31 octubre 2008

En defensa de S.M. la Reina

La izquierda radical y sectaria de este país tiene una nueva víctima: Su Majestad la Reina Doña Sofía. A raíz de un libro publicado por la periodista Pilar Urbano en vísperas del septuagésimo natalicio de S.M. la Reina, basado en conversaciones privadas y entrevistas realizadas a Doña Sofía para mostrar su lado privado y dar un repaso a las siete décadas de su vida como Princesa y Reina, ha saltado primero la izquierda sectaria que se ha apropiado la representación de cuatro grupos sociales que no necesariamente piensan en esquemas ideológicos de la izquierda: Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales. Se trata de Fundación Triángulo y el COGAM. Especialmente la última destaca por su intolerancia hacia todos aquellos que no comparten su sectaria estrategia radical de defensa de los derechos de los grupos sociales que dice representar. Una izquierda radical sin reivindicaciones que defender en busca de cualquier pretexto para dar la nota y pedir la república, sólo porque una Reina hace uso de su derecho de opinar libremente.

No voy a entrar si coincido o no con las opiniones de la Reina, sólo quiero reproducir lo que me parece importante de sus manifestaciones sin sacarlas de contexto. Lo único reprobable es que el personal de la Casa de S.M. el Rey no haya sabido evaluar la relevancia de estas opiniones personales y su posible interpretación precisamente por los enemigos e la institución monárquica. Es perfectamente comprensible la forma de pensar de la Reina teniendo en cuenta su educación, sus convicciones y su condición de reina católica y ortodoxa, y lo que seguramente no ha pretendido es hablar en nombre de los espanoles, sino en el nombre suyo propio, sin pretensión de influir ni en la política ni de imponer a la sociedad lo que ella cree es lo correcto. Para eso existe la libertad de conciencia y de expresión. Ha hablado de buena fe sin pensar en las consecuencias mediáticas, y si alguien ha fallado es el personal que le debía aconsejar, como también ha fallado la misma autora del libro que se ha dejado llevar más por sus propias convicciones que por consideraciones sobre la convenencia o no de reproducir algunos pensamientos de la Reina.

Hemos aquí las opiniones controvertidas:
"Yo estoy por la igualdad social y jurídica entre el hombre y la mujer: igualdad de trato, de educación, de derechos, de oportunidades... Ahora bien, no somos iguales. Fisiológica y psíquicamente, somos diferentes. Y lo que tendríamos que conseguir es que en las leyes se plasmase esa condición diferente como algo esencial a respetar, porque está en la naturaleza."

"Sí, igualdad de derechos y derecho a la diferencia. Las leyes civiles no pueden ignorar las leyes naturales."

"La inmensa mayoría de las familias son normales, como ha sido siempre la familia natural: marido, mujer, hijos, nietos... cuñados, tíos, abuelos. No una comuna de gente de aluvión. O trozos de familia, los hijos de él con la primera mujer, los de ella con el marido anterior, que se pretenden juntar de un modo forzoso y artificial... Por muy potente que sea una moda y por mucha propaganda que le echen, hay cosas que no pueden cambiar: el hombre y la mujer, como pareja inicial, es una ley congénita con nuestra naturaleza. Y no es una ley de animales. Es exclusivamente humana."

"Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿que se suban a una carroza y salgan en manifestación? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico en todas las ciudades."

"Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su ederecho, o no, según las leyes de su país; pero que a eso no lo llamen "matrimonio", porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión..."
Dice José María Núñez Blanco, Presidente de Fundación Triángulo Extremadura, Vicepresidente de Fundación Triángulo, en su CARTA PARA UNA REINA:

