05 diciembre 2008

Berlín y sus teatros (IV): Teatro Alemán de Berlín - Deutsches Theater

El Deutsches Theater (Teatro Alemán) y los Kammerspiele (Teatro de Cámara) son dos salas contiguas en el centro de Berlín, muy cerca de Friedrichstrasse y Unter den Linden, en un barrio que durante la división de la ciudad estaba casi derruido por estar junto al muro, muy cerca del Parlamento Imperial (Reichstag). Desde 2006 cuenta también con un pequeño teatro en la planta baja del Teatro Alemán, el Box & Bar.

El Teatro Alemán se contruyó en 1850. Su nombre actual lo recibió en 1883, y desde entonces el teatro ha hecho historia. Otto Brahm lo convirtió en el Olimpo del Naturalismo e impuso autores como Gerhart Hauptmann, August Strindberg y Arthur Schnitzler. Bajo la dirección de Max Reinhardt, el Teatro Alemán se caracterizó a partir de 1905 por sus escenificaciones conmovedoras de obras clásicas. Heinz Hilpert consiguió llevar la casa con un programa clásico-humanista durante la dictadura nacionalsocialista. La lista de los célebres artistas que pasaron por esta sala es larga y llega hasta 1933, cuando Reinhardt tuvo que emigrar.

En 1949, bajo la dirección artística de Wolfgang Langhoff, Bertolt Brecht y Helene Weigel fundaron el Berliner Ensemble como compañía residente del Deutsches Theater. Legendarios son también los montajes de directores de la talla de Benno Besson, Alexander Lang o Heiner Müller durante la época de la dictadura comunista. Precisamente fueron actores del Deutsches Theater los que ayudaron a organizar el 4 de noviembre de 1989 la manifestación en la Plaza de Alejandro en vísperas de la caída del muro (ya se sabe el oportunismo político de los artistas).

Tras la reunificación de Alemania y de Berlín, durante la década, de 1991 a 2001, estuvo al frente del Teatro Alemán Thomas Langhoff, hijo de Wolfgang Langhoff y hermano del director de escena Matthias Langhoff, manejando con dignidad la difícil transición entre dos épocas. Aunque no todo fueron grandes éxitos, Langhoff supo respetar y mimar una herencia teatral de casi un siglo con una programación de grandes títulos, una compañía de altísima calidad y una cercanía notable con los públicos asiduos.

Además, bajo la dirección de Langhoff surgió la famosísima Baracke, donde Thomas Obermeier y Jens Hillje revolucionaron la escena berlinesa durante los cinco años que ocuparon un contenedor, usado antiguamente como almacén del Teatro Alemán, con las medidas de una caja de zapatos y un aforo de cien personas. Con su marcha a la Schaubühne en el año 1999, acompañados de no pocos actores del mismo Teatro Alemán, se cerró la Barraca, mientras que el teatro principal adquiría un cierto tufillo a pasado de moda. La movida estaba en otra parte, unas calles más abajo, en la Volksbühne en la Plaza de Rosa Luxemburgo, en las salas alternativas de la parte oriental y en la nueva Schaubühne de Ostermeier & Cía.

Bernd Wilms, el nuevo director del Teatro Alemán, lo tuvo al principio muy difícil. a pesar de su experiencia en los años precedentes como director artístico de otro teatro berlinés del este, el Teatro Maxim Gorki. En primer lugar, porque el Teatro Alemán se encontraba en 2001 más bien en una posición baja en la percepción de la exigente escena berlinesa. En segundo lugar, porque se ponía al frente del Teatro Alemán todo un mito de la antigua Alemania, a un hombre del oeste. Y en tercer lugar, porque Wilms no era ni director de escena ni autor teatral, sino un simple gestor con un buen currículo.

