16 noviembre 2010

De bombones, medallas y comedores sociales

¡Qué desfachatez la de las ministras miembras y otros energúmenos socialistas del gobierno de la ceja!

¡Qué vergüenza que Su Majestad el Rey se preste al enaltecimiento de los ineptos y necios que arruinan España!

Dos noticias horripilantes en un día. Es como una totura psicológica tener que leer sobre semejantes fechorías. Y la culpa la tienen los 11 millones de votantes insconscientes que dieron el poder a esa gentuza.

En plena crisis económica salen a la luz nuevas sinvergüencerías de los socialistas bolcheviques de salón, convertidos en nuevos ricos, con aires de altísima estirpe alejada de la plebe, que se aprovechan de sus prebendas unidas a sus cargos sin el más mínimo atisbo de rubor.

Hemos aquí la imagen a semejanza de Madame Plissée, instituida en consejera del estado, con un salario vitalicio de órdago, ataviada con capa y medalla el día de su investidura como chupóptera mayor del Reino: Elena Salgado, ministra miembra de poca economía y mucho despilfarro, enviando a su chófer a comprar bombones en el sitio más pijo y caro del barrio de Salamanca: Embassy.

"Los caprichos de Elena Salgado son famosos en toda la empresa. Los conductores han de llevarla tanto a la peluquería como a su clase de Pilates, por no hablar de cuando le apetecen bombones y manda a alguien a la pastelería Embassy del Paseo de la Castellana a comprarlos. En general, las ministras suelen abusar más del coche of icia l que los ministros".

El testimonio pertenece a uno de los 40 trabajadores de la plantilla del Parque Móvil del Estado que fueron despedidos el pasado miércoles "de manera absolutamente injusta", según su versión de los hechos, aunque el organismo asegura a La Gaceta que "todo se ha hecho conforme a la legalidad vigente", en palabras del subdirector de Recursos Humanos, Julio Gutiérrez , que corrobora n desde el Ministerio de Economía y Hacienda. Mientras tanto, el gobierno ha funcionarizado a 90.000 amiguetes y serviles para blindarlos contra el gobierno que viene - y que vendrá muy pronto a juzgar por las prisas que les han entrado a los destructores d ela nación.

Los trabajadores se sienten maltratados y, aunque tienen miedo a las represalias -por eso piden no ser identificados-, han decidido revelar a La Gaceta algunos casos que demuestran el más que cuestionable uso que muchos altos cargos hacen del vehículo oficial que sufragan con sus impuestos todos los españoles.

Uno de los conductores sigue hablando de la vicepresidente Salgado:
"Aquel día la entrevistaban en una revista importante, creo que era Vanity Fair, y se empeñó en que le lleváramos un burro de los que se utilizan en las boutiques, cargado de modelitos, para poder elegir en la sesión de fotografía. Se enfadó mucho cuando los compañeros se negaron".
"De eso se enteró la Prensa en su momento", le interrumpe otro chófer del grupo, cuyo relato tampoco tiene desperdicio:
"Más de una directora general ha pedido que se le instalen en el coche las sillas de los niños para cuando nos mandan ir a buscarlos a la guardería o al colegio. Que yo sepa, no hay ninguna ministra que haya hecho lo mismo, pero sí que hay una que tiene un Peugeot a disposición de su cocinera particular para que vaya a hacer la compra todos los días al mercado".
QUINCE MILLONES

El pasado 29 de agosto La Gaceta publicaba que, pese a la crisis, el Gobierno de Zapatero mantendrá el año que viene los 490 vehículos oficiales que utilizan los altos cargos socialistas. El coste anual alcanza los 15 millones de euros. El dato escandaliza a los conductores que acaban de decir adiós al Parque Móvil del Estado. No olvidemos: En España hay más coches oficiales que en todos los EE.UU. de América, un país como 50 veces más grande que España.
"No será por lo que ganamos nosotros. El sueldo medio lo tenemos en 1.300 euros al mes, aunque con el plus de productividad y el de incidencias te puedes sacar bastante más".
Porque hay quien necesita el coche prácticamente las 24 horas del día. Puede ser el caso de la ex Ministra miembra de Igualdad:
"Nadie en el Parque quiere que le toque con Bibiana Aído. Sale habitualmente de copas (casi siempre por la zona de Huertas). Hay que recogerla a altas horas y el servicio incluye también ir a buscar a sus amigas".
"Para madrugada, lo de Evo Morales", rememora otro de los trabajadores.
"En la cumbre UE-América Latina que se celebró en Madrid la pasada primavera, hubo que llevar al presidente boliviano a jugar un partido de fútbol que le había organizado la Embajada a las doce de la noche. Se le recogió en el Palacio Real, donde había cenado con los Reyes, para llevarle hasta Montecarmelo, que es donde está el campo que eligieron para la ocasión. Fue directamente, se cambió en el coche y todo...".
Las multas 

