La última jornada del congreso fue una adulación soporífera, falta de toda autocrítica. Como todo el congreso, los discursos finales trataron de ser una operación de imagen, pero el intento ha sido nada convincente.
Comenzó la adulación de Rajoy con la intervención de Nacho Uriarte, quien como Mariano Rajoy dedicó parte de sus últimas palabras a Ángel Acebes:
"Permitidme que agradezca a una persona estos últimos años de confianza y de fe en NN.GG. Él ha sido quien ha situado a NN.GG. donde está hoy. Desde el primer día que entré como presidente hasta hoy,nos ha hecho partícipes siempre del trabajo diario del partido, de las reuniones de equipo; nos ha enseñado a compartir las dificultades, las responsabilidades y los éxitos.
Querido Ángel, gracias en nombre de todos los jóvenes y en el mío propio".
El discurso de Uriarte ha sido con diferencia el discurso más insípido y vacío de contenido de todos. Uno se pregunta qué pinta NN.GG. en la vida pública española, pues no recuerdo haber oído absolutamente nada de esta organización juvenil del PP durante los últimos años, mucho menos recuerdo alguna aportación de valor al debate interno del PP y al debate público sobre problemas que afectan a los jóvenes. Precisamente del presidente de NN.GG. sería de esperar una actitud crítica hacia la dirección del partido y una aportación de ideas nuevas y frescas que contribuyan o puedan contribuir a un cambio en el partido. Qué pena que NN.GG. estén presididas por un abuelo prematuro, un carca y un hombre sin ideas ni fondo ideológico.
A continuación habló el presidente de UPN y de Navarra, Miguel Sanz, quien habló del "alvero mediático", en el cual, dice, "ha habido varios lances que merecían una respuesta. No quiero rematar faena alguna, que sólo corresponde hacer a Mariano Rajoy". Al igual que Uriarte, se limitó a adular a Rajoy. De UPN se podría esperar un posicionamiento algo más crítico con la nueva dirección del PP, pues con la actual debilidad en los planteamientos de Rajoy y la falta de energía de Sanz no es de esperar que UPN vaya a superar las próximas elecciones autonómicas.
Francisco Camps también hizo un discurso de apoyo y adhesión a Mariano Rajoy, de quien dice que "frente a un político que no sabe afrontar los retos del S XXI, tenemos al mejor líder, al más capaz". Hizo un llamamiento a la unidad del partido y a la necesidad de sumarse sin reservas al nuevo equipo.
Mientras que en su primera intervención dio la impresión de un lider con cierto carisma y capacidad de hablar, en la clausura dio muestras de una total falta de realismo. Que Mariano Rajoy ya no es ni ha sido nunca el mejor lider y el más capacitado queda fuera de toda duda. Es más: Creo que nunca ha sido un líder, quiso serlo, pero no supo estar a la altura.
Tras una intervención igualmente aburrida de la nueva secretaria general, Cospedal, que se dedicó iguialmente a la adulación del presidente del PP y la negación de la realidad, habló por fin Rajoy.
Comenzó con una interminable lista de agradecimiento:
"Gracias a todos. Me habéis dado vuestra confianza. Yo estoy aquí porque vosotros me habéis puesto. No estoy aquí por ninguna multinaciona, ningún sindicato. Y dado lo que algunos dicen que pasó, el recuerdo de vuestro gesto va a quedar a buen recaudo en mi memoria."
Primera mentira y gorda: No le han puesto allí los afiliados, ni tampoco los compromisarios. Primero le puso Aznar y después se autoimpuso eliminando a todo adversario con intención de presentarse como alternativa. Que haya sido elegido por el 78% de los compromisarios no le da más legitimidad de la que tenía. ¿Qué se va a hacer habiendo sólo un candidato? Al menos unos 450 compromisarios tuvieron la entereza de no darle su voto. Después del insípido discurso de Rajoy tenían que haber sido muchos más que le negaran su voto.
Continuó: "Hablo de Gobernar y no de lo que se hace ahora. No basta con sentarse en el Gobierno para gobernar. Hay que ver lo que ha cambiado España en dos meses. En la campaña electoral se dijo que estábamos en jauja. En cuanto se celebraron las elecciones, se acabaron los disimulos porque no se podía ocultar lo que ya era evidente. Los españoles lo sufren."
Vale, pues muy bien. ¿Dónde estaba Rajoy durante las dos semanas posteriores a las elecciones? En realidad, desde las elecciones no hizo ninguna crítica contundente al gobierno, y motivos no han faltado. La forma en que plantea este tema es indicio de lo que va a ser la acción política de Rajoy a partir de ahora: Planteamientos débiles.
"España nos necesita. Necesita un instrumento político como el que sale de este Congreso. ¿Qué vamos a ofrecer a los españoles? Todo lo que los españoles necesitan. De nosotros se ha dicho casi todo. Pero nadie dice que no sepamos crear riqueza y progresar."
"Todo el mundo sabe que cuando hablamos de la España de las autonomías, estamos hablando de España, y no de otra cosa. De España."
"Estaremos del lado delas víctimas. Siempre. Y no queremos que el apremio de otros problemas debiliten esta constancia. Ellos encarnan la deuda de justicia que reclamamos a los asesinos. Siempre con las víctimas del terrorismo."
