23 diciembre 2015

Elecciones Generales 2015: Análisis postelectoral


A la vista de los resultados de las elecciones, se ha roto el dominio de los dos partidos principales PP y PSOE y se produce una importante renovación en el Congreso al entrar muchos diputados nuevos. No obstante, escuchando las posturas actuales del PSOE, existe el peligro de la ingobernabilidad de España si no se supera el viejo cisma izquierda-derecha dominado por parte del PSOE, la macrocoalición de Podemos y de los nacionalistas con posturas ideológicas irracionales y de lucha frentepopulista.

Para la gobernabilidad a largo plazo, parece evidente que sólo cabe una gran coalición entre PP y PSOE, con renuncia de sus actuales líderes por su fracaso electoral (ni el PP ha ganado las elecciones sólo por ser el partido proporcionalmente más votado ni el PSOE puede arrogarse el liderazgo del cambio con poco más del 20% de los votos). En muchos países europeos existen o han existido coaliciones de gobierno entre partidos en principio antagónicos, pero ante la situación general de España (incipiente recuperación económica e intentos de desestabilización por parte de los nacionalistas catalanes) como de Europa (crisis de inmigración ilegal masiva sin controles fronterizos acompañada de terrorismo islámico, confrontación por intereses geopolíticos estadounidenses con Rusia, descoordinación en el conflicto bélico en Siria, Iraq y Libya, desunión entre estados miembros de la UE a causa de una política de inmigración inadecuada y las restricciones del comercio con Rusia), lo que tiene que haber ahora es pragmatismo y un consenso serio para progresar y no para romper España y enfrentar una parte de la población con la otra. La ventaja última sería que los políticos españoles aprendan a ser sensatos y luchar por su país y superar así una vez por todas ese rencor eterno por haber perdido los unos la guerra civil y haberla ganado los otros.

Los tiempos son diferentes, las sociedades han cambiado en muchas cosas, pero la política parece seguir moviéndose por esquemas decimonónicos.

Los malos resultados de Ciutadans/Ciudadanos indican que los bandazos dados por Albert Rivera en los últimos días, con la indefinición típica de un partido de centro que quiere emular de alguna manera a Adolfo Suárez, no convencen. La política necesita una línea clara, los ciudadanos quieren saber qué les espera.

Otro tanto pasa a los antisistema de Podemos y sus satélites (En Marea, En Comú, etc.). No sólo demuestran no estar unidos, en contra de todo pragmatismo y toda seriedad, tampoco tienen disciplina alguna. En principio defienden las mismas aberrantes propuestas de la rancia izquierda radical, pero luego no están unidos en un objetivo claro. Quieren cambiar el estado para peor, gastando lo que no tienen y expoliar a los ciudadanos para financiar sus absurdidades pseudosociales. Y parecen creerse haber ganado las elecciones para dar este cambio con apenas un 20% de los votos.

La UE ya dirá lo que piensa. No es muy probable que el Partido Socialista Europeo esté muy por la labor de tener en España un gobierno a la griega con unos políticos que no se interesan ni por Europa ni por el progreso en España, sino sólo por su ideología trasnochada de otro siglo, por muy jóvenes que sean. Y el PSOE deberá reflexionar sobre su futuro en una coalición con un conglomerado variopinto de caóticos extremistas que prefieren beberse unas litronas en un salón de plenos y arrancar las efigies de los reyes que hacer política seria. Lo que se ha acabado definitivamente es pensar que un partido puede gobernar en solitario con el simple apoyo en la investidura. Con un 20% de los votos desde luego que no.

El voto de los ciudadanos ha sido bastante claro: quieren estabilidad y confían más en los partidos grandes, por saber por dónde van, que en partidos nuevos que dan bandazos desde hace meses. Aprenderán en el día a día parlamentario, y los dos grandes aprenderán a ser más coherentes y pragmáticos.
 
 

28 junio 2015

La Europa de los Necios

Europa está gobernada por necios. La tragedia griega convertida en circo es una demostración de ia incapacidad de los dirigentes europeos para solucionar los problemas de la Unión Europea. Su única capacidad consiste en crear cada día más problemas: más endeudamiento, más inmigración ilegal, más indecisión. El desastre parece programado e inevitable.

