26 septiembre 2013

Elecciones en Alemania: Entre la ingobernabilidad y el sopor

Ángela la Grande: Cuando menos se lo espera puede que llega su fin
El pasado domingo se celebraron las décimo octavas elecciones generales en Alemania. Ganó por mayoría simple la Unión Demócrata Cristiana junto a la Unión Social Cristiana de Baviera, pero se quedó a sólo 4 escaños de la mayoría absoluta. Los socialistas (o socialdemócratas, lo que en el fondo viene a ser lo mismo) apenas aumentaron en porcentaje (2,7%), sobre todo por su candidato a canciller, Peer Steinbrück, que ni contaba realmente con la simpatía de sus camaradas de partido ni se mostró demasiado hábil durante la campaña. Los Verdes, a los que uno de los líderes regionales de los liberales del FDP vaticinó en un debate previo a las elecciones que pronto ellos también tendrán que temer no alcanzar la barrera del 5% de los votos, bajaron al 8,3%, castigados sobre todo por su campaña marcada por querer aumentar los impuestos a mansalva, imponer unas 20 prohibiciones (como la de comer carne un día a la semana) y por haber protagonizado dos de sus máximos representantes y su candidato Trittin, hace 30 años, posicionamientos a favor de la legalización de la pedofilia con consentimiento de los niños, un debate ya superado hace tiempo, pero que se ha reavivado por las sospechas que cayeron hace unos meses sobre el eurodiputado verde Cohn-Bendit en esta materia; sin duda les costó dos puntos en estas elecciones. Los comunistas del antiguo partido comunista SED de Alemania Oriental, hoy denominado La Izquierda, perdieron aún más que los Verdes, pero sacaron 1 escaño más que aquellos y se pavonean ahora de ser "la tercera fuerza política en la Dieta Federal". 

Alternativa por Alemania: El cambio que necesita Alemania
La sorpresa dio el nuevo partido de orientación conservador-liberal Alternativa por Alemania (AfD), liderado por el catedrático de economía Bernd Lucke. Aunque en vísperas de las elecciones se les daba entre un 3 y un 8% de los votos, con un 4,7% de los votos se quedó a sólo 0,3% de poder entrar en la cámara baja. El nuevo partido ha tenido que lidiar con una campaña de difamación lanzada por los otros partidos, que siempre intentan descalificar cualquier alternativa conservadora como de ultraderecha populista. Pero en realidad, la campaña de la AfD ha sido un ejemplo de claridad, nada populista y no enfocada sólo en un tema, como dicen y repiten los periodistas, aunque sí en un tema central como la crisis del Euro y las posibles soluciones que prononen: salida del Euro de los países del sur de Europa para que puedan ajustar sus economías con monedas nacionales, un Euro para los países del centro y del norte de la UE, pero incluso la posibilidad de una salida ordenada del Euro si se demuestra que no es viable ni para Alemania. Pero no se trata de salir del Euro sin más, como quiere dar a entender el gabinete de la señora Merkel.

Después de la euforia inicial de los unionistas de CDU y CSU y el aparente parálisis de los tres partidos de la izquierda al ver que no sólo han perdido o no crecido lo sificiente, sino que sólo formarían mayoría absoluta los tres juntos, ahora resulta que va a ser muy complicado que Merkel encuentre un socio de coalición al haber perdido los liberales su representación parlamentaria.

Liberales: Incapaces de renovar, víctimas de su propia idiotez
Resulta que los liberales del FDP, que en 2009 alcanzaron un resultado histórico del 14,6% tras cuatro años de Gran Coalición entre CDU, CSU y SPD, sólo llegaron al 4,8% y se quedaron fuera de la Dieta Federal. La culpa es casi enteramente de ellos, porque no supieron defender su programa electoral de 2009, que traicionaron en las mismas negociaciones para formar gobierno con Merkel, y tampoco supueron sacar rédito de una gestión de gobierno que los votantes en general consideran que ha sido muy positiva. Lo mismo que ocurrió al SPD en 2009, cuando bajó al 23% y consiguió el peor resultado desde 1949.

