Daniel Estulin ha vendido millones de ejemplares de libros advirtiendo del peligro que supone el Grupo Bilderberg: La verdadera historia del Club Bilderberg (2005), Los secretos del Club Bilderberg (2006), Los señores de las sombras (2007) y La historia definitiva del Club Bilderberg (2008). Ahora acaba de publicar una novela: Octopus.
Uno podría pensar que costaría mucho encontrar a un experto en conspiraciones (y ésa es una definición que Estulin rechazará a lo largo de su conversación con nosotros), pero ha sido sorprendentemente fácil: un correo electrónico, rápidamente contestado con otro en el que se nos dejaba un teléfono de contacto, un rápido intercambio de mails y la petición de que le llamemos a una hora aproximada… no antes, porque antes, el mismo día, tenía ya concertada una entrevista en Coast to Coast AM, uno de los programas de radio especializados en temas paranormales de mayor audiencia del mundo. Escuchado en EEUU a través de 500 emisoras y con un promedio de 30 millones de oyentes. Al principio pensamos que es el entusiasmo ante la prensa que tiene todo autor recién publicado, pero pronto vimos que era un entusiasmo legítimo. El autor ruso no mencionó nada más que de pasada su última novela para concentrarse a lo largo de la misma en los Bilderberg.
Le llamamos y hablamos. Aun así, ¿podemos hablar de entrevista? No en el sentido clásico del término, no para referirnos a unas respuestas ajustadas a un cuestionario más o menos rígido. A Daniel Estulin no sólo no le molesta hablar con los periodistas sino que además lo hace con tanto entusiasmo y de una forma tan rápida que no siempre es fácil seguirlo. Y no porque su español no sea perfecto, que lo es, sino porque tiene tantas cosas que decir y tantos deseos de compartirlas que a veces nos abruma con sus datos. No es que no quiera contestar nuestras preguntas sino que a veces sus respuestas nos llevan más allá de lo que esperamos, y en vez de tratar de arrancarle las palabras, como suele suceder, nos vemos enterrados por las mismas. Podemos citarlo pero la mayor parte de las veces nos vemos limitados a parafrasearlo.
“Llevo años casado con una sevillana”, nos explica, antes de corregirse él mismo. “Con una trianera…” Su español carece del acento que los filmes adjudican a los rusos y está plagado de coloquialismos curiosamente bien empleados. ¿De dónde sale Daniel Estulin? “Puedes decir que soy un ex espía”, nos dice al final de una larga parrafada en que nos habla de su experiencia en África, recorriendo el Congo, Darfur y otros países, en los años noventa, investigando el tráfico de diamantes “con una cámara en una mano y una (pistola ametralladora) Mac10 en la otra”. Estaba allí investigando tramas terroristas y como la CIA y Hezbollah competían por controlar el comercio de los diamantes de sangre, como medio para financiar sus campañas terroristas. Estulin no niega su relación con el contraespionaje militar de su país. No tiene nada de qué avergonzarse. “He trabajado para el contraespionaje militar”. Es, además, una relación que le viene de familia: “Mi abuelo fue coronel de la KGB, en el contraespionaje militar, mis padres fueron disidentes que combatieron por la libertad de expresión y fueron expulsados de la Unión Soviética”. Suponemos que de unos antecedentes tan conflictivos nació este Estulin, libertario dispuesto a hablar claro y hombre lleno de sospechas que sabe que el mundo no es tal y como se lo presentan.
¿Pero en qué momento comenzó a interesarse por el Grupo Bilderberg? “Fue en los años noventa, a principios de los noventa… un amigo de mi abuelo me habló de ellos pero no estaba ni siquiera seguro del nombre. Me explicó cómo las sociedades secretas dominan el mundo.” Fue poco después de eso cuando Estulin concluyó que el próximo plan de los Bilderberg era dividir Canadá en dos, un Québec independiente franco parlante y una zona angloparlante anexada a los Estados Unidos. Estulin lanzó entonces una campaña de artículos que frustraron ese plan: “Puede decirse que yo he salvado el Canadá”.
