19 agosto 2010

Melilla, Ceuta y la cobardía de los necios

Mapas de Ceuta y Melilla
Otra vez Marruecos empieza a incordiar. Marruecos es el enemigo número uno de España y siempre lo será. Igual que los musulmanes son los enemigos principales de Europa, la Europa de raíces cristianas y cultura avanzada. Marruecos siempre incordiará mientras que en España no haya un gobierno valiente y decidido para hacer frente a las embestidas musulmanas lideradas por Marruecos y su monarca decadente.

Desde la Marcha Verde, Melilla, Ceuta, las Islas Chafarinas, el Peñón de Alhucemas, el Peñón de Vélez de la Gomera y el Peñón de Perejil viven en una situación políticamente precaria. Ni S.M. el Rey, que tardó 33 años en visitar oficialmente Ceuta y Melilla, ni los gobiernos sucesivos de España han sabido parar los pies a Marruecos y reafirmar con contundencia y decisión la españolidad de las posesiones españolas en la costa norte de África y que forma parte de España desde hace más de 500 años, Ceuta incluso más si nos remontamos a la época de los reyes visigodos.

Peñón de Alhucemas
Es inconcebible que España tenga que tener en cuenta a los hipersensibles árabes de Marruecos cuando se trata de hacer algo con carácter oficial en cualquiera de estas plazas. Y cada vez que se plantea algún acto, alguna visita oficial, Marruecos se pone a insultar, a entrometerse en los asuntos interiores de España y a organizar nuevas acciones por el lado marroquí, camufladas de iniciativas populares, para desestabilizar la frontera y difamar a España, todo ello a pesar de que Ceuta y Melilla dan indirectamente trabajo a al menos un par de millones de marroquíes que viven del comercio con dichas ciudades. En cambio, Marruecos nunca se pregunta si podría ofender a sus vecinos europeos. Es la autosuficiencia musulmana, el creerse superiores a todos los demás a los que consideran infieles por no someterse a su aborrecible escala de valores que desprecian al hombre, a los derechos humanos y al progreso social y tecnológico, a la libertad y a la separación entre estado y religión.

Peñón de Perejil
La visita de SS.MM. los Reyes el 6 de noviembre de 2007 a Ceuta y Melilla se había retrasado desde su primer anuncio en 1992, es decir, 15 años, por puro miedo a que pudiera molstar al rey alauita. Quince años de tembleque en la Casa de S.M. el Rey por si la visita oficial a tierras españolas pudiera ofender al rey musulmán enemigo número uno de España.

Tampoco el gobierno popular de Aznar fue tan valiente como quiere hacernos creer ahora el mismo Aznar con su visita relámpago a Melilla. Eso sí, supo dar respuesta a la ocupación marroquí del Peñón de Perejil, el úncio que no cuenta con un fuerte español para proteger el país - antaño contra piratas, hoy contra pateras de inmigrantes ilegales, que entre otros puntos usan la zona de Perejil para embarcarse hacia Europa.
Peñón de Vélez de la Gomera
Es posible que no sea todo tal como lo pintan los del PP. De hecho, el PP de Ceuta y Melilla es también culpable de no haber sabido manejar adecuadamente la situación durante los últimos 20 años. Concretamente, no fue capaz de organizar con el gobierno Aznar la visita oficial de SS.MM. los Reyes a Ceuta y Melilla y, lo que también sería necesario, a los peñones y las islas. En realidad, los gobiernos de Melilla y Ceuta han permitido también que se deteriorara la situación paulatinamente.

Islas Chafarinas
Ahora hay unos activistas que tienen el beneplácito de Rabat para hacer lo que hacen. ¿Cómo es posible que la policía marroquí permita tales atropellos? Al fin y al cabo, perjudican en primer lugar a los suyos tanto en Marruecos como en Melilla, es decir, los comerciantes. Pero eso, como se puede observar constantemente, es algo que les resbala a los fanáticos del Islam, prefieren vivir en la miseria con tal de extender la dictadura islamista por el mundo.