Los socialistas (socialdemócratas) ya dicen internamente que no quieren volver a una gran coalición para que les cruja de nuevo Merkel y acaben peor que nunca en las próximas elecciones. Otra alternativa barajada en círculos de la Unión es una colaición con los Verdes, pero ellos están divididos entre los que rechazan totalmente entrar en el gobierno de Merkel, visto el triste destino de sus antecesores SPD y FDP, y los que sí están a favor de una alianza conservadora y verde.

Verdes: Trittin, entre la chulería y un pasado de ideas estrambóticas
Lo que tampoco es una idea efímera es una colaición entre SPD, Verdes y comunistas, ya que entre los tres no sólo tienen la mayoría absoluta, sino también tienen muchas más coincidencias programáticas e ideológicas que con la CDU-CSU. Además, la CSU bávara ya manifestó que rechaza cualquier acuerdo con los verdes.

La coalición de izquierdas tiene bastante atractivo para los tres partidos perdedores de la izquierda. Verdes y comunistas saben perfectamente que sus días están contados. El ecologismo de los Verdes hace mucho que ha dejado un tema central de su política, el medio ambiente y la protección de los animales y de la naturaleza ya se quedaron en el camino durante el gobierno rojiverde de Gerhard Schröder, y muchas de la scosas que defienden ahora no las pusieron en práctica entonces, de modo que su credibilidad es escasa. Además, tanto Verdes como comunistas han tenido que comprobar en varias elecciones regionales recientes que su potencial de votantes jóvenes había ido a parar a los Piratas, que entraron con un 7-8% en cuatro parlamentos regionales, pero que en estas elecciones generales fracasaron con un 2,2% de los votos porque sus dirigentes y todo su partido han dado muestras de caos, falta de definición, incapacidad de posicionarse ante problemas candentes y una campaña electoral bajo mínimos, entre otras porque la prensa, que en su día les daba bastante bombo, ahora pasó de ellos.

Piratas: Una burbuja de jabón dura lo que dura
Por lo tanto, la alternativa de formar gobierno bajo un canciller socialista del SPD sería la (posiblemente última) oportunidad para poder gobernar y convencer a los ciudadanos )a base de imposiciones y ehchos consumados) de las bondades de sus programas de gobierno: subidas de impuestos, prohibiciones, más inmigración, más gastos sociales, más subsidios, más endeudamiento. 

Lo que es menos seguro es que tal gobierno de izquierdas dure cuatro años. Sobre todo los comunistas de Die Linke (La Izquierda), el mismo partido que bajo el nombre de SED gestionaba la dictadira comunista en la extinta RDA, tienen ganas de gobernar, algo que ya hacen o han hecho en los estados federados del este junto al SPD. Y ante el panorama de los Verdes de acabar aplastados por Merkel si entran en coalición con ella, así como él del SPD de acabar igual si aceptan una gran coalición, la probabilidad de un gobierno tripartito que acabe con Merkel como canciller es bastante alta.
Wagenknecht: Comunistas de salón ansían el poder

¿Cuál será el resultado de un gobierno tripartito? Seguramente el caos, tanto para Alemania como la Unión Europea, pero supondría un cambio radical que dinamizaría la estancada Unión Europea y el letargo político en Alemania. No hay bien que por mal no venga.

A Merkel le quedaría ser la sucesora de Barroso al frente de la Comisión Europea, puesto que anhela sin duda desde hace algún tiempo. Su manera de gobernar la Unión Europea chocaría con, sin duda, con muchos gobiernos, incluido el gobierno de izquierdas en Alemania, lo que tal vez sea el principio de un cambio vertiginoso, pero muy interesante.


Steinbrück, ¿canciller por accidente?