Llegado el caso, por cierto, ¿quién paga la multa? La ya ex vicepresidente y ahora consejera del estado con sueldazo vitalicio, María Teresa Fernández de la Vogue, parece tenerlo claro:
"Que seamos nosotros los sancionados es el colmo. De la Vega, por ejemplo, siempre llega tarde a todas partes y nos obliga a pisar el acelerador a tope. En un viaje a Valencia, a un compañero le quitaron seis puntos del carné por ir a 190 km/h y la jefa no hizo nada por ayudarle. ¡Si ni siquiera sabe cómo nos llamamos!".
Y me pregunto: ¿Por qué estos membrillos pisan el acelerador sabiendo lo que hay? Los han despedido de todas formas. Deberían dejar que llegue el juicio y que declaren sus señorías ilustrísimas.

La fama de Caldera 

De todas formas, la persona más criticada por los conductores es Jesús Caldera. El hoy presidente de la Fundación Ideas, antaño ministro de trabajo de Zapatero, "nos ha tratado siempre con la punta del pie. Si tenía que decirnos algo, utilizaba a un escolta como intermediario para no dirigirse a nosotros".

Cuanto menos pinta un ministro, más hijoputa se vuelve.

En el extremo contrario se halla Trinidad Jiménez, actual ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación.
"Siempre es amable y educada y nunca utiliza el coche oficial en fin de semana, como tampoco lo hace González-Sinde".
La Gaceta ha intentado contrastar la información con los ministerios aludidos. Sólo responde Economía:

"La vicepresidente tiene la obligación de ir siempre en coche oficial y con escolta. Por seguridad".
A los pocos minutos, uno de sus conductores habituales contacta con La Gaceta:
"Mi nombre es Óscar Moreno y niego rotundamente que la señora Salgado me haya mandado nunca a por bombones".
Desde Embassy, no obstante, confirman que es cliente habitual de la pastelería.

"Cuando no viene ella, envía a alguien a comprar" (...). Le encantan nuestros bombones; ningún tipo en especial, los pide variados."

A LA CALLE EN PLENA CRISIS 

Hace 15 días, la Dirección del Parque Móvil del Estado comunicaba por carta a 40 de los 1.030 trabajadores que componen su plantilla que serían despedidos el día 10 de noviembre al término de su jornada laboral.

Los 40 tenían contrato de interinidad, esto es, con fecha de inicio pero no de extinción, con la posibilidad de acceder a una plaza vía oposición.

El problema está en que, hace dos años, cuando se convocaron dichas plazas, nadie les informó, aunque terminaron enterándose y se presentaron al examen junto a 4.000 candidatos. "Nuestra sorpresa fue que la prueba no cumplía con las bases de la convocatoria, referidas a la legislación y la seguridad vial para el carné de conducir B. No fue justo ni legal porque la mayoría de las preguntas tenían que ver con el carné C, D y E", opinan con indignación los afectados. Ante tal irregularidad, buena parte del grupo acudió a los sindicatos, que no hicieron nada por defender sus derechos.
"Nos sentimos traicionados por la dirección del Parque, pero sobre todo por UGT, CC OO, USO y CSIF. Cuando entramos, ya nos avisaron de que debíamos afiliarnos a alguna central, sobre todo a UGT, si queríamos que nos fuera bien. Con el tiempo, comprobamos, desgraciadamente, que la cosa iba en serio", se lamenta uno de los conductores.
Y luego sale en el B.O.E. que su graciosa majestad ha sentido la necesidad, a propuesta del cejas, conceder a los ministros y las ministras miembras cesados en sus cargos la dignidad de miembros de la Real Orden de Carlos III, todos ellos ministros que han tenido su parte en la crisis que atraviesa este país y que más bien merecerían ser flagelados en plaza pública antes de recibir reconocimientos por una labor mal hecha.