Realmente es sólo insistir en lo que está claro desde hace tiempo. El discurso final de Rajoy sólo demuestra que le faltan ideas, le falta energía y le falta poder de convicción. El PP no ha comenzado bien esta legislatura, y de las intervenciones de los máximos responsables del partido no se desprende que la acción de la oposición vaya a ser más intensa que lo que hemos podido escuchar.
Terminó Rajoy diciendo: "Os decía que nunca me ha faltado vuestro calor. Viéndoos aquí, os aseguro que, aunque sólo fuera por eso, mi compromiso de no desfallecer y de llevaros a la victoria es, hoy, mucho más fuerte. Os lo debo a todos."
Pues ya parece desfallecido antes de empezar, así que tampoco da la impresión que vaya a llevar al PP a la victoria. Con su compromiso no basta. No dudo que que Rajoy es un hombre comprometido con el partido, pero no parece tener la capacidad de cosechar los éxitos deseados.
A continuación habló el presidente de UPN y de Navarra, Miguel Sanz, quien habló del "alvero mediático", en el cual, dice, "ha habido varios lances que merecían una respuesta. No quiero rematar faena alguna, que sólo corresponde hacer a Mariano Rajoy". Al igual que Uriarte, se limitó a adular a Rajoy. De UPN se podría esperar un posicionamiento algo más crítico con la nueva dirección del PP, pues con la actual debilidad en los planteamientos de Rajoy y la falta de energía de Sanz no es de esperar que UPN vaya a superar las próximas elecciones autonómicas.
Francisco Camps también hizo un discurso de apoyo y adhesión a Mariano Rajoy, de quien dice que "frente a un político que no sabe afrontar los retos del S XXI, tenemos al mejor líder, al más capaz". Hizo un llamamiento a la unidad del partido y a la necesidad de sumarse sin reservas al nuevo equipo.
Mientras que en su primera intervención dio la impresión de un lider con cierto carisma y capacidad de hablar, en la clausura dio muestras de una total falta de realismo. Que Mariano Rajoy ya no es ni ha sido nunca el mejor lider y el más capacitado queda fuera de toda duda. Es más: Creo que nunca ha sido un líder, quiso serlo, pero no supo estar a la altura.
Tras una intervención igualmente aburrida de la nueva secretaria general, Cospedal, que se dedicó iguialmente a la adulación del presidente del PP y la negación de la realidad, habló por fin Rajoy.
Comenzó con una interminable lista de agradecimiento:
"Gracias a todos. Me habéis dado vuestra confianza. Yo estoy aquí porque vosotros me habéis puesto. No estoy aquí por ninguna multinaciona, ningún sindicato. Y dado lo que algunos dicen que pasó, el recuerdo de vuestro gesto va a quedar a buen recaudo en mi memoria."
Primera mentira y gorda: No le han puesto allí los afiliados, ni tampoco los compromisarios. Primero le puso Aznar y después se autoimpuso eliminando a todo adversario con intención de presentarse como alternativa. Que haya sido elegido por el 78% de los compromisarios no le da más legitimidad de la que tenía. ¿Qué se va a hacer habiendo sólo un candidato? Al menos unos 450 compromisarios tuvieron la entereza de no darle su voto. Después del insípido discurso de Rajoy tenían que haber sido muchos más que le negaran su voto.
Continuó: "Hablo de Gobernar y no de lo que se hace ahora. No basta con sentarse en el Gobierno para gobernar. Hay que ver lo que ha cambiado España en dos meses. En la campaña electoral se dijo que estábamos en jauja. En cuanto se celebraron las elecciones, se acabaron los disimulos porque no se podía ocultar lo que ya era evidente. Los españoles lo sufren."
Vale, pues muy bien. ¿Dónde estaba Rajoy durante las dos semanas posteriores a las elecciones? En realidad, desde las elecciones no hizo ninguna crítica contundente al gobierno, y motivos no han faltado. La forma en que plantea este tema es indicio de lo que va a ser la acción política de Rajoy a partir de ahora: Planteamientos débiles.
"España nos necesita. Necesita un instrumento político como el que sale de este Congreso. ¿Qué vamos a ofrecer a los españoles? Todo lo que los españoles necesitan. De nosotros se ha dicho casi todo. Pero nadie dice que no sepamos crear riqueza y progresar."
"Todo el mundo sabe que cuando hablamos de la España de las autonomías, estamos hablando de España, y no de otra cosa. De España."
"Estaremos del lado delas víctimas. Siempre. Y no queremos que el apremio de otros problemas debiliten esta constancia. Ellos encarnan la deuda de justicia que reclamamos a los asesinos. Siempre con las víctimas del terrorismo."
Realmente es sólo insistir en lo que está claro desde hace tiempo. El discurso final de Rajoy sólo demuestra que le faltan ideas, le falta energía y le falta poder de convicción. El PP no ha comenzado bien esta legislatura, y de las intervenciones de los máximos responsables del partido no se desprende que la acción de la oposición vaya a ser más intensa que lo que hemos podido escuchar.
Terminó Rajoy diciendo: "Os decía que nunca me ha faltado vuestro calor. Viéndoos aquí, os aseguro que, aunque sólo fuera por eso, mi compromiso de no desfallecer y de llevaros a la victoria es, hoy, mucho más fuerte. Os lo debo a todos."
Pues ya parece desfallecido antes de empezar, así que tampoco da la impresión que vaya a llevar al PP a la victoria. Con su compromiso no basta. No dudo que que Rajoy es un hombre comprometido con el partido, pero no parece tener la capacidad de cosechar los éxitos deseados.
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