Si algún votante del PSOE aún no tiene claro que votó a un fraude bien organizado tanto en 2004 como en 2008 tiene que ser un necio.
La mejor demostración de la falsedad e hipocresía de los socialistas es la participación de España en una guerra de agresión en Libia.
Muamar Gadafi siempre ha sido uno de estos ídolos de todo socialista bolchevique que se precia, al igual que Fidel Castro, José Stalin o Hugo Chávez. Todos seguían el rollo estrambótico del dictador libio cuando venía de visita con su enorme tienda de campaña en la que se alojaba, y todos aceptaban más bien que mal que les impusiera nuevas condiciones para el suministro de petróleo y gas.
¿Quién es más hijoputa? |
Pero de repente, tras las protestas y revueltas en los países del norte de África, organizadas -presumiblemente- tanto por los Hermanos Musulmanes como por fuerzas extranjeras, a todos les ha dado por salvbar los "derechos humanos" en Libia ante las reacciones violentas del dictador Gadafi. Se justifican diciendo que Gadafi bombardea indiscriminadamente a poblaciones libias, mientras se dedican a bombardear sin ton ni son desde el mar y el aire posiciones libias sin saber si podrían dar a población civil ajena a la contienda.
Pero hay que salvar los suministros petrolíferos y gaseosos como sea, diría Zapatero, y para eso todo vale. Para algo hicieron ese Tratado de Lisboa, a imagen y semejanza del fracasado Tratado para una Constitución Europea, que permite la intervención de la UE en terceros países si es para defender los intereses de Europa - y uno de esos intereses es el suministro de combustibles fósiles.
La situación de ahora es la misma que en 2003, cuando Aznar se hizo la foto en las Azores para ir a la guerracontra Iraq junto a Bush y Blair. Las razones son las mismas: Petróleo y gas. Los modos son los mismos: resolución de la ONU - sólo que ahora hay emnos apoyo onuesco que entonces. Lo que cambia es que no hay mucha coordinación. La OTAN está en desacuerdo, pero todos los países de la OTAN bombardean Libia, incluida Bélica, que no tiene gobierno desde hace más de un año. Los señores políticos belgas no son capaces de formar gobierno debido a su desaguisado nacionalista con los flamencos, pero para hacer la guerra no hay problemas.
Titiriteros amantes de la paz ¿dónde estáis? |
En Alemania el submarino sivétivo Merkel está en descauredo con su ministro de asuntos exteriores liberal Westerwelle. La primera sigue bailando el tango con su pueblo diciendo sí un día y no el siguiente, mientras el liberal lucha por salvar la imagen dañada de su partido a causa de sus propios tangos de conveniencia. Pero al final el apoyo a la guerra ilegal en Libia se limita a poner las bases militares, que de todos modos tiene que poner en virtud o a pesar de la reunificación parcial del país que le devolvió en apariencia su soberanía. Es lo que tiene ser gobernado por antiguos miembros de la nomenclatura comunista y por traidores a la patria.
La guerra es ilegal -para usar la terminología bolchevique de 2004- porque se ataca a un país soberano para resolver un problema interno que no gusta a las grandes potencias. Ante los problemas económicos y sociales de envergadura, los políticos europeos y norteamericanos no tienen mejor ocurrencia que involucrarse en un conflicto en el que pintan bastante poco. Además, carecen de legitimidad real para llevar a cabo ataques militares a un país árabe.
No existe diferencia con la guerra de Iraq, porque la situación es la misma: Un dictador debilitado y estrambótico -y por tanto fácil de vencer- no es capaz de controlar la situación en su país. Una ola más que sospechosa de protestas en varios países con regímenes políticos bastante diferentes entre sí y problemáticas internas igualmente diferentes desestabiliza a sus gobiernos. Los gobiernos de Occidente toman posiciones y derrocan a los que les resultan incómodos. Así cayeron Mubarak y el dictador socialista tunecino. Ahora le toca el turbno a Gadafi.
El Ministro Bombilla de Mercurio y los titiriteros |
¿Qué pinta en todo este circo España? Tal vez la participación española se deba a que Zapatero es payaso de profesión y tiene que estar en todos los circos que se organizan. Tal vez Zapatero se haya olvidado de sus argumentos de guerra ilegal de 2004 y se haya dado cuenta que sube bastante el ego convertirse en señor guerrero junto a las grandes potencias mundiales. Debe ser una especie de afrodisíaco para los políticos de poca monta y mucha locura unirse a guerras. desde los despachos es cómodo hacer la guerra, a los máximos responsables no les pasará nada.
Mientras, Japón no sabe cómo luchar contra la contaminación nuclear a cuyo lado los destrozos causados por el tsunami parecen poca cosa. En Europa sólo preocupa Libia. Eso de hacer la guerra es muy divertido. Antaño los grandes señores se ponían en una colina para ver cómo se aniquilaban sus bravos (y estúpidos) soldados en un campo bien delimitado, como si aquello fuera una tabla de ajedrez. Y hoy lo hacen igual, sólo que lo ven todo por televisión y desde sus despachos.
¿Dónde están los titiriteros del no a la guerra? Poco les preocupa que la gente sucumba bajo las bombas. Nunca les ha preocupado. Ni en 2004 ni ahora. Son unos vendidos que participan en el circo político según quien les pague. Ahora no dicen nada, por si acaso.
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