"Majestad, disculpe que me dirija a Vd. a través de esta tribuna de opinión, pero resulta difícil quedarse en silencio ante las declaraciones que acaban de conocerse como adelanto de lo que será su segundo libro de memorias, publicadas a modo de entrevista por la editorial Planeta. Entrevista en la que, por cierto, usted afirma que en determinadas ocasiones uno debe mantener "los nervios templados aunque te estén machacando. Los Reyes no se defienden".
La primera apreciación errónea es que llama declaraciones a unas opiniones personales. La Reina no ha hecho declaraciones institucionales, sino ha expresado una opinión personal, lo cual está amparado por la libertad de expresión. Luego sigue en tono agresivo:
"Pues bien, como uno no es una reina, discúlpe si intento defenderme de lo que sin lugar ha dudas ha sido una clara y nítida agresión por su parte hacia gays y lesbianas, cuando entre las opiniones que vierte en la conversación con la periodista cuestiona el matrimonio entre homosexuales, aprobado por nuestro Parlamento. Y es que Vd. olvida que sus opiniones no son las de una ciudadana más, son las opiniones de la esposa del Rey, que constitucionalmente tiene reconocido un papel relevante en nuestro país, pero que esta supeditado en la práctica al ejercicio del poder por parte del Gobierno y de las Cortes, que en definitiva son las instituciones elegidas en función de la voluntad de los españoles y las españolas."
Curioso: ¿No dice la izquierda siempre que todos somos iguales? Y ahora diferencia diciendo que no es una ciudadana más, por lo que no puede opinar lo que quiera. En las palabras de S.M. la Reina no hay agresividad ninguna, tampoco un rechazo de las uniones civiles entre gays, sólo piensa lo que piensan muchos, incluida la Real Academia de la Lengua: Que la unión entre homosexuales debería llamarse de otra forma, sin que ello suponga una merma de sus derechos.

El dirigente de Fundación Triángulo emplea demagogia y tergiversa las palabras de la Reina, algo muy propio de la izquierda sectaria, pues cualquier cosa vale para dañar la imagen del contrario. Y continúa:

"Es más, cuando afirma que puede "comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿qué se manifiesten?... si todos los que no son gays salieramos en manifestación colapsaríamos el tráfico", debo decirle que además de cuestionar nuestro derecho, está insultando nuestra inteligencia. Obviamente las personas heterosexuales no necesitan manifestarse, simplemente porque por ello no se les discrimina en nuestro país, ni en ninguna parte del mundo.

Puede que la Casa Real haya hecho mucho por esta tierra en la que habitualmente vivo, y a la que siento como propia, pero lo que si se es que al menos quien ocupa un cargo como el suyo debe bien claro que es lo que eso significa, en términos institucionales y legales."

No mezcle las cosas, señor Núñez. ¿Usted siempre opina como representante de Fundación Triángulo o también como ciudadano particular? La Reina no habló en nombre de la Corona ni de España, sino en el suyo propio, expresando algo que mucha gente piensa.


Miguel Ángel González, presidente de Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid (COGAM), la organización LGBT más sectaria de todas, llega aún más lejos: "Por supuesto, que vamos a ejercer acciones. Tendremos que reunirnos y si esta mujer no se retracta o abdica gritaremos ¡viva la República!" Añade: "No podemos permitir unas declaraciones tan impertinentes (...) Lucharemos en contra de estas manifestaciones." Me pregunto quién es aquí insolente y quiénes son los del COGAM para exigir nada ni emprender acciones, pues la Constitución consagra la libertad de expresión y no distingue entre reyes o ciudadanos rasos. Las demás insolencias vertidas por el señor González no merecen ni ser reproducidas.

Las manifestaciones del Orgullo Gay ya no son reivindicativas, porque no hay nada que reivindiar. Se han convertido en un gran negocio y una fiesta popular. S.M. la Reina no negará a nadie que se manifieste, creo que la crítica va en otro sentido.

Por otra parte, S.M. la Reina opina también sobre otras cuestiones de cierto calado ideológico, lo que levanta las pasiones republicanas más recónditas: El aborto y la eutanasia. Dice la reina al respecto:

"Mira, estuve allí, en Calcuta, en el ala del edificio de los moribundos. Nunca olvidaré aquella escena. Cada enfermo terminal en su camastro, con un cooperante al lado que le confortaba, le cambiaba las gasas, los lienzos, le daba agua, mantenía el gotero... Ninguno estaba solo. [...] Morían de un modo natural, extinguiéndose con gran paz, con gran dignidad."

