Vaya peñazo de programa matinal en que han convertido La Mañana de la COPE.
Era de esperar que pocos periodistas en la COPE tienen el empuje que tiene Federico Jiménez Losantos moderando programas matinales de radio sobre la política nacional y otros asuntos de actualidad. Pero que fuera un bodrio de tal envergadura como lo que la COPE se ha permitido servir esta semana a sus oyentes supera todas las previsiones.
Para empezar, el programa se adereza con un ding-dong-dang de alguna campana tipo Big Ben que después de una hora quitan las ganas de seguir escuchando, aunque casi es el aspecto más entretenido del programa, porque lo que es la información, ¡madre mía! ¿Se puede informar de forma más sosa que en La Mañana de la COPE?
Lo que siempre había sido la parte con más interés de este programa era la tertulia, pero tampoco la tertulia parece tener fuerza. El oyente, ya aburrido de la parte informativa anterior, y si ha llegado realmente tan lejos como para seguir con la tertulia, tampoco tiene ya muchas ganas de seguir un debate igualmente soso.
Algunos ya llaman a la COPE Radio Cloroformo por lo de "Pancho" Villa y el "Diario hablado" por lo de Colmenarejo. Está visto que no cualquiera puede moderar un programa matinal de radio y que hacen falta muchas tablas para enganchar a la gente. Dejé de escuchar La Mañana por el sectarismo que Federico Jiménez Losantos había practicado en los últimos meses convirtiéndose en portavoz de Rosa Díez y sus siete enanitos, pero hay que reconocer que al menos sabe cómo hacer un programa de radio destinado a oyentes aún medio dormidos por la mañana.
Lo que va a pasar a la COPE es fácilmente imaginable: Pasará de emisora de referencia a emisora marginal. Tal vez debería fusionarse con Radio María y dedicarse a rezar el Rosario cada dos por tres, ya puestos. En lo que sí está en sintonía el nuevo estilo de Nacho Villa es con el PP de Rajoy. Ambos son soporíferos y carecen de carisma.
Era de esperar que pocos periodistas en la COPE tienen el empuje que tiene Federico Jiménez Losantos moderando programas matinales de radio sobre la política nacional y otros asuntos de actualidad. Pero que fuera un bodrio de tal envergadura como lo que la COPE se ha permitido servir esta semana a sus oyentes supera todas las previsiones.
Para empezar, el programa se adereza con un ding-dong-dang de alguna campana tipo Big Ben que después de una hora quitan las ganas de seguir escuchando, aunque casi es el aspecto más entretenido del programa, porque lo que es la información, ¡madre mía! ¿Se puede informar de forma más sosa que en La Mañana de la COPE?
Lo que siempre había sido la parte con más interés de este programa era la tertulia, pero tampoco la tertulia parece tener fuerza. El oyente, ya aburrido de la parte informativa anterior, y si ha llegado realmente tan lejos como para seguir con la tertulia, tampoco tiene ya muchas ganas de seguir un debate igualmente soso.
Algunos ya llaman a la COPE Radio Cloroformo por lo de "Pancho" Villa y el "Diario hablado" por lo de Colmenarejo. Está visto que no cualquiera puede moderar un programa matinal de radio y que hacen falta muchas tablas para enganchar a la gente. Dejé de escuchar La Mañana por el sectarismo que Federico Jiménez Losantos había practicado en los últimos meses convirtiéndose en portavoz de Rosa Díez y sus siete enanitos, pero hay que reconocer que al menos sabe cómo hacer un programa de radio destinado a oyentes aún medio dormidos por la mañana.
Lo que va a pasar a la COPE es fácilmente imaginable: Pasará de emisora de referencia a emisora marginal. Tal vez debería fusionarse con Radio María y dedicarse a rezar el Rosario cada dos por tres, ya puestos. En lo que sí está en sintonía el nuevo estilo de Nacho Villa es con el PP de Rajoy. Ambos son soporíferos y carecen de carisma.
1 comentario:
Creo que el propio Federico sabía hace tiempo que su ciclo en ese programa y en esa emisora había acabado. De hecho el mismo ha dicho que hace un año se quiso marchar. A todos nos pasa, de vez en cuando hay que cambiar de aires.
El gran problema ha sido cómo ha hecho la Cope esta transición y quiénes lo han hecho. Un Villa empalagoso, transformado y sin referencia a su antecesor cavó su tumba el primer día. Progresivamente se irá hundiendo y, como bien dices, acabará dirigiendo un boletín informativo mañanero de mínima influencia.
No sé como le saldrá el asunto a Losantos, espero que bien. Y estoy seguro que recuperará parte de la frescura que había perdido en los últimos meses.
Saludos
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