Aún mejor: Merecerían pasarse un mes en un comedor social para saber por lo que pasa alguna gente gracias a su nefasta gestión. No es lo mismo escribir informes desde un lujoso despacho que vivir la realidad en su propia carne.

Un artículo de Paco Robles, publicado en ABC, invita a reflexionar y es portador de argumentos que desmontan y desarbolan la perversión corrupta en la que muchas veces navega el poder político en España:



ERA UN COMEDOR SOCIAL Y SE VIO RODEADO DE ESO QUE NUNCA SE NOMBRA EN LOS INFORMES QUE PREPARA: POBRES
Pagó la última ronda de unas cervezas que le habían sentado divinamente después de una intensa semana de trabajo, se lo habían pasado bomba despotricando del viaje del Papa, de la hipocresía de la Iglesia, de todo lo que les pedía el anticlericalismo que los unía como la amistad que se profesaban y que les servía para estar colocados en la misma empresa pública de la Junta. Se fue a casa para comer algo antes de echarse una buena siesta, pero de camino se encontró con un olor que lo llevó directamente hasta el paraíso efímero de su infancia. Un olor a cocido, a caldo humeante, el aroma que lo recibía cuando llegaba a su casa después del colegio, con su madre atareada en la humilde cocina donde la olla hervía sin cesar.

Entró en un local que le pareció un restaurante modesto pero con encanto, iba distraído, pensando en el Informe Técnico sobre Prevención de Riesgos Psicosociales de las Personas Expuestas a Situaciones de Disrupción Económica Familiar que le habían encargado en la empresa pública donde trabaja. En realidad no era un restaurante, sino un autoservicio frecuentado por gente de toda condición. Había personas ataviadas a la antigua usanza junto a individuos solitarios que vestían según las normas alternativas del arte povera. De pronto abrió los ojos y se quedó pasmado al comprobar que quien le servía la comida en la bandeja era una monja. Aquello era un comedor social y se vio rodeado de eso que nunca se nombra en los informes ni en los dosieres que prepara: pobres.

Quiso retirarse pero la monja no lo dejó. Le sonrió y le dijo que no se preocupara, que la primera vez es la más complicada, que no debía avergonzarse de nada, que el cocido estaba buenísimo y que de segundo había filete empanado, que no se perdiera las vitaminas de la ensalada ni de la fruta, y que podía rematar la comida con un helado de los que había regalado una fábrica cuyo nombre obvió. Se vio sentado a una mesa donde un matrimonio mayor y bien vestido comía en silencio sin levantar los ojos de la bandeja. Enfrente, un tipo con barba descuidada sonreía mientras devoraba el filete empanado y le contaba su vida, había perdido el trabajo, el banco se había quedado con su casa, después del divorcio no sabía adónde ir, menos mal que las monjas le daban comida y ropa, y que dormía en el albergue bajo techo, «al final he tenido suerte en la vida, compañero, así que no te agobies, que de todo se sale…»

No podía creer lo que estaba sucediendo. Nadie le había pedido nada por darle de comer, ni le habían preguntado por sus creencias. Se limitaban a darle de comer al hambriento, sin adjetivos. Al salir no le dio las gracias a la monja que le había dado de comer. Pero no fue por mala educación, sino porque no podía articular palabra. Una inclinación de cabeza. Ella le contestó con una sonrisa leve. «Vuelve cuando lo necesites y si no estoy, di que vienes de parte mía. Me llamo Esperanza». francisco robles 

Esa es la realidad. Mientras, la vida que llevan los socialistas del PSOE se parece cada día más a la que hacía la alta nobleza francesa en tiempos del Rey Luis XV. Es como con los cerdos de La Rebelión en la Granja que, convertidos en dirigentes de la granja, se convierten en lo mismo que querían combatir.
Ante estas injusticias y estos despropósitos sólo cabe una respuesta: ¡Rebélate!


1 comentario:

Jorge Cerrigone Lloyd dijo...

Probablemente la dualidad mas importante que distingue al pensamiento occidental a lo largo de los tiempos descansa en el contraste entre “idea” y “materia”. Probablemente la extinción de occidente en el devenir de la historia se de ante la ruptura en esa dualidad. Probablemente uno de los fallos (inevitable por cierto) que comience a erosionar esa doble determinación se manifieste al momento en que tengamos la presunción de poseer la “idea de la mejor idea”. Probablemente el siguiente fallo que continuará desintegrando la conjunción se manifieste cuando ya no tengamos la voluntad de poseer la mejor materia de la materia…