Y preguntada por su opinión sobre la eutanasia, la Reina contesta: "No soy partidaria. La vida y la muerte no están en nuestras manos. Muerte digna? Totalmente de acuerdo. La persona que agoniza debe estar en las mejores condiciones, es su momento cumbre. Por mera humanidad, se le deben evitar los dolores, y para eso están los sedantes, los paliativos. Se le deben ahorrar los sufrimientos, también morales, y para eso está la companía de alguien que le conforte y le consuele. Pero es "su" momento. Es "su" muerte." "Cuando ya la medicina es inútil, lo humano no es encarnizarse con terapias que no van a curar al enfermo sino sólo a ocasionarle más dolor. Pero una cosa es "no hacer" y otra es inducirle a su propia muerte o provocársela antes de tiempo. De quién es esa vida? Del que está en la cama o del que está sentado al lado? Eutanasia para alivio del enfermo o eutanasia para alivio del sano?" "Mientras el enfermo aguante, mientras resista en su lucha a vida o muerte, los familiares han de aguantar también y seguir ayudándole."

En relación con su encuentro con la Madre Teresa de Calcuta, la Reina resalta que lo que le llamó la atención es el respeto por la dignidad con que se trata a los enfermos. Y preguntada por la eutanasia como suicidio asistido dice: "No creo que ningún médico, ninguna enfermera, ningún sanitario esté dispuesto a matar a una persona, aunque se lo pida el enfermo o aunque se lo manden en su hospital." [...] De qué se trata? De conseguir unos cómplices para un homicidio. En cuanto al suicidio, que no lo disfracen de "derecho a la muerte" o "muerte libre" o "muerte digna" o "cansancio de vivir": es una cobardía."

En otro punto se pronuncia también en contra del aborto, dentro de su concepción de la defensa de la vida.

En resumen, S.M. la Reina opina a título personal, pero también como una reina católica, con unos principios cristianos evidentes. Recordamos todos la actitud de S.M. el Rey Balduino I de Bélgica cuando decidió abdicar por un día para no tener que sancionar la ley del aborto, pues era contra sus convicciones y le afectaba muy profundamente por no haber podido tener hijos; sancionar una ley que legaliza quitar la vida a un feto iba, por tanto, contra sus convicciones. Su decisión -por muy controvertida que fuera- me pareció entonces y me parece aún hoy no sólo respetable, sino elogiable y admirable. Ojalá hubiese más hombres de estado con este coraje que tuvo el Rey de los Belgas.

Esta nueva caza de brujas de la izquierda sectaria e intolerante contra la Corona es indigna de una democracia avanzada. Las manifestaciones de S.M. la Reina no tienen nada que se pueda llamar ni de lejos una agresión contra grupos sociales minoritarios o contra la legislación vigente. Son, simplemente, opiniones personales basadas en convicciones filosóficas o religiosas a las que tiene derecho todo ciudadano y, en concreto, una reina católica, esa gran Reina que en su próxima onomástica merece más respeto y más tolerancia. Seguramente, en contra de lo que intenta desmentir de forma poco hábil el funcionariado del Palacio de la Zarzuela, las opiniones reflejadas expresan el pensamiento personal de la Reina, pero también la intención de la autora Pilar Urbano de resaltar cuestiones en el sentido en que a ella le gustan más. Hay muchas otra cuestiones comentadas por la Reina, incluso de mayor peso o intrés, cuestiones de legitimidad de la Monarquía, de la economía y de la política mundial, pero se ha dado énfasis a las más polémicas con tal de armar revuelo. Hasta cabe pensar que Pilar Urbano ha sabido aprovechar la previsible polémica para vender más, sin la menor preocupación por lo que puede suponer en este país en el que abundan cada vez más los sectarios y republicanos fanatizados. La izquierda radical debería aprender ser democrática y tolerante y saber dialogar en lugar de crispar. En una democracia avanzada, auque cada vez menos consolidada, hay que saber vivir con opiniones adversas, con independencia de la persona que las hace públicas y de su relevancia social. Pero como ya dijo Zapatero en un programa televisivo a un periodista afín: Nos conviene que haya tensión.