SS.MM. los Reyes en Melilla en 2007
Luego está la política demográfica de los musulmanes inmigrantes. Es un hecho que se intenta obtener la mayoría de población mediante un crecimiento desorbitado de la población musulmana en ambas ciudades para poner España ante los hechos y dar el golpe final para anexionar las ciudades a Marruecos, para lo cual hay tan poca base histórica como para la independencia de Cataluña. En un sitio es con medidas demográficas, en el otro con una política lingüística, tampoco tan ausente en Ceuta y Melilla, ya que cuanto mayor sea la población árabe, más aumenta la presión para que el árabe sea lengua cooficial. Se hace naciónpor medio de la lengua y -también- por medio de los vientres. Y no olvidemos que cuando la población musulmana alcanza más del 5% de la población total, empieza a reivindicar "derechos" como él de la lengua cooficial y otros que permiten infiltrarse en instituciones y estructuras del territorio invadido. Con ambas políticas se crea un sentimiento nacional identitario para crear una situación de hecho irreversible.

El PSOE nunca ha defendido la españolidad de Ceuta y Melilla y de los peñones, siempre ha trabajado a favor de Marruecos y los demás enemigos de la indisoluble unidad nacional con una política ambígüa y cobarde. La debilidad actual de España se debe a un gobierno de ineptos y necios que no creen en su país y hacen todo lo posible por hundirlo en la miseria. Es algo que los socialistas practican en toda Europa, en cada país en otro contexto, pero con el mismo objetivo.

Melilla: ¿Integración o desintegración?
Lo que le pasa al PP es que, como dice Alberta Rivera, el presidente y diputado catalán de Ciudadanos (C's), actúa a toro pasado. Cuando en el PP se dan cuenta que se han quedado dormidos, empiezan a gruñir un poco y a meterse con el PSOE, con algún espectaculillo mediático para llamar la atención, pero los hechos de su gestión son otros. El enemigo sólo te respeta si le plantas cara, y así hay que hacerlo con Marruecos, como hay que hacerlo con los nacionalistas separatistas catalanes, vascos y gallegos. Y lo más triste es que Ceuta y Melilla sólo salen en la prensa cuando pasa algo negativo, como ahora o como cuando informan que no podían abastecer al Peñón de Alhucemas porque el rey Mohamed VI tenía un yate anclado en la bahía, y con tal de no molestar a Su Majestad Islámica, el gobierno español cumplió su orden de no pasar con el helicópetro por encima de su real cabeza. Es decir, Zapatero sigue órdenes de potencias extranjeras. Si eso no es cobardía ¿qué es? ¿Prudencia? A veces ser prudente es de necios. Si el Peñón de Alhucemas y sus aguas son territorio español -como también lo son los otros dos peñones y las Islas Chafarinas- debe importar bien poco que el rey alauita tenga o no su yate anclado cerca. ¿Acaso él se preocupó por poder considerarse esto una provocación por parte de España?

Ceuta y Melilla, los peñones y las Islas Chafarinas siempre han sido en más de 500 años, son y deberán seguir siendo españoles. La unidad indisoluble de la nación es un precepto fundamental de nuestra Constitución de 1978. Cumplir y hacer cumplir la Constitución es un juramento de todos los gobernantes de España y del mismo Rey, por lo que todos deben cumplir con lo que juraron. Todo lo demás sería alta traición.

Mohamed VI ordena a España no abastecer al Peñón de Alhucemas

1 comentario:

emcasyr dijo...

Ya, pues el "enemigo número uno de España" es al que el rey Juan Carlos I llama "hermano"...

"hacer cumplir la Constitución es un juramento de todos los gobernantes de España y del mismo Rey, por lo que todos deben cumplir con lo que juraron."
No, el rey no juró la constitución, solamente la sancionó, como hace con cualquier ley o real decreto, por manifiestamente anticonstitucional que sea.