Bernd Wilms dejó muy claro desde el principio que, mientras él estuviera al frente del teatro, el teatro sólo se definiría a través de los hombres y no a través de manifiestos ("Nada de ideas conceptuales, sino cabezas", solía decir). Dejando a un lado las diferencias entre el este y el oeste, sus primeras temporadas se concentraron en las grandes historias -aquellas en las que los hombres se ven enfrentados a situaciones extremas y decisiones catastróficas, como Antígona, Emilia Galotti y Bodas de Sangre-, implicando en su proyecto a directores de escena de las dos Alemanias, como Jürgen Gösch, Dimiter Gottscheff, Michael Thalheimer, Hans Neuenfels, Barbara Frey o Konstanze Lauterbach.

En 2008, después de siete años, en Berlín ya se puede hablar de la era Wilms. Este director artístico ha sido capaz de consolidar una compañía estable de primer rango, como en los mejores tiempos del Deutsches Theater. Dejando la casa bien barrida, Wilms se retira voluntariamente este año. Hasta la llegada del nuevo director artístico Ulrich Khuon (actualmente director del Teatro Thalia de Hamburgo) en la temporada 2009/2010, el Teatro Alemán queda de forma interina a cargo del dramaturgo en jefe Oliver Reese (foto a la derecha).

Noches que se recuerdan mucho tiempo (clip promocional):



Hoy (05 de diciembre) es el día de la reapertura del Deutsches Theater

Tras un largo intervalo durante el cual el teatro cerró su sala principal por obras de rehabilitación, y poco después de celebrar el 125º aniversario de su fundación, la sala restaurada se inaugura con la obra "El Sueño" de August Strindberg (Dirección: Barrie Kosky; Escenificación: Esther Bialas; Vestimenta: Klaus Bruns; Dirección musical: Barrie Kosky / Klaus Martín Bresgot; Estreno: 5 de diciembre de 2008 con motivo de la reinauguración).

"Con El Sueño, el autor ha intentado recrear toda la forma inconexa, pero aparentemente lógica del sueño. Puede ocurrir de todo, todo es posible y probable", dice Strindberg en 1902 en el prólogo a la obra: Las figuras se transforman, aparecen muertos, desaparecen lugares, los tiempos se entremezclan. "El Sueño" es el gran teatro mundial: Agnes, hija del dios Indra, quiere averiguar cómo sería ser humano. A modo de ejemplo se reúne con tres hombres, con los que vive el amor, la pobreza, la desgracia y la soledad: El oficial, que desde hace años espera a su amada, le muestra un amor entusiasta; con un abogado vive las alegrías y los horrores del matrimonio; y un poeta comparte con ella la soledad. Agnes participa en la vida y se enreda en ella.

El director australiano de ópera y teatro Barrie Kosky dirige, entre otros, en el Teatro Aalto de Essen y en la Opera Cómica de Berlín ("La Boda del Fígaro", "Ifigenia en Tauris" y en esta primavera pasada "Kiss me Kate"). "El Sueño" es su primera puesta en escena en el Teatro Alemán.




Teatro del Año y muchos otros premios

En 2005, el Teatro Alemán fue galardonado con la distinción de "Teatro del Año". Las producciones "¿Quién teme a Virginia Woolf?" de Edward Albee (Dirección: Jürgen Gosch), »La Orestia« de Aischylos (Dirección: Michael Thalheimer), »Tío Wanya« de Antón Chechov (Dirección: Jürgen Gosch) y »Las Ratas« de Gerhart Hauptmann (Dirección: Michael Thalheimer) fueron invitadas al Encuentro Berlinés de Teatros (Berliner Theatertreffen), el festival anual de lo mejor que se ha presentado en los escenarios alemanes.

Finalmente, en 2008 el Teatro Alemán recibió 6 de 9 galardones: Fue elegido "Teatro del Año", la versión de Jürgen Gosch de »Tío Wanya« de Antón Chechov fue elegida la "Escenificación del Año" y cuneta también con los actores del año: Por su representación de Jelena Jelena, así como por la Señora John en »Las Ratas« (Direcciñon: Michael Thalheimer) el jurado eligió a Constanze Becker como »Actriz del Año«. Ulrich Matthes como Wanya y Jens Harzer como Astrov compraten el premio de »Actor del Año«. El diseño de escenario de Olaf Altmann para »Las Ratas« fue galardonado como »Diseño escénico del Año«. Niklas Kohrt hizo el papel de Bruno Mechelke en »Las Ratas« y fue elegido »Actor Revelación del Año«.

