Venezuela: Vuelta de tuerca para consolidar la dictadura

Este es el mecenas, el protector y quien mueve los hilos de la marioneta hondureña del depuesto dictador en ciernes -llamado presidente- Mel Zelaya: Hugo Chávez.

Por si alguien aún tenía dudas acerca del talante de bolchevique de pro del inventor del movimiento revolucionario bolivariano a imagen y semejanza de su ídolo Fidel Castro, ahora ha dado una nueva prueba de su actitud que es todo menos democrática.

L'état, c'est moi - La democratie, c'est moi aussi

Lo que tienen en común todos los dictadores es que se apropian del estado al que pretenden gobernar con mano férrea, siempre apoyados en el ejército, ya que las armas infunden miedo y respeto, ya que nadie quiere perder la vida por abrir demasiado la boca.

Y de eso se trata: No abrir la boca. Dando una nueva vuelta a la tuerca de la opresión del pueblo venezolano, el Gorila del Amazonas ha cerrado la mayor cadena de televisión privada del país y unas 250 emisoras de radio.

RCTV dejó de transmitir en señal abierta a las 23.59 (5.59 hora peninsular española) del 13 de julio de 2009, tras la negativa del Gobierno a renovar el permiso para seguir en la frecuencia que utilizó desde 1954. Esa frecuencia pasó a partir de la medianoche a manos de una "televisión de servicio público", según la definición del gobierno, gestionada por la Fundación Televisora Venezolana Social (Teves). La decisión final sobre el caso RCTV está en manos de la Sala Político Administrativa del Supremo, que deberá pronunciarse sobre la legalidad de la decisión del Gobierno de no renovarle el permiso.

Está claro que Hugo Chávez, ante la pérdida paulatina de apoyo popular, quiere evitar a toda costa que alguien tenga la posibilidad de decir la verdad sobre lo que ocurre en el país. Hasta ahora, todas las dictaduras han optado por la censura y el control de los medios de comunicación. Consecuentemente, Hugo Chávez ha declarado una guerra abierta contra los medios privados de comunicación en todo el país. El cierre de RCTV sólo fue el precedente que está sosteniendo los procesos contra Globovisión, y ahora le ha llegado el turno a las emisoras de radio regionales.

El objetivo final es igualar el país a la misma situación que se vive en Cuba, donde el derecho de estar informado queda reducido a unas pocas emisoras que no hacen otra cosa que alabar al régimen y omitir toda información verídica sobre problemas que puede haber en el país, algo que también intentan en las democracias occidentales -como en España con RTVE o la SER o el control fáctico de los contenidos informativos de las cadenas privadas como Telecinco o Antena 3-, pero que por suerte no pueden controlar los medios privados que no se someten solícitamente al dictado del gobierno socialista.

Hugo Chávez lleva ahora diez años en el poder, pero es ahora cuando se da cuenta el régimen que 400 emisoras de radio están funcionando sin permiso, lo que a todas luces es una invención para justificar lo injustificable.

Las principales afectadas son cadenas de radio opositoras como Unión Radio y KISS FM. La cadena Unión Radio se compone de 12 emisoras, pero en realidad sólo 3 son propiedad de la empresa, las otras están a nombre de particulares. Además, el Gobierno olvida que es el primer latifundista del espectro radioeléctrico. Radio Nacional de Venezuela cuenta con 80 emisoras y Venezolana de Televisión suma 40 antenas en el país.

Justicia totalitaria al más puro estilo soviético o nacionalsocialista

Pero el proceso parece imparable y el ministro venezolano de Obras Públicas, Diosdado Cabello, anunció que se abrirán procesos administrativos contra 285 emisoras de radio y televisión privadas, que por no actualizar sus datos ante el Estado podrían perder sus permisos de transmisión. También adelantó que iba a ser publicada en la Gaceta Oficial una «providencia administrativa» que indica que los canales que salen por la modalidad de cable deberán tener un 70% de producción venezolana y regirse por la Ley de Responsabilidad Social.

El ministro Diosdado Cabello también dijo que recuperarán la mitad de las acciones de Globovisión, porque la concesión fue otorgada a dos personas y una de ellas falleció. «Aunque lloren y chillen vamos a hacer cumplir la Ley» agregó.

Hombre, sí, los socialistas y comunistas siempre hablan de hacer cumplir la ley cómo y cuándo les conviene. No hay que olvidar que estos regímenes hacen las leyes a su medida, como lo hizo el régimen nacionalsocialista en Alemania entre 1933 y 1945.

Hace no mucho tiempo ya se supo de la batalla de Chávez contra la televisión privada en Venezuela, y tampoco es la primera cadena de radiotelevisión que ha cerrado. Los nacionalsocialistas también empezaron por los grandes periódicos y las emisoras de radio y acabaron nacionalizando o controlando a todas las editoriales de libros.

El cierre de radios se encuentra enmarcado dentro de la reforma de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones aprobada recientemente con el propósito, de «democratizar» las telecomunicaciones, según el Gobierno. Pero lo de significa democratizar para los comunistas ya quedó patente durante la existencia de la URSS y los países que siguen aún la estela de estos regímenes: Suelen ser "repúblicas democráticas".

En el texto se afirma que la ley se promulgó, entre otras cosas, para «garantizar la salud mental del pueblo venezolano». Por lo visto, las seis horas diarias del programa «Aló Presidente», en el que Chávez hasta canta, no afectan a la mente. Lo que no garantiza esa ley es la salud mental del dictador Chávez.

La comunidad internacional, las democracias occidentales,
calladas como p.....eleles

Lo que sorprende aún más es el silencio de la comunidad internacional ante esta nueva demostración de poder absoluto de Chávez. Ésta sigue apoyando a Zelaya y haciendo negocios con Chávez. Nada menos que el Ministro de Asuntos Exteriores español Moratinos, en uno más de sus desatinos, viajó a reunirse con el dictador para celebrar juntos su cumpleaños (y supongo que también el cierre de una televisión privada). Supuestamente fue a tratar temas como las expropiaciones de ciudadanos españoles en Venezuela y nuevas inversiones en el país. Pero ya sabemos que Moratinos sólo se siente a gusto entre dictadores comunistas que oprimen a sus pueblos.

No me queda muy claro si los venezolanos están dispuestos a seguir así, porque faltará poco para que Chávez acabe como los nacionalsocialistas lanzando la guerra total contra todos que no coincidan con su visión del mundo. No dudó en amenazar con mandar tropas a Honduras o a Bolivia con tal de asegurar sus regímenes títeres bolivarianos. Y cómo acaban tales delirios ya lo sabemos. ¿Queréis la guerra total?