14 junio 2011

Bilderberg 2011: Nueva reunión conspirativa del gobierno fáctico mundial en Suiza

Ha tenido lugar en St. Moritz (Suiza) una reunión del núcleo del Club Bilderberg, máximo exponente visible de la conspiración política mundial para establecer un gobierno único al margen de todo sistema democrático. Los más altos dirigentes políticos, económicos y sociales del mundo deliberan entre ellos, en reuniones secretas, sobre lo que van a hacer con el mundo y cada uno de sus países.

Cada reunión del Club Bilderberg tiene consecuencias graves, como hace dos años en Grecia, donde se decidió que Grecia iba a irse a pique por no cumplir las previsiones que el Club tenía hechas para el progreso de la moneda única europea (Euro) y la Unión Europea - más o menos eso, porque el Euro y la Unión Europea, que en origen eran ideas buenas y útiles, están en manos de los Bilderberg y sus estructuras paralelas, no de los ciudadanos europeos, y a la vista está que Bruselas funciona al margen del Parlamento Europeo y de los parlamentos nacionales, cuyos dirigentes se nombran a dedo en virtud de acuerdos que sólo se entienden sabiendo que detrás de todo está ese Club y todo el conglomerado que lo sustenta: CFR (Council for Foreign Affairs, superior al Club Bilderberg), Trilateral (organización complementaria para incluir a Asia, Oceanía, África...), Illuminati (organización más antigua, cuyos miembros en parte están mezclados con la estructura Bilderberg).

Curioso detalle de esta reunión en Suiza es que están dirigentes de Google, Facebook y Microsoft, lo que debería preocuparnos a todos, dado que estas empresas manejan redes sociales con muchísimos datos personales, opiniones, información de todo tipo.

Como informa uno de los máximos expertos en la materia del Club Bilderberg, Daniel Estulin, esta reunión de Suiza es significativa por el reducido número de participantes, ya que ahora se toman decisiones claves porque en lo económico las cosas no marchan como quieren, más que nada por el endeudamiento de las economías nacionales, aunque en el fondo ello contribuye a la consecución de los objetivos a largo plazo del Club: creación de miseria, esclavización de la población mundial, provocación de epidemias para reducir la población mundial, concentración del poder económico para que al final una sola empresa mundial controle consumo, ventas, gustos, comportamientos, empleo, etc.

Los "indignados" de las plazas españolas, jóvenes no informados sobre la realidad política del mundo, desconocen estos entramados y piensan o deben pensar, ignorantes ellos, que con asambleas populares claramente minoritarias, ilegales e ilegítimas en cuanto a su poder de decisión, se pueden cambiar las cosas en el mundo, sin participar en elecciones ni estar en las instituciones. ¿Por qué no protestan contra estos hombres influyentes que deciden por todos sin tener en cuenta lo que quieren todos? La democracia no existe y se finge su existencia con elecciones cada cuatro años. Y tampoco es que estas elecciones las usen los votantes para cambiar las cosas, aunque casi todo el mundo coincide que la política actual es repugnante y no interesa. Eso sí: olvidan que interesa a unos pocos, como los del Club Bilderberg, porque la política es importante para nuestras vidas, y más importante es quiénes la controlan. Por ahora la controlan ellos, algo que no cambiará con votos de protesta tipo voto en blanco o voto nulo. A los Bilderberg les debe dar risas esa protesta inútil contra el sistema, porque el sistema son ellos mientras se siga pensando que con eso de inutilizar los votos se cambia algo.

Aquí algunas grabaciones sobre el nuevo encuentro de los Bilderberg en Suiza. Las reuniones secretas y conspirativas entre miembros de los gobiernos son a todas luces ilegales, porque son constitutivas de alta traición. ¿Qué tienen que decir al respecto los tribunales constitucionales? ¿Y los indignados? Ni siquiera actúan por infringir la Ley Logan de EE.UU., que prohíbe estas reuniones a sus gobernantes. Pero no olvidemos: La Reserva Federal es de ellos, no del estado americano, al igual que controlan el FMI, el Banco Mundial e instituciones similares.




Lista de participantes









Enlaces de interés:
Awakening Time (está en español)

03 junio 2011

Democracia Real Ya - ¿Una farsa o una comparsa?

Si algo ha quedado claro el 22 de mayo de 2011 es que las masas de votantes no quieren más democracia ni más transparencia ni más participación ciudadana, sino sólo y exclusivamente pan y juegos. A las masas, tan manipulables como mal informadas -porque no quieren estar informadas- les da igual que sigan gobernando los partidos más grandes y más corruptos.

El 22 de mayo no se trataba de mejorar la democracia. Lo que tenía prioridad para las masas era tener trabajo, buenos ingresos y un futuro cómodo -lo que en sí no es nada despreciable, sino deseable para todos-, pero, lamentablemente, por ello sacrifican el sistema democrático, cuando en realidad podrían conseguir mucho más que eso.