Desde hace cinco años, Grecia está en situación de bancarrota. No es la primera vez que ese país haya llegado a tener que declararse insolvente. Grecia lleva 185 años malgastando dinero, haciendo promesas falsas e incumpliendo acuerdos internacionales. 

Cuando alcanzó la independencia del Imperio Otomano, en 1830, el reino de Baviera apoyó a Grecia -por puras razones de nostalgia por la Grecia clásica inexistente desde hace siglos- durante tres décadas para ayudar con la creación de una estructura administrativa eficaz. Aquel apoyo costó mucho dinero, pero los griegos seguían sumidos en sus trapicheos y sus estructuras de la época otomana, y en 1860 echaron la culpa de su propio desastre a los bávaros y los echaron a patadas del país. Primera quiebra del estado griego.

Así seguían los helenos otomanizados, hasta que en 1896 se avecinaba otra quiebra. Paquetes de ayudas e inversiones quedaron en saco roto. Los cambios estructurales prometidos se quedaron en una administración pública sobredimensionada, pero no se hizo nada de provecho. Los griegos son hijos pródigos de una Europa a la que no pertenecen ya desde hace siglos. Grecia fue el nido del cuco turco, y lo que fueran los esbeltos y cultos griegos de hace tres milenios, hoy ya sólo son poco menos que cucos turcos, otomanos. Eso explica la situación del país. Que alardeen constantemente de haber sido los inventores de la democracia parece una burla grotesca. Crear un término -democracia- a raíz de un régimen semidemocrático -el parlamento estamental de la ciudad-estado de Atenas, que no era Grecia, sino sólo Atenas- no justifica pretender vivir de ello durante tres mil años. Muchos otros países desarrollaron democracias, con o sin usar el término griego, y no cabe duda que el páis  realmente  pionero en esta materia fue Inglaterra, pero también lo fue Georgia (bajo el reinado de la Reina Tamara), e incluso el Reino de Castilla llegó a tener estructuras democráticas no muy diferentes a las de Atenas en tiempos de la Grecia clásica.

Grecia sufrió más y más quiebras, y no precisamente a causa de guerras, como ha sido el caso de la mayoría de los países occidentales que en el pasado pasaron por quiebras del estado, España incluida. 

Peor aún es que los dirigentes de la unión Europea y del Banco Central Europeo no parecen ni querer saber nada del pasado griego. Siempre se dice que quien conoce la historia podrá evitar cometer los errores del pasado. ¿Y qué es lo que hacen? Cometer un error del pasado tras otro. Sabiendo cómo ha actuado Grecia desde 1830 debería ser suficiente como para no haberla admitido en el euro, pero en cualquier caso debería ser suficiente para echar a Grecia tanto del euro como de la UE, por jetas, piratas y por ser un caso perdido.

Siempre cuando parece que el cuento griego llega a su fin, en la UE vuelven a dar nuevo oxígeno a un estado y una sociedad que sólo podrán aprender con mano dura, con un puñetazo sobre la mesa y un portazo. El euro fue inventado para controlar y someter a los países europeos. Esa es la principal razón por la que los señores de Bilderberg no quieren que la UE se deshaga de Grecia. Pero las cuentas no saldrán, más bien conseguirán acabar con el euro y poner en riesgo a toda la Unión Europea -no sólo por Grecia, también a causa de la política absurda de inmigración masiva de musulmanes africanos, la fallida política expansionista estadounidense en Ucrania y la más que absurda necesidad de inmiscuirse con misiones militares en todo tipo de conflictos extraeuropeos donde la UE ni pincha ni corta-. 

La historia se repite: La Unión Monetaria Latina del siglo XIX fue un intento de unificar el valor de las monedas europeas, pero fracasó, porque al final cada país quería hacer su propia política monetaria, por delante de todos Grecia. Y esa misma situación vivimos ahora con el euro. Gracias a los necios que nos llevan al abismo y los otros necios que eligen a necios rojos para ser gobernados.


