Al final ganó Obama. Salió vencedor el candidato apoyado masivamente en Europa y por los medios de comunicación. Con ello ganó también la democracia, pues si hay algo que destaca en Estados Unidos, es la mentalidad democrática y la aceptación de los resultados finales por parte de los perdedores, pues el discurso final de McCain fue toda una muestra de demócrata y de educación.
Lo interesante va a ser saber qué hará ahora Obama. A juzgar por los resultados de los diferentes plebiscitos celebrados en varios estados sobre asuntos como el matrimonio gay, y a pesar de que Obama sacara mayoría en estos estados, sus votantes en gran parte no se decantaban por las propuestas "progresistas", sino por las que limitan derechos a algunas personas.
En política exterior, Obama seguirá, seguramente, aplicando lo que EE.UU. siempre ha practicado. Es más, a juzgar por su discurso en Berlín y su manera de comportarse durante sus visitas preelectorales (entre otras, llegando tarde a todas las citas, por lo que no le recibió la canciller Merkel), su forma de pensar es la de potencia vencedora, potencia dominante, y se mostrará poco receptivo para las particularidades europeas.
Donde probablemente habrá cambios sustanciales es en la política nacional. Es urgente que EE.UU. establezca un sistema de seguridad social para evitar situaciones de precariedad y de desatención sanitaria, una política medioambiental para mejorar las zonas deterioradas en las que la población ve perjudicada su salud, así como una política infraestructural para modernizar el país.
Lo que no ocurrirá es, sin duda, que vaya a hacer lo que la izquierda progre europea se imagina representa Obama. El nuevo presidente de EE.UU. no es ningún progre y no ha dado muestras de tener ideas en este sentido. Adopta una simbología típicamente estadounidense (familia, bandera) y deja bastante incógnitas sobre sus actuaciones próximas, ya que en sus discursos suele usar palabrería hueca en lugar de decir lo que va a hacer.
Una cosa me parece segura: Su estilo de gobernar se diferenciará bastante de sus antecesores inmediatos y supondrá un cambio cualitativo después de estos ocho años de estancamiento de Bush. No sé si será aire fresco lo que soplará, pero desde luego un aire diferente. Habrá que esperar los resultados. No lo tendrá fácil, Obama está ante retos muy grandes y debe rodearse de un equipo de personas muy preparadas y con ideas nuevas, algo que empiezo a dudar al saber que recurre a personas de la era Clinton y hasta de Carter. Tal vez sea sólo una marioneta del Club Bilderberg.
Para España el único cambio será que se podrá empezar de nuevo para construir unas relaciones bilaterales más fructíferas, sólo que cuando Obama se encuentre con Zapatero puede que el primero cambie de opinión sobre si estrechar las relaciones con España o no.
2 comentarios:
Tengo la impresión de que va a ser un Carter.
Leyendo el libro sobre el Club Bilderberg, me da que Obama es uno de este club. Eso explicaría muchas cosas, entre otras que realmente no se define y que no es un hombre hecho por sí mismo, sino producto de las altas esferas.
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