En su tono habitual y con un discurso igualmente vacuo que él de su gran líder planetario Rodríguez Zapatero, la Secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, ha arremetido nuevamente contra el Partido Popular, al que reprocha su falta de cooperación con el gobierno. Su crítica a la supuesta estrategia seguida por el principal partido de la oposición se encuadra dentro de la táctica del PSOE de echar balones fuera y atribuir toda la culpa de la mala gestión del gobierno a un partido que poco tiene que hacer. Parece que los socialistas no tienen muy claro que son ellos quienes han sido elegidos para gobernar y solucionar problemas. Lo único que podría aportar un partido de la oposición son propuestas de cómo se puede hacer mejor lo que a todas luces los socialistas no saben hacer, pero si éstos no aceptan las propuestas, de nada vale culpar a los oponentes de que no se consiga dar con soluciones válidas.
Ha dicho Pajín que "con una mano dicen una cosa y con otra recogen el dinero", como si se pudiera decir algo con la mano. Lo que olvida también la multiasalariada Secretaria de Organización del Partido Socialista es que son ellos los principales expertos en recoger dinero de cualquier parte, y ella la primera.
Afirmar gratuitamente que en el PP "no sólo son irresponsables, se equivocan, así no van a sacar más votos", es pura demagogia de la barata. Irresponsables han sido y son los socialistas al no haber previsto la crisis anunciada ya en 2004 en el sector de la construcción (se sabía ya entonces que el volumen de construcción iba a reducirse a una cuarta parte), pues de haber tomado medidas entonces, tal vez el impacto de la crtisis financiera de 2007/08 no habría llegado a ser tan fuerte. Pero en lugar de ello, los socialistas se durmieron en laureles ajenos adjudicándose ellos la buena marcha de la economía. Lo que olvidaron es que una política económica aplicada a partir de 1996 tenía que cambiar necesariamente a lo largo de los años, ya que las circunstancias y la demanda van cambiando y necesitan de nuevos enfoques de la política económica para reorientar la actividad económica e industrial de un país.
Pero los del PSOE no son capaces de ver la realidad, y su cinismo no conoce límites: "Vamos a generar empleo, porque los socialistas detrás de las cifras vemos que hay hombres y mujeres que lo están pasando mal". "Ese es nuestro único objetivo, el principal objetivo y sobre todo cuando buscamos medidas que creen empleo más y mejor empleo por eso nos sentamos en la mesa del diálogo social. Estamos viviendo un momento difícil, para el país, no para el Gobierno y el partido. Un momento difícil por la crisis que golpea a todo el mundo y que ha golpeado a muchos ciudadanos que sienten su incertidumbre".
¿Generar empleo? ¿Que es su único objetivo? Pues no da la impresión que sea así. El gobierno socialista no ha hecho absolutamente nada para generar empleo. Lo único que se les ha ocurrido es el Plan E para financiar obras menores en todos los municipios de España, como por ejemplo la construcción de aceras, medidas que crean empleo a corto plazo con una duración bastante limitada en el tiempo. Sería justificable incrementar así el endeudamiento del estado si sirviera para crear empleo a largo plazo, con proyectos bien planificados para atraer inversión y crear valores añadidos en forma de servicios generados a partir de estos proyectos, mientras que las medidas adoptadas sirven sólo para embellecer a pueblos y ciudades sin que estas obras contribuyan a generar un retorno gracias a la creación de empleo de larga duración.
Otra frasecita que se la trae es esta: "El Gobierno está empeñado en encontrar un diálogo social para tener una política social." Lo del diálogo social es bastante cansino, porque no existe ningún diálogo real que sirva para algo. Si la política social depende de este diálogo más abstracto que real, se entiende por qué dicha política social se compone de las ideas que Zapatero se saca de la manga de vez en cuando.
Pajín subraya esta falacia con otra mentira: "Hemos encontrado en las últimas horas buenas noticias, acuerdos entre sindicatos y empresarios en los temas salariales." Dudo de que exista ese acuerdo, ya que las subidas salariales que plantean los sindicatos son tan poco realistas como toda la política del gobierno.
"Este Gobierno está empeñado en encontrar un diálogo social para que tengamos una política social... a pesar de que hay dirigentes que ponen palos en la rueda para que el diálogo social se rompa", ha dicho Pajín para reiterar su convicción de que la culpa la tiene sólo el PP. Y para que no falten las promesas vacías, añadió que "seguiremos extendiendo la mano a todos y cada uno de los partidos políticos que tiene ganas de arrimar el hombro, pues somos un país que mira hacia el futuro con serenidad." Eso de arrimar el hombro es la frase preferida de todo socialista de pro. Sólo que no deben saber muy bien qué significa eso.
Tampoco saben muy bien lo que es eso del diálogo. Según Pajín, el PSOE es un partido "que siempre ha creído en el diálogo", un partido que acaba de aprobar, hace dos meses, unos Presupuestos Generales del Estado con el mayor apoyo de los últimos años, y que consiguió demostrar que tiene el apoyo y la capacidad de acordar con todas las fuerzas políticas. Y lo dice sin ruborizarse. Olvida mencionar que los presupuestos se aprobaron haciendo concesiones a los nacionalistas, es decir, comprando sus votos. Para que fuesen unos presupuestos resultantes de un diálogo amplio, tendrían que contar con la aprobación del PP, y no es así. Además, diálogo no es lo mismo que consenso, se puede dialogar eternamente sin llegar a ningún resultado. Como ya sentenció el eurodiputrado popular alemán Werner Lange, el discurso de Zapatero no contiene nada vinculante, sólo palabras huecas.
"Os pido que no tengamos miedo de abrir debates que van en benefio de los ciudadanos", "Tenemos que desarrollar la capacidad de explicar, y tenemos que aceptar y mejorar el discurso", ha animado a los asistentes. Claro, "tenemos que desarrollar", es decir, que no lo han hecho (ni piensan hacerlo).
Y respecto de las pensiones, lo que ha hecho es repetir un argumento tan fácil como poco convincente: El cambio demográfico. Pero se olvida otros factores, como el alcoholismo juvenil, que tendrá graves consecuencias para el futuro del sistema de previsión social, así como la falta de industrias productivas en Europa para asegurar los puestos de trabajo. Un continente como Europa no puede vivir sólo de los servicios, necesita industria y puestos de trabajo menos cualificados para garantizar el porvenir de toda una sociedad de 500 millones de habitantes.
Y terminó la pluriempleada socialista diciendo: "Por eso un Gobierno responsable ha de saber capaz de ver los derechos de los ciudadanos de hoy y de mañana. No se pueden recortar las pesiones, ni los derechos sociales, porque no puede ser que los que hoy están trabajando y cotizando no tuvieran una pensión digna porque los socialistas no tenían hechos sus deberes." Más cinismo y más mentiras. Porque elevar la edad de jubilación a 67 años y la base de cálculo a 20 años supone una reducción drástica de las pensiones futuras. Lo que tiene que cambiar es todo el sistema de cotizaciones para que queden aseguradas, ante todo, las pensiones de los que cotizan, sin que tenga que importar la proporción entre población activa y población no productiva. Pero eso es pensar a largo plazo, algo que desconocen los políticos en general y los socialistas en particular.
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