31 marzo 2015

Andalucía entre casta y cinismo político

Las elecciones autonómicas andaluzas han demostrado y están demostrando dos cosas: Una gran parte de los votantes andaluces pasan olímpicamente de un cambio serio y parecen vivir felices y contentos con un partido gobernante que lleva más de tres décadas de gestión ineficiente, malversación de fondos públicos y dedocracia crónica. La otra parte -minoritaria- quiere un cambio, pero no sabe escoger a los partidos que deberían protagonizar ese cambio profundo de la manera de hacer política, bien porque no tienen la necesaria información para votar con criterio, bien porque son fáciles de engañar con mensajes tan bonitos como falsos.

Las reacciones de todos los partidos con representación parlamentaria son ilustrativas de la falta de voluntad sincera y decidida de cambiar las cosas. Hemos aquí, por una parte, a la presidente en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que a pesar de la falta de 8 diputados para la mayoría absoluta necesaria para poder gobernar legítima un cómodamente, sigue pensando que puede seguir gobernando en solitario y hace alarde de la misma prepotencia que ya demostró tener durante la campaña electoral. Por otra parte, está el partido perdedor, que balancea entre un no y una abstención en la sesión de investidura, con un candidato fallido a la Junta de Andalucía que haría mejor en dimitir que en seguir con ese discurso cansino de un partido sin principios ni dirección, entre la dubitación permanente y las ganas reprimidas de ejercer de oposición. Y después tenemos a los nuevos partidos en el parlamento andaluz que gustan de presentarse como renovadores de la política, pero que con sus discursos postelectorales no sólo están demostrando un cinismo absoluto, sino, lo que es peor si cabe, dicen tururú a sus votantes, porque en lugar de cambios están en camino de apoyar al partido más corrupto de la política andaluza para posibilitar que siga gobernando otros cuatro años en solitario.  
Partidos que quieren un cambio no pueden apoyar a los que nunca lo han querido ni lo van a querer. Deberían hacer ver a Susana Díaz que en su situación actual no se puede actuar con prepotencia y que los dos partidos aún mayoritarios en España deberían hacerse a la idea de que se puede y debe gobernar en coaliciones, igual que es usual en otros países europeos.

Sólo a través de un gobierno en coalición es posible que un partido nuevo pueda conseguir realizar sus ideas de regeneración política, y el partido mayoritario, si quiere seguir en el poder, tiene que hacer concesiones importantes para que pueda formar una coalición de gobierno. Pero formar coalición no significa tampoco someterse en todo al dictado del partido mayoritario y titular de la presidencia, sino dejar claro que si no cumple con sus compromisos adquiridos mediante el convenio de coalición, perderá el gobierno y se enfrentará a nuevas elecciones.  

Ciudadanos Libres Unidos - Cilus no estaría a favor de pactos ni abstenciones. No se puede estar en la oposición sujeto a pactos que paralizan la labor opositora, y un partido con principios y programa no se puede abstener nunca en las decisiones importantes, como tampoco puede mantenerse al margen de una investidura. Exigir cambios debe ser lo principal, y ahora los dos nuevos partidos en el parlamento andaluz podrían tener la oportunidad. Pero por lo que se puede comprobar por el momento, ni respetan a sus bases ni tienen una verdadera voluntad de cambio al barajar la posibilidad de una abstención con acuerdos de mínimos. Y luego los ciudadanos dirán que son más de lo mismo en cuanto huelen poltrona y prebendas: la casta que tanto critican.  Desde luego, Cilus nunca lo haría, llegado el momento, y al igual que blinda en sus estatutos la democracia pura y directa para la elección de sus órganos y sus listas electorales, las decisiones importantes en y para órganos de gobierno siempre se someterían a la decisión de las bases del partido. 

01 marzo 2015

Encuesta sobre interactividad, blogs y liderazgo de opinión política


El estudiante de doctorado de la Universidad de Valencia, Juan Mª Sánchez, está desarrollando su tesis doctoral en Marketing centrada en la temática de "Las relaciones existentes en la interactividad a través de Internet y la adopción de roles políticos más participativos".



Le gustaría solicitar la colaboración de los lectores de este blog Occidente a la Deriva para poder concluir el apartado práctico de su tesis. Para ello, necesita que pinchéis en el enlace que figura a continuación y que completéis el breve cuestionario que figura en dicha página web.