¡Viva S.M. la Reina Doña Sofía!

¡Larga vida a la Reina!

15 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Muy ingenua la Reina!
¡Muy astuta Pilar Urbano!

Republica Rojigualda dijo...

"sin la menorpreocupación por lo que puede suponer en este país lleno de sectarios y republcanos fanatizados"
¿Eso no lo dirás por mí? :D Espero que no metas en el mismo saco a los republicanos liberales compañeros tuyos de blogesfera (alguno de los cuales están en tu blogroll) con los segundorrepublicanos frentepopulistas y antiespañoles. Porque estos últimos no son tantos como parecen...

Tienes razón en que la reina ha dicho cosas más importantes que se han pasado por alto. Si solo hubiera dicho lo que opina de Mr. X, de Alfonso Guerra, de Zp, de Aznar y de la guerra de Irak, la hubieran aplaudido y nadie cuestinoaría su neutralidad, lo mismo que pasó cuando el rey apoyó el proceso de pazzz o piropeó a Zp.

Ahora tenemos la curiosa situación de un González Pons pidiendo neutralidad y un P$O€ exigiendo a Pons una rectificación. El mundo al revés...o quizá no tanto.

Pío dijo...

Estoy tan indignada tras leer este post que me resulta imposible contestar sin soltar espumarajos por la boca, y puede estar usted bien seguro que no pertenezco a esa "izquierda radical".

Atreides dijo...

Ciudadana, me refiero a un tipo de izquierda, no a toda ella. ¿Qué es lo que le provoca su indignación? ¿Mi post o lo que dice la Reina?

albertoestevez dijo...

Yo me posiciono ideológicamente en la izquierda y para nada me he sentido ofendido por este post Atreides. Gracias a Dios vivimos en democracia y cada uno puede expresar y defender sus ideas sin temer que se recorten sus libertades -así debería de ser-, aunque claro, siempre hay excepciones a la regla. Esto alimenta la pluralidad y eldebate, sano deporte para la mente.
No comparto en este post tus ideas, pero me ha gustado como las argumentas y defiendes.

Un cordial saludo Atreides.

Alberto Estévez.

Atreides dijo...

Alberto, así creo que deberíamos ser todos: tolerantes con las opiniones de los demás si las expresan con respeto. No me identifico con todo lo que dice la Reina, o al menos no en todos los aspectos, pero creo que merece una defensa y un respeto. SU labor ha sido buena en estos 33 años de reinado, y que opine libremente no puede ni perjudicar a ella ni a la Corona. Lamentablemente, muchos de la izquierda radical y sectaria (es decir, una izquierda concreta) no soporta que alguien les contradiga. Así que tus comentarios siempre estarán bienvenidos.

Pío dijo...

El motivo de mi disgusto e irritación responde al desprecio que se desprende de sus palabras cuando se refiere a la actitud del COGAM. Cuando alguien ultraja o menosprecia a un miembro del colectivo gay, yo lo considero homofobia o intolerancia. Cuando un miembro de ese colectivo se protege de ese ultraje no es intolerancia, como usted lo llama, se le llama defensa.

En otro orden de cosas, usted llama izquierda sectaria a los primeros que nos hemos manifestado irritados y enojados ante las declaraciones de la reina. Demuestra muy poca tolerancia ante las opiniones de los demás, y me resulta particularmente curioso puesto que sí demanda para con la reina esa comprensión que no practica al tachar de "enemigos de la institución monárquica" a los que estamos molestos con las palabras de Su Majestad.

Atreides dijo...

