El aún responsable de comunicación del PP, Elorriaga, tal vez puede considerarse el negrito número 5 de los diez que se marcharán del PP hasta la celebración de su congreso. Llama la atención la dureza de sus palabras contra Rajoy, que por otra parte comparto totalmente, pues Rajoy no es la persona capaz de dirigir el partido y liderar ningún cambio positivo.
No se trata de cambiar de programa, sino de profundizar en el existente, definir los principios y valores que se defienden y establecer una estrategia inteligente y totalmente diferente a la seguida hasta ahora. Lo que me echa atrás es el papel relevante que sigue ejerciendo Manuel Fraga en el partido, con algunas descalificaciones que ha vertido ante la prensa, expectante para conocer lo que piensa Fraga de todo lo que ocurre.
Opino que no se debe prescindir de la opinión y del consejo de la gente mayor, pero no creo que Fraga pueda aportar nada positivo al partido, y con su valoración de lo dicho por Elorriaga demuestra que no respeta para nada lo que puedan opinar otras personas que han tenido algún puesto de responsabilidad en el partido.
Parece que ahora hay más de mil enmiendas para el congreso y que aparecen compromisarios que retiran su apoyo a Rajoy. Posiblemente sea esto un indicio de que puede haber alguna candidatura alternativa. Si no la hubiese y todo se reduce a un debate sobre las enmiendas, con el resultado se confirmar a Rajoy en su cargo, auguro pocas posibilidades al PP de remontar el vuelo.
Las elecciones europeas supondrán una primera prueba de fuego y acabarán con mucha probabilidad en un batacazo sonado para Rajoy. Los votantes no consideran a las europeas unas elecciones decisivas -y no lo son- por no tener el Parlamento Europeo ningún poder real en la Unión, ya que la Comisión está al margen de sus decisiones y no se elige democráticamente. Por eso pueden ser utilizadas para castigar a un partido que no está a la atura de las circunstancias. Por el momento parece más bien que todo está bajo el control de la conexión gallega Fraga-Rajoy-Feijoo y no sé si algunos más. Rajoy parece, además, optar por la táctica de quedarse sentado mientras los demás se tiran los trastos a la cabeza, con la esperanza de que al final se calmarán y aceptarán sus imposiciones. Pero esta táctica no supone una solución a largo plazo ni suple las deficiencias existentes.
Mucho me temo que la sorpresa esperada no se producirá y todo seguirá como hasta ahora. Este año bisiesto los cambios van para peor en todos los países, por qué ha de ser distinto en el PP.
No se trata de cambiar de programa, sino de profundizar en el existente, definir los principios y valores que se defienden y establecer una estrategia inteligente y totalmente diferente a la seguida hasta ahora. Lo que me echa atrás es el papel relevante que sigue ejerciendo Manuel Fraga en el partido, con algunas descalificaciones que ha vertido ante la prensa, expectante para conocer lo que piensa Fraga de todo lo que ocurre.
Opino que no se debe prescindir de la opinión y del consejo de la gente mayor, pero no creo que Fraga pueda aportar nada positivo al partido, y con su valoración de lo dicho por Elorriaga demuestra que no respeta para nada lo que puedan opinar otras personas que han tenido algún puesto de responsabilidad en el partido.
Parece que ahora hay más de mil enmiendas para el congreso y que aparecen compromisarios que retiran su apoyo a Rajoy. Posiblemente sea esto un indicio de que puede haber alguna candidatura alternativa. Si no la hubiese y todo se reduce a un debate sobre las enmiendas, con el resultado se confirmar a Rajoy en su cargo, auguro pocas posibilidades al PP de remontar el vuelo.
Las elecciones europeas supondrán una primera prueba de fuego y acabarán con mucha probabilidad en un batacazo sonado para Rajoy. Los votantes no consideran a las europeas unas elecciones decisivas -y no lo son- por no tener el Parlamento Europeo ningún poder real en la Unión, ya que la Comisión está al margen de sus decisiones y no se elige democráticamente. Por eso pueden ser utilizadas para castigar a un partido que no está a la atura de las circunstancias. Por el momento parece más bien que todo está bajo el control de la conexión gallega Fraga-Rajoy-Feijoo y no sé si algunos más. Rajoy parece, además, optar por la táctica de quedarse sentado mientras los demás se tiran los trastos a la cabeza, con la esperanza de que al final se calmarán y aceptarán sus imposiciones. Pero esta táctica no supone una solución a largo plazo ni suple las deficiencias existentes.
Mucho me temo que la sorpresa esperada no se producirá y todo seguirá como hasta ahora. Este año bisiesto los cambios van para peor en todos los países, por qué ha de ser distinto en el PP.
1 comentario:
De todos modos, Elorriaga no es el más indicado para criticar. La comunicación le falla al PP y él es el secretario de comunicación.
Un saludo
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