Resultado nacional

Resultado provisional de las Elecciones Generales en Alemania

Descripción Votos a candidadtos directos Votos a listas de partidos
Número % Dif. resp.  2009 en % Número % Dif. resp.  2009 en %
Con derecho a voto 61.903.903 - - 61.903.903 - -
Votantes 44.289.652 71,5 0,8 44.289.652 71,5 0,8
Nulos 688.428 1,6 -0,2 587.178 1,3 -0,1
Válidos 43.601.224 98,4 0,2 43.702.474 98,7 0,1
CDU Cristiano-demócratas 16.225.769 37,2 5,2 14.913.921 34,1 6,9
SPD Socialistas 12.835.933 29,4 1,5 11.247.283 25,7 2,7
FDP Liberales 1.028.322 2,4 -7,1 2.082.305 4,8 -9,8
DIE LINKE Comunistas SED 3.583.050 8,2 -2,9 3.752.577 8,6 -3,3
GRÜNE Verdes 3.177.269 7,3 -1,9 3.690.314 8,4 -2,3
CSU Cristianosociales bávaros 3.543.733 8,1 0,7 3.243.335 7,4 0,9
PIRATAS 962.946 2,2 2,1 958.507 2,2 0,2
NPD Nacional-demócratas 634.842 1,5 -0,3 560.660 1,3 -0,2
Tierschutzpartei Protectores de Animales 4.415 0,0 -0,0 140.251 0,3 -0,2
REP Republicanos 27.279 0,1 -0,0 91.660 0,2 -0,2
ÖDP Ecologistas democráticos 128.158 0,3 0,0 127.085 0,3 -0,0
FAMILIA 4.476 0,0 -0,0 7.451 0,0 -0,3
Bündnis 21/RRP 5.335 0,0 -0,1 8.851 0,0 -0,2
RENTNER Pensionistas 919 0,0 0,0 25.190 0,1 -0,1
BP Partido de Baviera 28.336 0,1 -0,0 57.285 0,1 0,0
PBC Cristianos fieles a la Biblia 2.070 0,0 -0,0 18.529 0,0 -0,1
BüSo Solidaridad Ciudadana 18.039 0,0 -0,0 13.131 0,0 -0,1
LOS VIOLETAS 2.500 0,0 -0,0 8.248 0,0 -0,1
MLPD Marxistas-Leninistas 12.986 0,0 -0,0 25.336 0,1 -0,0
Volksabstimmung Referéndum 1.748 0,0 -0,0 28.667 0,1 0,0
PSG - - - 4.840 0,0 0,0
AfD ALternativa por Alemania 809.817 1,9 1,9 2.052.372 4,7 4,7
BIG Unión Innovación y Justicia (inmigrantes nacionalizados) 2.678 0,0 0,0 17.965 0,0 0,0
pro Deutschland 4.818 0,0 0,0 74.311 0,2 0,2
DIE RECHTE La Derecha - - - 2.288 0,0 0,0
DIE FRAUEN Las Mujeres - - - 12.522 0,0 0,0
FREIE WÄHLER Electores Libres 431.409 1,0 1,0 422.857 1,0 1,0
Nichtwähler Abstencionistas - - - 11.349 0,0 0,0
PARTEI DER VERNUNFT Partido de la Razón 3.881 0,0 0,0 25.027 0,1 0,1
Die PARTEI El Partido 39.258 0,1 0,1 78.357 0,2 0,2
B 619 0,0 0,0 - - -
BGD 1.431 0,0 0,0 - - -
DKP Partido Comunista Alemán 1.705 0,0 0,0 - - -
NEIN! ¡NO! 291 0,0 0,0 - - -
Otros 77.192 0,2 -0,2 - - -



Reparto de escaños
Reparto de escaños: ganancias y pérdidas




21 septiembre 2013

Alternative für Deutschland - Demo Frankfurt 14.09.2013: Rede Bernd Lucke

10 septiembre 2013

Madrid 2020 ha dejado a la vista de todo el mundo que es urgente una renovación de la política

El fracaso de la tercera candidatura olímpica de Madrid es una muestra más de lo mal que se gestiona España. No por mucho insistir mejora la percepción en el exterior de cómo se gobierna en España. 