Ciudadana, dice usted: "Cuando alguien ultraja o menosprecia a un miembro del colectivo gay, yo lo considero homofobia o intolerancia."

Hablar de ultraje tratándose de las opiniones expresadas por S.M. la Reina me parece que no se ajusta ni de lejos a la realidad. La Reina opina de forma educada y razonada, aunque no necesariamente hayamos que coincidir con ella todo el mundo. No menosprecia a nadie ni se declara homófoba (¿cómo definiría la homofobía de la Reina? ¿Considerar que el término "matrimonio" no se ajusta a la unión civil entre dos personas del mismo sexo es homofobia? Me da que no sabe ni el significado de "matrimonio" ni de "homofobia"). Tampoco ataca a nadie del COGAM, en cambio, el COGAM ataca desmesuradamente a la Reina y a la Monarquía. Por lo tanto, usted demuestra muy poca tolerancia hacia las opiniones de la Reina, no yo a una izquierda que califico de sectaria y radical, es decir, un sector de la izquierda, un sector lamentablemente muy amplio.
Las posiciones del COGAM nunca me han parecido propias para representar adecuadamente al grupo social LGTB, y Fundación Triángulo ha pasado de posiciones moderadas a un radicalismo similar al COGAM. Dado que no soy homófobo, creo que sé de qué estoy hablando. No creo que la Reina haya ofendido a ningún gay, pues leyendo sus opiniones no se desprende ningún desprecio. Hay muchos heteros que no entienden el mundo gay y parten de concepciones más bien religiosas. Lo puedo entender, pero no lo comparto.
Llamo izquierda sectaria a los que se han mostrado ofendidos porque creo que no han entendido nada de lo que ha dicho la Reina y a lo mejor ni siquiera han leido a fondo lo que pone en el libro de la opusina Pilar Urbano.
Como he dicho, no entro en valorar si coincido o no con la Reina (por ejemplo, no comparto su opinión sobre Obama), pero defiendo su derecho a opinar libremente. La izquierda que llamo sectaria y radical intenta aprovechar el tema para arremeter contra la Monarquía, sin ninguna base, y no admite opiniones que sean contrarias a su línea política. Está claro quien es intolerante aquí.

Pío dijo...

Hay tres opciones posibles:
1) Que no haya leído detenidamente mis comentarios y por lo tanto no ha entendido nada.
2) Que habiéndolos entendido haya tirado por el camino más corto (demagogia) para contestarme ante la falta de argumentos.
3) Que ambas respuestas (1 y 2) sean correctas.
Donde baso la idea de que usted tiene un pequeño problema de comprensión lectora es en el hecho que en mi comentario dejo bastante claro que el que está despreciando y ultrajando al COGAM es USTED y no la reina, llamándoles intolerantes y sectarios. Le diré que resulta ridículo el argumento demogógico que utiliza ya que sobre la reina lo único que he manifestado es que sus declaraciones me han irritado y enojado, todo lo demás se lo inventa usted ya que tergiversa mis palabras según le conviene para fundamentar sus argumentos ante la falta de solidez de los mismos. La demostración es que en ninguno de mis comentarios se puede encontrar un sólo adjetivo calificativo adjudicado a la reina.



Le contaré que existen tres teorías sobre el origen etimológico de "matrimonio":
a) "matris" + "munium" (oficio de la madre)
b) "matrem" + "muniens" (protección de la madre).
c) Recientemente, Entrena Klett viene sosteniendo que la raíz ha de buscarse en el fonema "ma", primera sílaba que modula el niño, y que fue imitada y adoptada por los adultos para aludir a la madre, para concluir que: "De ella viene la expresión matrimonio, que quiere decir tanto como unirse a una mujer para hacerla madre" (fuente: D. Elio Gallego García, Profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad San Palo-CEU, Subdirector Académico del Instituto Diocesano de Pastoral "Redemptor Hominis" - 7ª Semana de la familia).