También ha quedado patente que cuanta más información esté disponible, menos se informa la gente en general. Y aunque hoy en día sea fácil organizarse a través de la red, la realidad es que la gran mayoría no se organiza, aunque sí se queja de todo: de lo mal que funciona la administración pública, de lo corruptos que son los políticos, de lo poco que importamos a los políticos que gobiernan y lo hartos que están todos de la política.

Un lema tan curioso como dudoso
El movimiento de 15 de mayo, promovido en parte por Democracia Real Ya, un conglomerado de asociaciones e iniciativas de carácter ciudadano, que promueve más democracia real, se ha hecho notorio por tomar las plazas principales del país y del extranjero para que tuvieran más eco sus reivindicaciones. Eso en sí es algo bueno, pero deja también unas cuantas dudas.

Por una parte, por lo que se ha podido ver en las noticias, detrás de Democracia Real Ya están incluso grupos que en la práctica son antidemocráticos, antisistema y de izquierda extrema. Pero la democracia no es en absoluto dominio exclusivo de la izquierda, más bien todo lo contrario. La izquierda tipo IU que hay detrás de muchas de las organizaciones que forman este movimiento, quiere una democracia según sus criterios, no según los criterios de la mayoría, cuando en la democracia lo que se impone es el criterio de la mayoría, aunque puede estar muy equivocado.

Más sorprendente es que este movimiento, que aboga por más democracia real, no haya hecho nada para estar en las elecciones del 22 de mayo ni haya apoyado a partidos que defienden claramente sus postulados, al menos los más importantes, lo que dice mucho de sus verdaderas intenciones.

Y si un movimiento de reivindicaciones políticas no participa en el sistema democrático actual, no podrá mover ni cambiar nada, ya que desde la calle no se puede hacer nada que legitimaría intervenir en la política actual de forma activa, más allá de los cauces reglamentarios. Por mucha gente que se reúna en la calle, la democracia no se ejerce desde allí, sino en las urnas, por medio de iniciativas populares y estando en las instituciones que gobiernan municipios, autonomías y estado.


Está claro que existe un sector amplio de la sociedad que está descontento con lo que hay, pero son en proporción muy pocos los que quieren contribuir activamente a que la situación cambie. Y finalmente, el movimiento que, de seguro, lo han iniciado muchas personas bien intencionadas, es monopolizado y controlado por grupos de extrema izquierda, que suelen ser los mejor organizados, los que mejor dominan el materialismo dialéctico y que dejan en un segundo plano a todos aquellos que creen en su protesta.

Los poderes reales han dejado que la ocupación de la Puerta de Sol y otros lugares haya proseguido, lo que por una parte perjudicó a los comerciantes de la zona, pero que por otra ha contribuido a desinflar todo el movimiento. Cuando no hay palos, no hay mártires, y la revolución se hace imposible por falta de enfrentamientos. Éstos tampoco son el camino, como se ha visto en las rebeliones manipuladas en el norte de África, que no eran tales en realidad, y aquí no tenían sentido alguno en medio de una campaña electoral que dio un resultado que tenía que echar abajo toda aspiración de cambio de los grupos minoritarios que representa Democracia Real Ya.
Del mismo modo, quedó en agua de borrajas aquello que se anunció grandilocuentemente como "Tea Party" español, en lo que participaron tanto el Club Liberal Español como otros grupos, de los que unos cuantos, en el fondo, quieren lo que algunos otros pretenden hacen con las plazas ocupadas en las ciudades: cambiar por la fuerza un sistema de democracia representativa por uno de democracia ficticiamente asamblearia (por soviética). Y eso echa atrás a muchos con ideas buenas, como pueden ser el Club Liberal, el Partido de las Libertades Individuales o cualquier otra organización con planteamientos verdaderamente democráticos. La democracia es algo muy complejo y difícil de organizar, pero mucho más fácilmente manipulable por unos y otros grupos, con o sin poder real, pero capaces de dominar y de dirigir las protestas y sus resultados. Por eso no tengo muy claro si este movimiento es una farsa o si ha sido convertido en comparsa para hacer el paripé de una protesta que en realidad nunca se materializará, porque sus promotores no creen realmente en el cambio, mientras que los votantes no se atreven a ponerlo en práctica aún cuando dispongan de ofertas electorales aceptables.


01 junio 2011

España, los pepinos y lo que importamos a Europa

Cornelia Prüfer-Storcks, Senadora (consejera) de Sanidad del estado federado alemán de la Ciudad Libre y Hanseática de Hamburgo, socialista, causante del revuelo en relación con los pepinos españoles, y no la canciller federal Merkel, que se ha visto salpicada por el marrón fabricado por los socialistas de Hamburgo.