Los responsables de Madrid 2020 no sólo apostaron por una candidatura de bajo coste en la absurda creencia de que el Comité Olímpico Internacional valoraría ante todo que no se iba a gastar dinero en los Juegos Olímpicos por razones de la crisis económica, que no afecta a todos los países del mundo y no es tan profunda en todos los países con crisis económica como en España, sino además parece haber confiado en que tendrían en cuenta las dos candidaturas anteriores y las obras ya iniciadas y/o terminadas para una futura sede olímpica. Craso error.

No sólo ganó la propuesta más vanguardista de Tokio (sólo hay que comparar el estadio olímpico proyectado con el plan de reciclaje del abandonado estadio de La Peineta de Madrid), sino también la desventaja de Madrid frente a ciudades junto al mar, sólo superable con instalaciones acuáticas deslumbrantes, algo que en Madrid es problemático al disponer sólo de un río de escaso caudal. Además, el haber propuesto tres subsedes en la costa supone una dispersión de la actividad olímpica que no se daría en Estambul ni se dará en Tokio, donde todas las instalaciones olímpicas se situarán en un radio estrecho alrededor de la bahía de la ciudad. Por lo tanto, la propuesta de Madrid tendría que haber sido un proyecto urbanístico y de infraestructuras acuáticas de mucha inversión, algo que por ahora España no es capaz de financiar.

En algunos medios se habla ahora de la injusticia del COI. Pero la injusticia es que Madrid tenga la alcaldesa que tiene y el Comité Olímpico español un presidente como el que tiene. Una candidatura de bajo coste para hacer creer a la gente que no costaría nada no es lo que espera el COI de las ciudades candidatas. 

Puede parecer injusto que ni a la tercera Madrid logró ganar, pero como dice el proverbio: Dime de qué presumes y te diré de lo que careces.

Un problema es que en España la formación profesional deja bastante que desear, una carencia que también afecta a las universidades, muchas veces meros centros de "dictar" contenidos académicos de poca relación con la realidad. Y allí donde se forman buenos profesionales, al final sólo se exportan profesionales bien preparados a otros países al no ofrecer España posibilidades de encontrar trabajo remunerado adecuadamente. Por otro lado sólo parecen llegar a los más altos puestos los menos preparados, los más corruptos, los más enchufados. Ya lo pudimos comprobar en la rueda de prensa del viernes en Buenos Aires, con bochornosas intervenciones e incoherencias de la alcaldesa de Madrid y el presidente del Comité Olímpico Español, ninguno de los dos con conocimientos básicos de inglés ni siquiera para entender lo que se preguntaba. Y lo peor de todo fue la intervención de los citados personajes en la presentación oficial, que -como ya comentó S.A.R. la Infanta Doña Pilar- es puro teatro, porque todo el pescado ya estaba vendido, una presentación que no pudo salvar ni siquiera S.A.R. el Príncipe Don Felipe. 

Está claro que el funcionamiento tradicional del sistema de partidos es obsoleto. No sólo hace falta un régimen interno de elecciones primarias y limitación de mandatos, sino también los mismos afiliados tienen que tener claro a quien elegir para ser candidatos. Los partidos tienen que preparar a sus bases y a sus dirigentes para que sean capaces de asumir cargos y elegir a sus candidatos y dirigentes siguiendo criterios de suficiente nivel cultural y profesional para una futura gestión de las instituciones en caso de ser elegidos. 

Madrid 2020 ha dejado a la vista de todo el mundo que es urgente una renovación de la política y que se deje paso a personas que no vean la política como prebenda vitalicia, sino como servicio a la comunidad y como reto para que España pueda estar a la altura de otros países. Crear crisis artificiales con otros países por disputas trasnochadas nacidas hace varios siglos o plantear independencias de regiones sin base histórica alguna no es el camino más adecuado para ganarse la estima y admiración de otros países. Sólo son una muestra más de falta de visión y de grandeza.

15 enero 2013

Iberia: Metamorfosis kafkiana



Iberia Líneas Aéreas de España, es una compañía condenada a desaparecer. Lo que era antaño una gran compañía a la altura de otras como Lufthansa, Air France o British Airways, ahora se está convirtiendo en una compañía periférica y marginal que renuncia a los grandes trayectos, perfectamente rentables por su cuota de ocupación, dejando España en una situación lamentable al desaparecer conexiones directas con grandes capitales europeas o iberoamericanas.