La acepción madre aparece inexorablemente en las tres opciones. Por tanto, ninguna unión estaría legitimada para denominarse matrimonio hasta que se hiciera efectiva la maternidad, no existiendo matrimonio si no hubiese descendencia.(Alguno hablará de "madres potenciales", pero haría el ridículo y discriminaría a toda mujer que no desee tener hijos, siendo ésta una opción legítima indiscutible). En cualquier caso, el concepto genérico-etimológico del matrimonio se aleja bastante de su definición actual (¿oficio de la madre? ¿protección? ¿fábrica de niños?), evidenciando que un MISMO concepto puede definir REALIDADES CAMBIANTES. Siga fiándose de los diccionarios, juas.

Le invito a que se lea el punto 4 del programa de las elecciones generales de C's ya que encontrará propuestas como estas y le ayudarán a situarse un poco donde está, no vaya a ser que le ocurra como al hermano de un vecino mío (el del quinto), que 4 años después de vivir en el Prat descubrió que ese río tan grande que había tras los campings y el barrio de San Cosme no se llamaba Río Llobregat, sino Mar Mediterráneo. Tras este suceso le entró un enorme complejo y la cara de bobo que se le quedó al darse cuenta de la realidad ya no se la ha podido quitar nadie.
Propuestas de C’s (Generales ’08):
-Impulsaremos la igualdad efectiva de hombres y mujeres, combatiendo cualquier discriminación por motivos de sexo u orientación sexual.
-Desplegaremos una política que corrija la discriminación ejercida contra homosexuales,
lesbianas y transexuales, ampliando la agravante penal por homofobia y velando por el
cumplimiento efectivo de las directrices europeas en la materia.

Ya que me pongo y que ésta va a ser la última vez que escriba algo en este blog, me voy a extender y reflexionaré sobre los gritos contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Recapitulemos los argumentos en contra y lo ridículos que resultan.
A) Naturalismo.- Se apoya en la estadística de lo común (natural). Irrelevante. Lo que emana de la naturaleza, es natural. Axioma. A natural se contraponen conceptos como sobrenatural, artificial, fingido, etc... Hablando de naturaleza:

Naturaleza:.2.- f. En teología, estado natural del hombre, por oposición al estado de gracia. "El bautismo nos hace pasar del estado de la naturaleza al estado de gracia". (fuente: R.A.E.). Mira tú por dónde..... los católicos NO son naturales, son "agraciados"....

B) Trinitarismo.- Dibuja un triángulo innegociable padremacho / madrehembra / descendencia. Irrelevante. Los vínculos afectivos y emocionales son los que cualifican el concepto familia y estos vínculos son de naturaleza abstracta, no sujeta a esquemas.

C Semanticismo.- Refugia su protesta en el diccionario. Irrelevante. Si la excusa es el diccionario, pronto se ampliará la definición de "matrimonio" para que se ajuste a derecho.

Fin del dilema.

Me despido para siempre de su blog. Dispongo de poco tiempo libre y esto me obliga a ser algo selectiva en mis lecturas, pero antes de abandonarlo definitivamente querría felicitarle por el magnífico post humorístico de felicitación a la reina por su cumpleaños (¿iba en broma, no?). Celebro que tenga sentido del humor y le invito a que siga poniéndolo en práctica para disfrute de los demás internautas.

Atreides dijo...

Estimada ciudadana, su comentario es bastante insolente y falto de respeto.
En cualquier caso, sigo convencido que no sabe lo que es ultraje, pues no he ultrajado al COGAM, lo he descalificado simplemente, al igual que he descalificado a la Fundación Triángulo, y me quedo tan ancho. COGAM es sectario e intolerante, lo que no es ningún ultraje. Un ultraje es calumniar al Rey o quemar fotos del Rey.

Sus enseñanzas sobre la etimología de matrimonio se las podría haber ahorrado. He estudiado Derecho y sé muy bien cómo se definía este concepto en el Derecho Romano.