La polémica de los pepinos es tan absurda como ilustrativa de lo que es España desde que gobierna el Partido Socialista. España, eso está claro desde hace tiempo, importa tres pepinos a Europa.
Además, la imagen de España como país serio queda dañada desde que nuestro reino está gobernado por un iluminado y un equipo de diletantes, que nunca están a la altura de las circunstancoas, porque siempre están más preocupados por sus tejemanjes del poder, el mantenerse en el poder a cualquier precio y por tratar de cambiar la sociedad para adaptarla a sus ilusiones fantásticas del socialismo fabiano.

Pero en todos los países cuecen habas. Alemania, y con ella Europa, también actúa con diletantismo. El reciente ejemplo de los pepinos es muy ilustrativo de cómo no se debe actuar y que un país que presume de puntero y organizado lanza mensajes erróneos sobre el origen de una epidemia tan rara como difícil de delimitar en cuanto a su origen.

En Alemania suele ser bastante habitual que nada más ocurrir un desastre de cualquier tipo, a los cinco minutos los sabelotodos ya saben a ciencia cierta la causa del mismo, sin disponer de datos fehacientes sobre su origen ni sobre sus consecuencias.

Pepinos a precio de saldo en Alemania
Así fue hace algo más de un año cuando entró en erupción el volcán islandés de nombre impronunciable, que produjo una nube de cenizas volcánicas que no fue ni de lejos lo que advertían las autoridades europeas, porque todo se basaba en suposiciones a partir de una simulación por ordenador hecha en Gran Bretaña, sin ninguna prueba real. Claro está que en las inmediaciones de Islandia las cenizas sí había que tomarse en serio, pero más allá de un radio razonable no tenía la misma gravedad. Pero especialmente en Alemania, donde existe un instituto de investigacón con un avión especial para mediciones, a nadie se le ocurrió enviar a éste de inmediato a surcar los cielos para recoger muestras y medir la densidad de la ceniza, y tardaron más de una semana en preparar dicho avión. Mientras tanto, las grandes compañías aéreas, incrédulas ante tanta inutilidad del gobierno para tomar medidas razonables, hacían sus propias mediciones antes de que el patético catedrático en cuestión pudiera dar un informe, que fue igualmente lamentable que toda la actuación del gobierno. Al final resultó que las cenizas no eran tan peligrosas, pero las simulaciones bastaron para causar pérdidas multimillonarias a todo el mundo.

Lo de los pepinos es simplemente un diletantismo más de los políticos europeos, y no es para llamar nazis a los alemanes. ¿Qué tiene que ver el ser nazi con lanzar alarmas infundadas? ¿Son nazis los españoles por actuar sin ton ni son en otras cuestiones? 

Lanzar una alarma general sin datos reales, sobre la base de simples suposiciones, no tiene que ver con un régimen totalitario de la izquierda nacionalista alemana. Sólo es expresión de la incapacidad de actuar con sentido común y profesionalidad, algo de que carece la UE en general y el gobierno español en particular.

Es un problema más de la globalización, que ha llevado al descontrol. La trazabilidad se hace irrisoria, pues por mucho código de barras y controles sanitarios, los políticos actúan siguiendo suposiciones y simulaciones. El mundo virtual no es el mundo real. 

También resulta del todo inverosimil culpar a todo un sector agrícola de una epidemia. Supongamos que de verdad hubiera sido un productor que utilizara heces vacunas para fertilizar su campo de pepinos. La contaminación se tendría que limitar a un lote de pepinos procedentes de este campo de cultivo. Incluso culparon a los pepinos ecológicos españoles de tal suceso, con lo cual la contaminación estaría aún más limitada. ¿Cómo se explica, entonces, que fueran consumidores de toda una región entre el norte de Alemania, Holanda y Escandinavia los afectados? ¿Cuántos pepinos ecológicos de un cultivo se pueden repartir en una región tan extensa? Pero luego se dieron cuenta que no eran los pepinos los causantes de la enfermedad infecciosa, ya que muchos de los enfermos no habían consumido pepinos.

Los daños y perjuicios no se limitan a los productos españoles de pepinos. Todo el sector hortofrutícola en Alemania se ve afectado, ya que por el pánico la gente no compra verduras ni españolas ni alemanas. Tanto más reprobable es la actuación de los gobiernos hamburguense y alemán, pero también la del gobierno español, porque ha estado en otras cosas mientras ocurría esto en Alemania.

Lo que pasa es que a los alemanes España les importa tres pepinos. De hecho, las noticias de España en la prensa alemana están relegadas, generalmente, a tercer nivel, incluso las elecciones municipales y autonómicas de hace diez días. Y algo de culpa en ello tiene el propio gobierno español, al que nadie en el mundo toma ya en serio.