Esta noticia parece propia de los Santos Inocentes, pero no lo es. Va en serio. Lo que no está tan claro es en qué medida la propuesta cuenta con un interés general real entre la población del estado federado alemán de Baden-Württemberg. Pero el verano pasado fue noticia, y viendo la deriva de Europa en general, tampoco parece la idea más descabellada, aunque difícilmente realizable, ya que el pueblo alemán no llega a los niveles de soberanía que tiene el pueblo suizo, o mejor dicho: los pueblos de los cantones suizos, que son 26 repúblicas confederadas.
El Partido Popular Suizo propone la integración de Baden-Württemberg en Suiza
Estas son las regiones que el PPS propone integrar en Suiza |
El diputado del PPS Dominique Baettig solicitó al gobierno de Berna que elabore el marco jurídico constitucional para que "las regiones vecinas a Suiza puedan ser integrados en Suiza en forma de nuevos cantones, siempre que la mayoría de la población de dichos lugares decidiera cursar tal petición".
El presidente del partido, Toni Brunner, el presidente del grupo parlamentario del PPS, Caspar Baader, y otros 26 diputados apoyaron esta moción presentada a mediados de marzo en el parlamento suizo y que menciona también las regiones de Alsacia, Bolzano, Alto Savoya, Iura, Aín, Savoya, Aosta, Varese y Como como potenciales cantones nuevos de Suiza.
El PPS quiere integrar Alsacia y Baden-Württemberg en Su |
Si fuese por el PPS, el suebo sería pronto el dialecto más hablado en Suiza y Stuttgart se convertiría en la mayor capital de la Confederación Helvética, comenta el diario de Zurich "Tagesanzeiger" las ambiciones de una Gran Suiza del partido conservador suizo.
Pero ¿cuáles son los motivos que justifican tal propuesta?
El diputado popular Baettig, originario del Iura, alega que los territorios mencionados sufren "el deficiente interés de la clase política nacional y europea en cuanto a sus intereses legítimos". Por esa razón aumenta su necesidad de declarar su autonomía frente al gobierno central (o frente a Bruselas). "Su integración en la Confederación Helvética sería una ventaja para ambas partes y no supondría problemas imposibles de solucionar", dice Baettig.
El gobierno en berna ve el asunto de forma muy diferente. La reforma de la Constitución Federal, tal como la propone el PPS, representaría "un acto político nada amable que los estados vecinos podrían considerar legítimamente como una provocación", comunicó el Consejo Federal Suizo ya a mediados de mayo.
Tal decisión perjudicaría gravemente las relaciones con los países afectados, como son Alemania, Francia, Italia y Austria, y lesionaría el derecho internacional. Por ello, el gobierno en Berna recomienda al parlamento que rechazara la moción del PPS.
Lo que olvida el PPS, tal vez debido a que los suizos tienen una idea mucho más pura de la democracia, es que los alemanes no tienen ni remotamente la posibilidad de decidir en referendum la segregación de parte del territorio, ni mucho menos. Por ejemplo, en los años setenta hubo un referendum para volver a constituir un antiguo condado como estado, y a pesar de la abrumadora mayoría el estado federal se negó a ejecutar lo decidido por el pueblo.
En parte, el descontento que parece percibir el PPS especialmente en Alemania es que mucha gente está harta de la dependencia de Bruselas, pero también de los estados de la antigua Alemania comunista que no hacen más que pedir y recibir impuestos especiales de todos los municipios germano-occidentales para su reconstrucción incluso veinte años después de su integración en la República Federal de Alemania.
En realidad, la idea parece utópica, ya que los países vecinos de Suiza difícilmente permitirían una poérdida de territorio a favor de Suiza. Además, en el hipotético caso de que esto ocurriese, provocaría una dinámica de reajustes de fronteras en todo el continente y una desestabilización política en muchos países. La idea es tan absurda como que los nacionalistas vascos o catalanes se planteen arrancar a Francia territorios que consideran parte de sus regiones o que Alemania pida -como lo hizo un diputado alemán hace unos cuantos años- la soberanía de Mallorca por estar poblada mayormente por alemanes.
Tampoco parece ser una opción muy interesante para el pueblo suizo, porque integrar en Suiza territorios que superan al territorio Suizo actual supondría igualmente una pérdida de identidad y el predominio de otros pueblos en el parlamento suizo que tienen una historia y una mentalidad muy diferentes. A los suizos ya les molesta bastante la inmigración alemana, como para estar dispuestos a un predominio de cantones alemanes sobre los suizos. Posiblemente, la propuesta del PPS sea una manera de llamar la atención con un planteamiento hipotético interesante, pero irrealizable por las razones expuestas.
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