Durante un acto de presentación de los Presupuestos Municipales celebrado el pasado lunes en la localidad madrileña de Getafe, el alcalde de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro, hizo demostración de su falta de mentalidad democrática y de educación al decir que "por qué todavía hay tanto tonto de los cojones que todavía vota a la derecha", después de referirse a que "el dinero de las pensiones no es de la Comunidad de Madrid, se lo transfiere el Estado. Lo que le decimos es: 'coño, da una paga más para los mayores, sobre todo a las pensiones más bajas'. ¿Por qué la Junta de Andalucía lo puede hacer y no la Comunidad de Madrid?"
En primer lugar, el señor Castro es indigno de ser el presidente de un organismo democrático como la FEMP por hacer manifestaciones que insultan a muchos millones de votantes españoles que no optan por su partido por no considerar que el PSOE sea el mejor gestor del reino para asegurar la prosperidad de sus ciudadanos. Descalificar en un tono soez a los votantes de la derecha como es despreciar a la democracia. Pero ya sabemos por Pablo Iglesias (“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos” (El Liberal, de Bilbao, 20 de enero de 1936).) y Largo Caballero (“La transformación total del país no se puede hacer echando simplemente papeletas en las urnas... estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia”. [10 de febrero de 1936, en el Cinema Europa- esta frase era de Pablo Iglesias]) lo que piensan los socialistas de la democracia.
Cuando no consiguen lo que ellos quieren, como en este caso despilfarrar fondos públicos para comprar votos con pagas no reglamentarias de pensiones a costa de unos presupuestos gestionados por el gobierno popular de la Comunidad de Madrid, llegan al insulto, la descalificación y la mala educación, una mala educación un tanto violenta que en el caso del señor Castro es seguramente achacable a la influencia de Stalin en la segunda república y no al sistema social y educativo del franquismo, y tal vez a alguna ingesta de líquidos caloríficos a juzgar por el aspecto encedido del alcalde getafense.
El estar en el poder demasiado tiempo, como es el caso del señor Castro, parece que en algunos es perjudicial para su comportamiento democrático, que deben cuidar siempre aunque no crean en la democracia como los ideólogos jefes del partido socialista. Después de esta salida de tono, el señor Castro debería dimitir. Evidentemente no tiene el comportamiento de un demócrata. Su permanencia en el cargo supone un insulto a todos los que creen en la democracia y en valores tan fundamentales como la libertad ideológica, el pluralismo y la tolerancia. Como ha dicho el portavoz del PP, Carlos González, Pedro Castro "está por encima del bien y del mal. En los últimos días ha retirado la palabra a la oposición en dos Plenos consecutivos, consiente que concejales de su Gobierno municipal digan que van a pedir “una orden de alejamiento política hacia los ciudadanos y ciudadanas de Getafe” a Aguirre y a mí mismo, “por acosadores”, ha borrado la cara de la presidenta de la Comunidad en un anuncio del Ayuntamiento y ahora llama “tontos de los cojones” a quienes votan otra opción política distinta a la suya". Castro —concluyó—, "es un proyecto totalmente agotado y desfigurado" y "por el bien de los vecinos y vecinas de Getafe debe abandonar su puesto como líder de la crispación". En fin, todo un déspota bolchevique al más puro estilo estalinista. Que ahora pida disculpas no es más que hipocresía, su talante ha quedado ampliamente descrito por sus actos y sus palabras.
En primer lugar, el señor Castro es indigno de ser el presidente de un organismo democrático como la FEMP por hacer manifestaciones que insultan a muchos millones de votantes españoles que no optan por su partido por no considerar que el PSOE sea el mejor gestor del reino para asegurar la prosperidad de sus ciudadanos. Descalificar en un tono soez a los votantes de la derecha como es despreciar a la democracia. Pero ya sabemos por Pablo Iglesias (“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos” (El Liberal, de Bilbao, 20 de enero de 1936).) y Largo Caballero (“La transformación total del país no se puede hacer echando simplemente papeletas en las urnas... estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia”. [10 de febrero de 1936, en el Cinema Europa- esta frase era de Pablo Iglesias]) lo que piensan los socialistas de la democracia.
Cuando no consiguen lo que ellos quieren, como en este caso despilfarrar fondos públicos para comprar votos con pagas no reglamentarias de pensiones a costa de unos presupuestos gestionados por el gobierno popular de la Comunidad de Madrid, llegan al insulto, la descalificación y la mala educación, una mala educación un tanto violenta que en el caso del señor Castro es seguramente achacable a la influencia de Stalin en la segunda república y no al sistema social y educativo del franquismo, y tal vez a alguna ingesta de líquidos caloríficos a juzgar por el aspecto encedido del alcalde getafense.
El estar en el poder demasiado tiempo, como es el caso del señor Castro, parece que en algunos es perjudicial para su comportamiento democrático, que deben cuidar siempre aunque no crean en la democracia como los ideólogos jefes del partido socialista. Después de esta salida de tono, el señor Castro debería dimitir. Evidentemente no tiene el comportamiento de un demócrata. Su permanencia en el cargo supone un insulto a todos los que creen en la democracia y en valores tan fundamentales como la libertad ideológica, el pluralismo y la tolerancia. Como ha dicho el portavoz del PP, Carlos González, Pedro Castro "está por encima del bien y del mal. En los últimos días ha retirado la palabra a la oposición en dos Plenos consecutivos, consiente que concejales de su Gobierno municipal digan que van a pedir “una orden de alejamiento política hacia los ciudadanos y ciudadanas de Getafe” a Aguirre y a mí mismo, “por acosadores”, ha borrado la cara de la presidenta de la Comunidad en un anuncio del Ayuntamiento y ahora llama “tontos de los cojones” a quienes votan otra opción política distinta a la suya". Castro —concluyó—, "es un proyecto totalmente agotado y desfigurado" y "por el bien de los vecinos y vecinas de Getafe debe abandonar su puesto como líder de la crispación". En fin, todo un déspota bolchevique al más puro estilo estalinista. Que ahora pida disculpas no es más que hipocresía, su talante ha quedado ampliamente descrito por sus actos y sus palabras.
3 comentarios:
Hay que ser tonto de los cojones para decir lo que ha dicho este señor. Y no hay más.
Un saludo
Si no fuera tonto de los cojones trataría de hacer algún comentario inteligente.
Un saludo.
Este impresentable nos ha enseñado su carnet de intolerante y antidemocrático sin despeinarse.
¿Y esta gentuza es la que pretende dar lecciones a los ciudadanos? más les vale.
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