Como veréis, es un cuestionario sencillo que se responde en apenas 8-12 minutos (reales) y en el que se plantea una serie de enunciados sobre factores relacionados con la lectura de blogs y la participación política.



La investigación carece de finalidad comercial y las contestaciones son completamente anónimas. Tampoco se requieren conocimientos previos ni existen respuestas correctas o erróneas, lo realmente relevante es la libre opinión acerca de los temas planteados.



Pincha por favor, en el siguiente enlace para participar:





Muchas gracias por vuestra colaboración.


28 febrero 2015

El Plan Hidrológico Nacional es una oportunidad y una necesidad

Uno de los grandes fracasos del segundo gobierno de Aznar y del gobierno actual ha sido el Plan Hidrológico Nacional (PHN), interrumpido por el revanchismo del gobierno de Zapatero y un debate irracional regionalista sobre la propiedad del agua y de las cuencas fluviales.

El fracaso se debe, en primer lugar, al entonces Ministro de Fomento, Álvarez Cascos, cuya labor al frente de su ministerio fue bastante regular por la lentitud en sus decisiones y gestiones, pues tanto el nudo norte de Madrid como el PHN podrían haberse ejecutado mucho antes, evitando así lo que pasó al ganar las elecciones el PSOE: ni nudo norte ni trasvases de aguas sobrantes de los ríos por puro revanchismo trasnochado de una izquierda radicalizada y anclada en sus traumas políticos del pasado. 

La situación por la que pasan ahora los ribereños del Ebro no es sino consecuencia de la ineficacia e inoperancia de los gobernantes actuales, tanto de los dos (aún) grandes partidos como de los partidos regionalistas y nacionalistas. Los afectados de esta gestión inexistente, de esta ineficacia, también tienen su parte de culpa, pues votaron a los mismos de siempre cuando sabían perfectamente que si en el pasado no habían solucionado problemas urgentes, tampoco lo iban a hacer al ser confirmados en sus cargos políticos.

Lo más sangrante es la incapacidad del presidente del PP para dar impulsos a la acción de gobierno y acelerar proyectos guardados en los cajones. Su miedo constante a tomar decisiones y pasar a la acción le lleva a dudar siempre de todo lo que podría decir y hacer, y de esta forma no dice ni hace nunca nada. Con ministros sin personalidad, sin garra, sin coraje para tomar decisiones, un gobierno de tecnócratas grises, de funcionarios burócratas inmóviles que hacen su trabajo sin hacer sombra a su insignificante y aburrido líder, España sale lentamente de su crisis sin pena ni gloria.

Es necesario retomar la senda del PHN original, con todas las mejoras que sean posibles, y sobreponerse a los intereses egoístas e irracionales de regionalistas, nacionalistas y tactistas electorales que nos quieren hacer creer que los ríos son propiedad de cada región por la que pasan y sus aguas pertenecen solamente a los que viven en cada región.

El PHN se basaba, en su trazado, en planes muy antiguos, pues en la primera mitad del siglo XX las administraciones planificaban con muchas décadas de antelación, e incluso quedaban algunos canales de trasvase que en 2004 estaban muy deteriorados y/o fuera de uso. Lo que tiene que prevalecer es el sentido común, u trabajo en equipo y la conciencia de que el río Ebro, igual que todos los grandes ríos que pasan por diferentes comunidades autónomas, no son propiedad de nadie en concreto, sino de todos. Son patrimonio nacional. Por sentido común también se debería llegar a la conclusión que no puede haber nada negativo en un plan que prevé básicamente el aprovechamiento de aguas sobrantes del río Ebro en épocas de elevados niveles de agua e inundaciones, lo que resolvería dos problemas a la vez: Un potente y sensato sistema de extracción de caudales sobrantes bajaría el nivel excesivo del Ebro y a la vez podría aportar grandes cantidades de agua a zonas de Levante y de La Mancha para acabar con las frecuentes épocas de sequía.

Lógicamente, un PHN es mucho más que trasvasar el agua sobrante de un río determinado; significa planificar todos los recursos hidrológicos y ponerlos en interacción, en coordinación, para que todos se beneficien recíprocamente de ello y cada uno en su justa medida. Se tienen que acabar las compensaciones asimétricas en las que unos siempre dan y otros siempre reciben.