La fusión perpetrada por el anterior gobierno socialista, aunque auspiciada ya en tiempos de Aznar (tanto monta, monta tanto), que entrega a Iberia a British Airways, mucho mayor en tamaño, que, por tanto, está aplicando una política que supondrá la absorción de Iberia y su desaparición como compañía independiente y de renombre.

El caso más reciente de supresión de trayecto es él de Berlín, capital de Alemania y, como tal, punto neurálgico de la política europea. Iberia operaba la única conexión directa con el aeropuerto de Berlín-Tegel, con tres vuelos diarios casi siempre con lleno total e insuficientes para atender la gran demanda de vuelos a Berlín, una ciudad que está de moda y en la que residen miles de españoles y a la que viajan otros miles de forma constante.

Iberia deja de operar un trayecto que ofrecía desde la caída del muro, prácticamente 22 años, pero no sólo eso: La única compañía que sigue ofreciendo vuelos directos desde Madrid es Easyjet, con la diferencia de que vuela al antiguo aeropuerto Schönefeld, en la antigua zona comunista en las afueras de Berlín, entre muchos pilotos también llamada "pista rusa", al lado del cual se levanta el mayor desastre aeroportuario de Alemania, el ¿futuro? aeropuerto internacional de Berlín-Brandemburgo, sumido en un caos de retrasos y ausencia de toda planificación, todo ello responsabilidad de dos gobiernos socialistas, el berlínés liderado por el nefasto alcalde Wowereit y el brandemburguense liderado por Platzeck, cada cual más inepto que el otro.

Parece que la mala gestión, la ausencia de planificación y el provincianismo no son sólo características de los gobernantes españoles. El caso de Iberia es sólo un ejemplo más de falta de visión, ausencia de grandeza y la incapacidad de gestionar empresas y servicios públicos con eficacia y vocación de servicio.

Iberia llama al desastre "Plan de Transformación". ¿Transformación en qué? ¿No será, tal vez, una especie de metamorfosis kafkiana para convertir a un gran cisne en un escarabajo inmundo? Kafkiana es toda la política española, y no sólo la española, más bien toda la política europea. Se fusionan compañías para hacerlas desaparecer y convertirlas en otra cosa, en monstruos abtractos, sin historia, sin personalidad, sin calidad, en entes inabarcables, inhumanos, impersonales, masificados, a la vez que con ellas desaparece la diversidad de la oferta; compañías que acaban siendo semimonopolios, sin competidores reales, lo que es una causa más de la mala gestión y del servicio de baja calidad al faltar por completo la competencia. 

Las empresas convertidas en macroentes globalizados son reflejo de una Europa que engulle a los estados y los somete a su dictado, al dictado de burócratas ajenos a la realidad social y económica, incapaces de pensar como hombres de estado, en una cultura enajenada y manipulada carente de una base sólida de valores morales, culturales y sociales y de una conciencia histórica. El orgullo de los pueblos era el principal factor competitivo que hacía progresar a las naciones y las economías nacionales, un orgullo que implicaba el conocimiento de la propia historia, aunque si tal orgullo se pervertía acababa en guerras, que sólo supusieron retrocesos en el desarrollo.

Hoy estas guerras se hacen en el plano económico, siendo la economía -al parecer- el único motor de la política europea y mundial, sólo que éste carece de orgullo al faltar todas las demás bases. Lo que antes funcionaba durante décadas, si no siglos, ahora de repente no funciona, en contra de toda lógica (al haber más movilidad, más poder adquisitivo, más tiempo libre, más intercambio, más demanda). Y quizá el problema resida justo en esa globalización y el deterioro del nivel moral, cultural y social en medio de la creciente enajenación de las sociedades europeas.

La metamorfosis europea es un esperpento decimonónico elevado al cubo. Está claro que este no es el camino. Nuestro mundo no debe ser cada vez más kafkiano, gobernado por escarabajos.