Según se van acercando las elecciones autonómicas en Cataluña, más se recrudece la situación politica en esta parte de España. No sólo que los nacionalistas catalanes recortan constantemente la libertad de los ciudadanos, incluso con coacciones como la imposición de multas cuantiosas, sino que aquello se parece cada vez más a la España de Felipe González de principios de los noventa, cuando el gobierno nacional estuvo más ocupado con tapar sus vergüenzas que con gestionar bien el estado.
Estos días han salido a la luz detalles sobre el famoso 3% del antiguo gobierno de Jordi Pujol, que ahora resulta que era el 4%. Esto pasa en un momento en el que Convergencia y Unión (CiU) se perfila como probable partido ganador de las próximas elecciones autonómicas, lo que hace que tengamos que temer lo peor si vuelve a gobernar, sobre todo si logra la mayoría absoluta, como quieren hacer creer los medios de comunicación afines a CiU.
El presidente de Ciudadanos (C’s) y candidato a la presidencia de la Generalitat, Albert Rivera, ha manifestado, en rueda de prensa, que el líder de CiU, Artur Mas, “debe ser el único ciudadano que no sabe qué es el 4%” y pide que “CiU explique por qué Hacienda llega a la conclusión de que se cobraban comisiones de obra pública” en referencia a las declaraciones de Mas en las que ha asegurado que en el informe de la Agencia Tributaria no hay ninguna prueba que demuestre la financiación irregular de CDC a través del Palau de la Música.
Para Rivera, “Mas, para presentarse a las elecciones sin ningún tipo de sospecha, tiene que dar explicaciones, no es suficiente que niegue la financiación, debe explicar por qué a los catalanes la obra pública les ha salido un 4% más cara”. Además, el presidente de C’s destaca que “para presentarse a unas elecciones hay que tener legitimidad política y moral, motivo por el cual este hecho tan grave debe aclararse”.
El presidente de C’s ha afirmado que “el oasis catalán, los pactos de silencio de la socioconvergencia han funcionado, pero ahora todo ello se ha roto y no por voluntad política sino gracias a la justicia y a Hacienda”. Para Albert Rivera, “en Cataluña no hay ningún aspecto diferencial con el resto de España en cuanto a la corrupción”. Y destaca que “ahora se han disparado los misiles antes de la campaña electoral, los casos Pretoria y Palau han roto la guerra fría y el intercambio de cromos que durante 30 años han mantenido CiU y PSC”.
Rivera ha señalado que “en Cataluña se necesitan gobiernos honestos, no comisionistas”. En este sentido, el presidente de C’s asegura: “Necesitamos pasar página a los últimos 30 años y hacer limpieza porque los ciudadanos se merecen representantes públicos que hagan una buena gestión del dinero público, que sirvan a los ciudadanos”.
Qué duda cabe que no sólo CiU tiene bastantes vergüenzas que esconder. Con esta coalición de partidos (CDC + UDC) es como con el PNV y cualquier otro partido que lleva o llevaba demasiado tiempo en el poder. El poder de la mayoría absoluta corrompe en casi todos los casos. Con el PSC y sus socios de gobierno será igual. Ya se sabe que el gobierno de Montilla tiene igualmente casos de corrupción.
Los ciudadanos en Cataluña deben tener claro que sólo habrá un cambio sustancial si votan a partidos que ofrecen un cambio real. Desde luego, éstos no pueden ser nacionalistas. En realidad, sólo hay uno que ofrece garantías de renovación, ya que todos los demás están podridos. Sólo Ciudadanos (C's) es un partido serio que garantizará que los grandes no se salgan con la suya.
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