Ya que el gobierno quería ser moderno, podría haber modificado directamente la denominación de las uniones civiles y dejar el matrimonio a la iglesia, por ejemplo dando un nombre genérico a todas estas uniones de dos personas.

No sé qué tiene que ver todo esto con la igualdad y las posiciones de C's al respecto. No me he pronunciado contra la igualdad, ni S.M. la reina tampoco.

Si no le gusta mi blog, sólo le digo que no tiene obligación de leerlo si lo considera una pérdida de tiempo. A mi me puede suponer una pérdida de tiempo leer y comentar sus comentarios insolentes.

Lo que ocurre a algunos sectarios de la izquierda es que son insolentes e intolerantes, y debo suponer que usted forma parte de esa izquierda sectaria por mucho que esté afiliada a C's.

No sé muy bien qué quiere decir con la historia de su vecino del quinto. ¿Tal vez trata de insultarme? En Cataluña algunos tienen problemas serios con canalizar sus frustraciones y se ponen a insultar a todos los que no coinciden con ellos.

Que tenga un buen día.

El sofista que fui dijo...

A mí me llama poderosamente la atención esta postura patrimonializadora del concepto matrimonio por parte de la religión, cuando fue muy tardíamente considerado un sacramento por parte de la iglesia católica. De hecho los primeros cristianos lo veían con recelo, no en balde la unión entre hombre y mujer estaba estrechamente relacionada con el pecado original y, por otro lado, con la concupiscencia carnal y patrimonial.

La cuestión es que ni es un concepto, ni mucho menos, estrictamente religioso ni inmutable en la historia y en la cultura. Tan sólo es la unión de dos personas con reconocimiento social y jurídico para contraer lazos de parentesco por afinidad. Tradicionalmente tenía un carácter patrimonial (y, de hecho, de ahí su nombre), pero en nuestra sociedad se basa en la religión incontestable de nuestro tiempo, el "amor".

Ahora bien, no entiendo a los católicos, siempre les quedará el sacramento libre de máculas sodomitas, total, el matrimonio civil carece de valor a los ojos de dios (y como tal nos lo hizo ver la jerarquía eclesiástica con la boda de la princesa) y en el caso de los contumaces homófobos laicos, que quede en su conciencia el desprecio que dan a los homosexuales al no querer reconocer los mismos lazos de parentesco el amor de esas personas. A mí me da igual, allá ellos, deseosos de aguantar a suegros y cuñados.

Anónimo dijo...

En el fondo da igual el nombre, pero la solución sería ponerle uno a la unión civil entre dos personas y dejar el tradicional a la unión eclesiástica, así todos quedarían contentos y no habría lugar a discusiones. En el fondo, se discute por el nombre, no por el hecho. El hecho es un derecho fundamental de libertad individual, y ningún grupo mayoritario o minoritario es dueño de los derechos individuales. Que prime la libertad sobre la limitación de derechos.

arquitectomirobenito dijo...

¿Que es lo que ha molestado de las opiniones de la Reina,el hecho de opinar o la "calidad" de su opinión?

Atreides dijo...

Josevilla77: Evidentemente, parta contestar a tu pregunta, lo que ha molestado a algunos grupos es la calidad de las opiniones de la Reina, su contenido concreto, su posicionamiento personal. Se ve también que otras cuestiones más importantes ni las han criticado (por ejemplo que le gustara Obama). Precisamente las organizaciones LGTB son las que más gritan, tal vez porque ya no pintan nada. No creo que sea asunto de estas organizaciones meterse en el tema de la forma del estado.

Anónimo dijo...

No he leído el libro -aún-, así que no puedo decir si estoy o no de acuerdo con lo dicho por la reina Sofía. Eso sí, me parece una persona inteligente, humilde y noble. Creo que es interesante conocer el pensamiento y los sentimientos de personas como ella.
Además, estoy de acuerdo con la monarquía en España. Las relaciones internacionales, son importantes; sin su rey, no estarían donde están.
S. E. u O.
:)

Gracias.