Los miembros de la compañía como Nina Hoss, Ulrich Matthes y Ernst Stötzner obtuvieron premios de actores. Los premios internacionales fueron a parar a las actuaciones invitadas como »Emilia Galotti« de Gotthold Ephraim Lessing (Dirección: Michael Thalheimer). »Lolita« de Vladimir Nabokov (Dirección: Oliver Reese) y »La Orestia« de Aischylos.

Las Ratas de Gerhart Hauptmann (clip promocional) Escena "No pude hacer otra cosa, lo tuve que hacer"


El conjunto de las salas de teatro Deutsches Theater

Detrás de la fachada neoclásica, el Teatro Alemán (Deutsches Theater) en la calle de Schumann dispone actualmente de tres escenarios: La Casa Grande con aproimadamente 600 plazas en una sala con personalidad propia y un ambiente de 1850, restaurada con su configuración histórica en virtud de un plebiscito celebrado en Berlín que se decantó por esta opción; el Teatro de Cámara (Kammerspiele) con unas 230 plazas (decorado en 1906 por Max Reinhardt con un diseño moderno) y el Box inaugurado en 2006 - una caja negra compacta en el hall del Teatro de Cámara con 80 plazas para vivir un teatro a flor de piel, nuevos textos y temas actuales.

En el Teatro Alemán se siguen representando mayormente obras clásicas - entre ellas »Fausto« de Goethe (Partes 1ª y 2ª), »Don Carlos« de Schiller, »Emilia Galotti« y »Minna von Barnhelm« de Lessing, »Sueño de una Noche de Verano«, de Shakespeare, »La Orestia« y »Los Persas« de Aischylos, así como »Medea« de Eurípides. La casa pudo celebrar grandes éxitos con »Tío Wanya« de Antón Chechov y la tragicomedia berlinesa de Gerhart Hauptmanns »Las Ratas«. Pero no se engañe nadie: Las escenificaciones son modernas, muy modernas, a veces chocantes.

El programa del Teatro de Cámara (Kammerspiele) se dedica sobre todo al drama moderno y contemporáneo, entre otros »El Viaje de un Largo Día hacia la Noche« de Eugene O’Neill, »En el Trineo de Arthur Schopenhauer« de Yasmina Reza, »Sobre Animales« de Elfriede Jelinek y »Pornografía« de Simon Stephens. Imagen: Distribución de asientos en los Kammerspiele.
Junto a Dimiter Gotscheff (»Los Persas«), Jürgen Gosch (»¿Quién teme a Virginia Woolf?«, »El Sueño de una Noche de Verano«), Michael Thalheimer (»Emilia Galotti«,»Fausto I y II«, »Orestia«), Barbara Frey (»Medea«, »Minna von Barnhelm«), directores como Nicolas Stemann (»Don Carlos«, »Sobre Animales«), Jan Bosse (»Juego Final« de Beckett) y Oliver Reese (»Lolita«, »Goebbels«, »El primer hombre« de Robert Musil) conforman la firma de la casa. Forman parete de la compañía Nina Hoss, Christine Schorn, Regine Zimmermann, Almut Zilcher, Samuel Finzi, Ulrich Matthes, Christian Grashof, Jörg Gudzuhn y Wolfram Koch. Entre los invitados regulares se encuentran Martina Gedeck, Corinna Harfouch, Inge Keller, Jutta Wachowiak y Dieter Mann. Imagen: Distribución de asientos en el Teatro Alemán, sala principal.
Emilia Galotti de Ephraim Lessing (obra clásica)


La Orestia según Aischylos: Tun - Leiden - Lernen = Hacer - Sufrir - Aprender


Enlaces:
Deutsches Theater
Programa Diciembre 2008

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