció la contribución española en Afganistán y manifestó su confianza en que ambos gobiernos seguirán trabajando juntos para fortalecer la relación bilateral entre España y EEUU.
Preocupado como está ZP por el bienestar de terroristas detenidos, ambos hablaron también de Guantánamo y, tras destacar que "se está concretando el número de personas que vamos a acoger", subrayó que España mantiene un "compromiso firme" para ayudar a EE.UU. en el objetivo de cerrar la prisión de Guantánamo y realojar parte de sus internos en España. Queda la duda qué pinta España en todo este marrón de los presos de Guantánamo. La guerra de Iraq ¿no era cosa de Bush? ¿Y de Ansar?
Pero no sólo de guerra hablaron los estadistas, un entretenimiento que tienen muchos de ellos. Esto es como contar batallitas y mover fichas sobre tableros. De modo que Zapatero no quiso dejar pasar la ocasión para hablar de otros logros reconfortantes. Por ejemplo destacó que "estamos saliendo de una crisis económica dura y debemos seguir con un crecimiento razonable, más sostenible, donde prime la innovación y no la avaricia, y donde las nuevas tecnologías y las biotecnologías ocupen un papel fundamental". Toda una demostración de sentido de la realidad y de decir siempre la verdad. No cabe duda de que la innovación hace mucha falta cuando el gobierno parece haber recortado para el año que viene las ayudas al desarrollo tecnológico y científico espantando a personas tan valiosas como Barbacid.
En materia económica Obama destacó que España ha sido en el último trimestre el tercer mayor inversor en EE.UU., mientras que EE.UU. es el mayor inversor en España, un país que, recordó, es líder en energías renovables y transporte de alta velocidad. Sólo dejó de lado que quizás las inversiones se deban más a que en España no resulta muy rentable invertir en estos momentos, mientras que el negocio está fuera, y por ahora EE.UU. es barato para los inversores con fondos como los grandes bancos.
Barack Obama también felicitó a Zapatero por la próxima presidencia española de la Unión Europea, como si esto fuera un mérito del primer ministro español, cuando en realidad va a ser un fiasco para la UE. Claro que Obama espera aprovechar la presidencia española para aumentar la cooperación en asuntos como el terrorismo, Kosovo y la mejora de las relaciones con Rusia, y con Zapatero tendrá un indiscutible aliado para sus propósitos, gran entendido de asuntos bolcheviques y de Europa del Este. Ahora se entiende por qué Obama ha recibido a Zapatero en la Casa Blanca: Puro interés. Y va el menda y se cree otra cosa, empalagado por el algo utópico plan de Obama de reducir las armas nucleares. Pero ya sabemos que Zapatero es un fanático de las utopías, y cuanto más suenen a izquierda y amistad con los musulmanes, mejor.
Como es lógico, Obama recalcó que los dos países están de acuerdo en la necesidad de que se retomen las negociaciones entre israelíes y palestinos para crear dos estados que vivan juntos, en paz y seguridad. No faltaba más, pues ZP es el gran líder del movimiento de la alianza de las civilizaciones. Sobre Irán, una de esas civilizaciones, Zapatero dijo que este país debe respetar la normas de la comunidad internacional, y aseguró que deseamos que la pequeña ventana de oportunidad para la reducción del programa militar iraní se consolide. Con esto será como con el pleno empleo: Sólo es un objetivo, no una promesa. Y en lo que coinciden ambos mandatarios es lo que dijo Obama al respecto: Irán debe rechazar el camino que conduzca a una carrera armamentística en la región. Debe, pero no lo hará. Pero no queda mal decirlo. Siempre pueden decir luego que lo intentaron, pero el entorno era adverso. Es que hay mucho malaje.
El tema de Iberoamérica se tocó más someramente. A ambos países les interesa mantener buenas relaciones con los países al sur de EE.UU., y Zapatero, sin duda, hará una gran aportación al mantener excelentes relaciones con los camaradas de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Ecuador y Bolivia. Al menos ellos no le abuchean como el irrespetuoso populacho madrileño, tan, tan poco dado a celebrar las fiestas con el debido decoro.
Lo que resulta un poco preocupante es el coste que esta visita va a tener para España y la Unión Europea, porque Zapatero hace lo que sea para poder simular que es un gran hombre de estado mientras que su país se desliza hacia el abismo.
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