El pasado jueves (18-03-2010), por invitación de los convocantes de Cuba Democracia ¡Ya!, Ciudadanos (C's) se concentró por tercera vez frente a la Embajada de Cuba en Madrid, esta vez para apoyar las Damas de Blanco, que recientemente habían sido nuevamente blanco de la represión del régimen dictatorial comunista de Cuba.
En esta ocasión, la Embajada de Cuba, con una actitud claramente desafiante y que demuestra su desprecio por el orden constitucional de libertades democráticas del Reino de España, había colocado dos altavoces para hacer imposible cualquier manifestación a sus puertas, impidiendo así, al más puro estilo castrista, el libre ejercicio del derecho a manifestarse, todo ello sin que las fuerzas del orden tomaran las medidas pertinentes, ya que la Embajada de Cuba estaba infringiendo no sólo la Constitución Española, sino también la normativa sobre ruidos.
Igual que en días anteriores, de la fachada de la Embajada, situada en una de las zonas más lujosas de Madrid, colgaba un cartel con la leyenda "Viva la Revolución", y todas sus persianas permanecían bajadas totalmente excepto la de una ventana por la que se podía apreciar una cámara de vídeo aparentemente enfocada hacia los concentrados. "Las calles de Cuba no son de Fidel (Castro), son del pueblo cubano; no podemos tolerar más esos linchamientos públicos y la promoción de la violencia", dijo a Efe Rigoberto Carceller, presidente de "Cuba Democracia Ya".
Carceller aprovechó un momento de descuido de los agentes, cruzó la calle y arrojó hacia el interior de la Embajada unos papeles de Ciudadanos con el nombre de Orlando Zapata, disidente que falleció recientemente en una huelga de hambre en Cuba. Los policías reaccionaron de inmediato y obligaron al disidente a retirarse, mientras que de la legación diplomática salieron varios hombres que recogieron los papeles, los arrugaron y los tiraron de vuelta a la calle. "No nos quedaremos con los brazos cruzados; el pueblo de Cuba se ha puesto en pie y nosotros con ellos", dijo Carceller.
Mientras tanto, los concentrados gritábamos "es la hora de gritar revolución" o "abajo la tiranía", mientras que los altavoces subían el volumen de una canción que dice "si a la vecina no le gusta como yo vivo,/ que se mude,/ que se mude/". La coordinadora de Ciudadanos de Madrid, María Victoria Longares, aseguró a Efe que "Cuba es un gran campo de concentración donde no hay libertad ni democracia; ni revolución ni marxismo. Allí -añadió- es todo mentira".
Curiosamente, el ayuntamiento había autorizado dos convocatorias, sin ningún intervalo prudencial entre ambas, una a las siete de la noche, de la plataforma "Cuba Democracia ¡Ya!", para apoyar a las Damas de Blanco habaneras, y la otra, una hora y media más tarde, convocada por el Partido Comunista de España (es decir, Izquierda Unida) para respaldar a la Revolución cubana.
Nada más abandonar nosotros, Ciudadanos y Cuba Democracia ¡Ya!, la calle donde se encuentra la Embajada, poco a poco fueron acudiendo personas que apoyan al Gobierno de Cuba, hasta unas cuarenta, que portaban banderas de Cuba y gritaban vivas "a la Cuba socialista". Uno de los concentrados, el secretario general del PCE, José Luis Centella, aseguró a Efe que su presencia obedecía al llamado de "solidaridad con Cuba", y reivindicó "la libertad de un pueblo para ser dueño de su destino".
En opinión de Centella, "hay una campaña que intenta debilitar la imagen de Cuba para que Estados Unidos pueda recuperar lo que siempre ha considerado como su patio trasero". "Consideramos que Cuba tiene derecho a seguir su camino y queremos poner las cosas en su sitio", añadió el secretario general del Partido Comunista de España, que domina en la coalición de Izquierda Unida.
Incluso uno de los manifestantes a favor del régimen dictatorial cubano, Gonzalo Ávila, aseguró que "en España se tortura por las ideas" y se preguntaba "por qué vamos (los españoles) dando lecciones de democracia por ahí". "Estamos aquí porque existe una campaña feroz (contra Cuba) por parte de los medios y de los políticos. Ante todas esas manipulaciones, uno no puede hacer otra cosa que estar aquí", dijo Ávila.
Por una parte, con este acto a favor del régimen castrista queda manifiesto que ni el PCE ni IU apoyan el orden democrático y constitucional de España y consideran que en Cuba existen más libertades que en España, y por otra parte se plantea la duda de por qué los militantes del PCE no se trasladan a vivir en Cuba para disfrutar de la libertad y el progreso que tanto elogian. También sería interesante conocer su opinión sobre la actitud de la Embajada de Cuba de torturar a los manifestantes anticastristas con una música atronadora que cesó inmediatamente al aparecer los manifestantes del PCE
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