Canadá todavía existe, pero la Rusia en que él nació está partida en numerosas repúblicas. Incluso aquellas de mayoría cultural y étnica rusa están divididas entre sí. Estulin lo tiene claro. Eso se debe a que Rusia y China, sobre todo Rusia, gracias a su gran capacidad militar, son las únicas que pueden oponerse al avance de esas sociedades secretas. “China son muchos millones pero pueden ser aplastados fácilmente… pero Rusia es un gigante”. Un gigante tecnológico contra el que Occidente y las sociedades secretas han lanzado una campaña, “La operación Barbarrossa II. La primera Operación Barbarrossa fue la lanzada por Hitler durante la II Guerra Mundial”. Ésa es una de las tesis de su último libro de ensayo, Shadow Masters, recién aparecido en Estados Unidos.
Pero volviendo a los Bilderberg. “En 2004 el director de la revista Época, que era católico y del Opus, andaba buscando información sobre los masones y alguien le dijo que yo era uno de los mejores expertos del mundo en el Grupo Bilderberg… Él no había oído hablar de ese grupo hasta que yo hice un artículo, que salió en portada.” Después del artículo salió el libro. “Al principio dudaron en publicarme… le dijeron a mi editor que el noventa por ciento de lo que yo contaba en el libro podía ser demandado, pero Lara dijo que se publicase y lanzaron una edición original de 4.000 ejemplares… ya se han vendido millones en todo el mundo…”
La visión de Estulin sobre que son los Bilderberg no coincide con la oficial. No se trata de una organización creada en los años cincuenta, sino de una expresión de la “Nobleza negra veneciana” que ha gobernado en secreto Europa desde hace siglos y a la que pertenecerían tanto la reina de España como la de Inglaterra. Todos esos nobles descienden de la Casa de Azol, del Marqués de Este. En esta visión de los Bilderberg, los comparsas son los oligarcas y grandes empresarios y los elementos realmente activos y de peso los viejos aristócratas y las monarquías, sobre todo la inglesa, enriquecida gracias al tráfico de drogas. Le mencionamos a Georges Soros, el gran banquero internacional al que todo el mundo señala como apoyo financiero de la Revolución Naranja en Ucrania y recibimos la respuesta de que es “un gilipollas al que usan”.
¿Cuál es el objetivo de los Bilderberg? “Destruir la economia mundial” es la respuesta clara del autor, que nos explica que el objetivo de los Bilderberg es mantener al mundo pobre e ignorante, y su enemigo natural el estado-nación. “El estado nación es la institución más importante de la historia del pensamiento mundial. A partir de su creación por Luis X de Francia, los pueblos han sido más numerosos, más libres…”
Estulin no se niega a contestar a ninguna pregunta y no pierde nunca la calma, incluso cuando le comunicamos que no creemos en muchas de sus tesis. “Te aseguro que te puedo convencer”, fue una de las pocas cosas que nos dijo por escrito en uno de sus correos. Tampoco tiene miedo a contradecirnos y puntualizar, como cuando le preguntamos si como teórico de la conspiración no se ha sentido marginado por la prensa o las grandes editoriales. “Yo no soy un freaky de las teorías conspirativas… yo soy un periodista e investigador serio que sólo publica lo que sabe que es cierto… mira a ver cuántas demandas me han puesto. A Jiménez Losantos lo demandan todo el tiempo, a mí nunca”.
¿Estará Estulin en Sitges durante la reunión de los Bildelberg? Probablemente sí, pero antes hablará en el Parlamento Europeo sobre ese tema: “El 1 de junio doy un discurso sobre los Bilderberg en el Parlamento Europeo con Mario Borghezio (Liga del Norte) y Nigel Farage (United Kingdom Independence Party). Soy la primera persona en el mundo que lo he conseguido. El tema: Bilderberg: Hacia la Empresa Mundial SA.”
Publicado en el Magazine de Factual
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