No creo que la crítica justificada del señor Hunold pueda causar seriamente malestar en personas con dos dedos de frente.
Es la descripción de una situación real que en España está causando cada vez más problemas, y además limita cada vez más las oportunidades de los jóvenes que reciben su formación en las lenguas autonómicas para poder salir al resto de España.
Lo que observo desde hace años es que la gente que usa de forma fanática la lengua catalana o la lengua vasca está sufriendo un
deterioro paulatino de sus capacidades mentales. Se debe tratar de una especie de proceso degenerativo que aumenta en espiral y lleva a la locura total, con pérdida completa de la percepción de la realidad, creciente falta de respeto hacia los demás, despotismo a la hora de tener que dialogar con personas que piensan de otra forma y tendencia a enaltecer el terrorismo, a vilipendiar símbolos nacionales que sí admiran otros ciudadanos y a creerse el culmen de la cultura y la historia. Tienden a fantasear sobre un pasado que nunca fue tal como se creen y ven en cada esquina a un enemigo cual molinos que veía Don Quijote.
Los ataques del enloquecido señor Puig podrían tener consecu
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encias graves para Baleares y Cataluña. Parece que los gobiernos catalán y balear prestan desde hace ya demasiado tiempo demasiada atención a cuestiones tan absurdas como la imposición por la fuerza del uso de
un idioma que no parece tener tan amplia aceptación como lengua vehicular como nos quieren hacer creer. La mejor muestra son los resultados de las películas de cine dobladas al catalán, con un coste de 84 euros por entrada dada la baja asistencia del público, o que sólo un 10% de la población catalana compra libros editados en catalán. No se ocupan en cosas tan importantes como las infraestructuras, pues ya se ve lo que ocurre con los trenes de cercanías en Cataluña. No se ocupan del agua y confían en que Z ya pondrá conducciones temporales para abastecer a Barcelona con agua del Ebro. Se
olvidan que Mallorca vive en su mayor parte del turismo alemán. Ya se vio hace unos años que a causa de la crisis económica en Alemania la isla se quedó sin una importante parte de los turistas.
Olvidan que en Alemania
las playas del Báltico han vuelto a su esplendor de antaño y ofrecen gran calidad de esparcimento, lo que unido al aumento de las temperaturas en Alemania este año lleva a pensar que podrían optar por destinos más cercanos, tal vez más baratos y con más calidad, sin tener que someterse a que les hablen sólo en mallorquín o en catalán (los hablantes del último desprecian evidentemente al mallorquín como lengua y tratan de imponerse de forma imperialista). Olvidan que en los países del este el turismo crece y es más barato, y encima que allí mucha gente habla bien el alemán.
Olvidan los catalanes que su fábrica de automóviles es alemana (SEAT) y que Volkswagen lleva ya tiempo pensando en cerrarla. Olvidan que muchas industrias importantes son de capital alemán. Y creen que por criticarles por su fanatismo lingüístico están en el derecho de insultar a todo un pueblo y calificarlo de nazis.
¿En qué mundo viven los señores de ERC? Parece que no han salido de su aldea y
se creen Astérix y Obélix luchando contra el Imperio de Roma. ¿Qué les parecería si Alemania se dedicara ahora a llamar a todos los catalanes y baleares franquistas de la peor calaña mostrando imágenes de cuando se aclamaba a Franco en las calles de Barcelona con los brazos alzados? Pero no lo harán, digo yo, pues si en algo se diferencia la Europa central de España es en que a nivel de empresas, de universidades y de la cultura no caen en el provincianismo infantil que ponen a relucir los señores del fanatismo catalán separatista, a los que no les vendría mal que leyeran un poco libros en otras lenguas más desarrolladas.
Los dirigentes catalanes y baleares están perdiendo los papeles. Dan una importancia a un tema que no debería tener ninguna. No valoran con equidad las críticas expresadas en una revista de a bordo de una compañía aérea alemana con un importante volumen de vuelos vía Mallorca y que permite a esta isla tener conexiones aéreas de las que nunca había podido soñar, porque esta línea de bajo coste enlaza Alemania, Mallorca y varias ciudades españolas con un número de vuelos no desdeñable. Sólo hay que mirar el mapa de conexiones para hacerse una idea. Air Berlin no vuela sólo a Mallorca, vuela a muchas partes de España, incluso a Santiago de Compostela. El que usen la lengua catalana por aterrizar y despegar en Palma es tanto más absurdo cuando se piensa que en Málaga, en Santiago o en Canarias no se habla catalán y mucho menos mallorquín.
Aún más penoso es la total pasividad del gobierno de España para poner un poco de orden.
El señor Puig está cometiendo delitos varios: Injurias, difamación, enaltecimiento del terrorismo, amenazas encubiertas, apología del totalitarismo, difamación de otros pueblos... y si no me equivoco fue el señor Z quien hizo una ley para calificar de delito algunas de estas actitudes.
[Foto: Puig -con carné de diputado en la boca- ensayando a ser unidad de asalto para tomar el chalé del director de El Mundo]
Lo que consigue el señor Puig y no haya conseguido ya el señor Rovireche es que ahora
seremos aún más los españoles
que boicotearemos los productos catalanes, incluidos los baleares (aunque no sé muy bien si se producen muchos que tengan venta en la península). Por mi parte haré lo posible por suprimir los tres que aún compraba. La única excepción será Círculo de Lectores, que si bien tiene su sede en Barcelona, es una empresa alemana. Ante la situación actual quizás debería pensar en trasladar su sede a Madrid.
Deseo
suerte a Air Berlín ante los tribunales europeos. Los catalanes separatistas tienen que recibir una lección para acabar con el bochorno que están causando.
Por cierto,
la canción de Horst Wessel tiene la letra siguiente. Me gustaría saber qué tiene que ver el contenido de esta canción con la crítica sensata y comedida del señorn Hunold. ¿Acaso llamó a levantar banderas? Quienes levantan banderas raras son personas como el señor Puig, quien si duda canta esa canción todas las mañanas.
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