02 junio 2008

Impasible el ademán...

Partido Popular: Entre la chulería y el inmovilismo


En lugar de reformar el partido renovando la manera de hacer las cosas, el PP sigue con el ademán impasible ante las críticas, las bajas de afiliados y el descontento general que se percibe a través de la prensa y las opiniones publicadas en Internet en los más diversos foros en los que intervienen los hasta ahora votantes del PP.

La última chulería de mal gusto de Soria (¡Viva el nacionalismo canario!), de la que se ha sabido a través de la prensa, llamando a María San Gil poco menos que facha ("SMS: "María, he recibido tu ponencia. ¡Arriba España!"), cuando en realidad los que mandan en el PP son los fachas de siempre tipo Manuel Fraga, encuadra perfectamente en el nuevo talante de la dirección del PP y que se caracteriza por la total falta de respeto ante personalidades destacadas del partido que han contribuido mucho a su crecimiento y sus resultados electorales.

Nuevamente llama la atención que Manuel Fraga haya señalado a los periodistas que no cree que nadie vaya a presentar una candidatura alternativa en el XVI Congreso. "No creo que haya más candidatos", aseguró tras la farsa de la convención del PP celebrada en Valladolid el fin de semana.

La ausencia de algunos dirigentes del PP son, además, muestra de que no van tan bien las cosas como nos quiere hacer saber Mariano Rajoy. También es significativa la actitud que muestra Fraga ante los votantes del PP, pues al llegar a la sede del PP
uno de los ciudadanos anónimos apostados en la calle acusó tanto a la diputada Celia Villalobos (la del ¿cómo se hace un caldo sin usar huesos de bovino?) como a Manuel Fraga de haber traicionado su voto. "No hemos traicionado nada", le respondió la primera. "¿Quién es ese cretino?", inquirió el segundo. Ese es el respeto que tienen los dirigentes del PP (¿o mejor dicho de AP?) a los que se supone son su base.

El abandono prematuro del comité ejecutivo de hoy (2 de junio) por parte de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, ambos con aspecto de no estar muy contentos con lo tratado en la reunión, son otro indicio. Que Gallardón tenga esta actitud después de sentirse aupado por Rajoy a ocupar un cargo importante se deberá, seguramente, a que se baraje ahora a García Escudero como nuevo secretario general, con lo que relegaría a Gallardó a un puesto secundario, algo que éste probablemente no aceptará.


Lo que me queda cada vez más claro es que no van a permitir candidaturas alternativas en el congreso -o al menos van a hacer que fracasen- y que todo seguirá como hasta ahora. Es lo mismo que ocurre, por ejemplo, en el PP de Galapagar desde 2007 y antes, y es lo mismo que parece ha sido la filosofía de los políticos populares de otros países: Quedarse sentado sin inmutarse hasta que se hayan cansado de criticar. Sólo que esa actitud no la aprueban los votantes del partido que orientan su voto hacia otras formaciones tal vez más democráticas.

Despreciar a la gente de a pie y los indicadores de las encuestas recientes es no querer ver la realidad. El PP necesita un talante más abierto, pero con las estructuras existentes será imposible que lo adopte.

1 comentario:

El Espantapájaros dijo...

Es una opinión que comparto. En el PP hay mucho impresentable, por eso es necesaria la alternativa, para que, aunque no salga adelante, los votantes vean que hay algo más allá de la mediocridad reinante.

Gracias por el enlace, es un honor. En cuanto tenga un momento haré lo propio.