20-N: Españoles, el socialismo ha muerto. |
No por último, es de suponer, un factor decisivo ha sido la dificultad que tiene el gobierno de refinanciar la deuda del estado con la emisión y venta de nuevos bonos de estado, una práctica ya generalizada en todo el mundo occidental, pero que no se sabe muy bien cómo pudo llegar a los extremos actuales, al igual que no queda muy claro qué han hecho los gobernantes con tanto dinero.
Sea como fuere, aunque el adelanto es poco, ya que el cambio efectivo de gobierno, de ganar el PP, no se producirá hasta enero, salvo que Zapatitos quiera deshacerse de sus responsabilidades cuanto antes, al menos se podrá respirar cuatro meses antes y salvar, tal vez, algún año que otro de recuperación económica, porque cada mes que siga este gobierno de mentecatos del bolchevismo moderno supone para España un año más de recuperación económica. Un cambio verdadero, con un Partido Popular con mayoría absoluta en el Congreso, seguramente salvará España de la quiebra tantas veces anunciada.
Lo que es muy probable es que la Unión Europea habrá presionado al leonés para que no prolongara la agonía, aunque si en el peor de los casos ganara contra pronóstico el mayor mentiroso, manipulador y colaborador con ETA de los socialistas españoles, el desastre no tendrá fin y España quebrará por necesidad en el plazo de tres meses.
Curioso es que José Luis eligiera precisamente una fecha histórica para las elecciones: el 20 de noviembre, trigésimo sexto aniversario del fallecimiento del General Franco. Así muchos ya llaman a las elecciones las elecciones generalísimas, y en cierto modo son elecciones cruciales, que determinarán la marcha futura del Reino en lo político, lo económico y lo social. Al margen de que a los socialistas y la extrema izquierda en general les da mucho morbo todo lo relacionado con Franco, quizá les haya traicionado su subconciente, pues pensando que la fecha podría suponer acabar hasta con la fecha de la muerte del general, más bien podría ser la fecha de la muerte del socialismo en España. Ellos remueven el pasado hasta eligiendo la fecha de unos comicios de la importancia de las elecciones generales, y eso, ojalá, les cueste el poder para las próximas tres décadas.
Además, lo que necesitamos es una renovación de la política y de la gestión del estado, y para eso no sirve gente que lleva tres décadas en el Congreso, en gobiernos y manejando aparatos de partido. En este sentido, el PP no le lleva mucha ventaja al PSOE, pero al menos se verán muchas caras nuevas y una gestión mucho más racional y eficaz del estado, que en este momento es lo que prima sobre otras cuestiones. Después ya vendrán ocasiones para renovar la política en otros ámbitos, y eso afectará también y mucho al PP, que sufre de muchas corruptelas, por otra parte difícilmente controlables en un partido tan grande.
Para España sería un gran alivio que el 20-N se dijera en todos los medios: Españoles, el socialismo ha muerto. Espero que no sea sólo un sueño.
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