Llama la atención la nueva campaña de una organización ateísta en Barcelona que quiere llenar los autobuses con el mensaje de que "Probablemente, Dios no existe" para animar a la gente a disfrutar de la vida como le plazca a cada uno.
Por ahora, los organizadores han conseguido bastante: Levantar una discusión sobre si procede o no permitir publicidad de este tipo en los autobuses. Y como es lógico, algunos políticos no han dudado pronunciarse, y así le dan al asunto aún más bombo que si se callasen.
Desde el punto de vista de la libertad de expresión, mientras que no se vulneren las leyes con mensajes violentos, es perfectamente legítimo defender cualquier idea, creencia o propuesta usando los medios y soportes publicitarios disponibles a cambio del pago del precio correspondiente. Pero quizás en este caso las dudas surgen de si una empresa municipal de transportes como la de Barcelona debe permitir tales campañas, ya que así adquiere la apariencia de una campaña promocionada por los poderes públicos para asentar un pensamiento contrario al mayoritario de la sociedad.
Por otra parte, hay un punto de reflexión obvio: ¿Cuál es el público al que se dirige este mensaje? Yo diría que los jóvenes, ya que las personas adultas más maduras tienen sus ideas acerca de la existencia de Dios o de otros dioses más o menos consolidadas, mientras que la juventud vive entre los vaivenes de la política educativa de los gobiernos autonómicos, los mensajes lanzados por los grupos políticos y sociales y su propia búsqueda de un camino a seguir en su vida. Por lo tanto son los más influenciables, y así el decir "disfruta de la vida" va más o menos en esa dirección, no que los mayores no disfruten la vida, pero los jóvenes tienen esa idea del disfrute y la diversión presente como algo más relevante en su vida.
Luego, las creencias son asunto de cada individuo. Si uno no cree en Dios y se considera ateo, está en su derecho. Pero si no cree en nada divino, ¿por qué tiene que hacer proselitismo? ¿Por qué tiene la necesidad de tener que convencer a los demás de la no existencia de ninguna divinidad como si fuese la única verdad? Es lo mismo que les pasa a los republicanos, que -por cierto- suelen declararse ateos, al menos aquellos republicanos que viven en la nostalgia del régimen opresor y totalitario de la segunda república española en su última etapa antes y durante la guerra civil. Los ateos y los republicanos suelen despreciar las opiniones de los creyentes y los que no comparten su visión de la forma del estado y descalificarles de carcas, reaccionarios y cosas similares.
El peligro no lo constituyen campañas de este tipo. No me parece que con ello vayan a convencer a los que creen en Dios para dejar de hacerlo. En todo caso es una campaña más para crispar los ánimos, que es lo que pretende, pues dividir a la gente sobre una cuestión aparentemente polémica fomenta la crispación, y como ya dijo Zapatero, "nos conviene que haya tensión". Es útil para desviar la atención de temas más importantes. Discutir sobre la existencia de algo o alguien que no está probada es absurdo.
Lo que en realidad parecen pretender estos ateos es crear una nueva religión. No creer en Dios se convierte en una nueva creencia, y si hace falta se adoctrina a la gente usando cualquier medio. Ellos, los ateos, se deben creer los nuevos mesías para convencernos de que hay que creer en la nada. Entonces, probablemente, alguna fe existe. Así que es mejor pasar de estos sumos sacerdotes del ateismo. No te dejes amargar la vida.
6 comentarios:
La razón por la que los ateos pueden querer convencer a los demás de que no existe Dios, es similar a la que pueden tener las religiones organizadas para tratar de "reclutar" y "evangelizar" a los demás. Pero hay una gran diferencia: El ateísmo, generalmente es una respuesta al intento (y más que intento ya que lo han conseguido) de las religiones de dominar en la arena política imponiendo sus preceptos a través del estado e inmiscuirse en la vida privada de las personas.
Cierto, las religiones no deben inmiscuirse en la vida privada de las personas. Lo curioso es que sean precisamente gobiernos de partidos supuestamente defensores del laicismo que conceden privilegios nunca vistos a una religión, que yo llamaría destructiva, como es el islam, que nos impone sus reglas a todos los europeos por sentirse constantemente ofendidos sus seguidores. Más que decir "Dios no existe", estos ateistas deberían decir "Alá no existe". Hoy en día no creo que las grandes religiones cristianas supongan algún peligro para vivir libremente, mientras que sí nos hacen la vida imposible los musulmanes con su fanatismo. ¿Por qué dicen Dios? Es un ataque contra las religiones cristianas más que contra cualquier religión mono o politeista. Para ser ecuánimes, deberían decir "Los dioses no existen".
Estoy de acuerdo con Atreides: Buda no existe, Alá no existe.
¿Quién ha orquestado este ataque a los cristianos, y no tiene "lo que hay que tener" para atacar a los otros dioses?
Está clara la intención que tienen, pero creo que si ellos piensan y quieren hacer ver a las personas que Dios no existe, yo pienso, que es la hora de los cristianos de demostrar a través de nuestra vida y nuestros actos, que DIOS SI EXISTE, y que nosotros estamos aquí para testimoniarlo con nuestra vida.
A mi particularmente me da igual que lo pongan en los autobuses o donde quieran, porque con un anuncio en un autobús, no van a convencer a la gente de lo que ellos creen, seguramente porque no han sabido captar en su vida, las gracias que Dios nos regala cada día.
Un abrazo y te felicito por el post.
El estado no debe ni de imponer una religión ni de imponer el ateísmo, que al final acaba siendo una religión y hasta una profesión. En plan: "Hola, me llamo Víctor y soy ateo".
Un saludo
Yo hago gala de un agnosticismo muy acusado, pero me parece una solemne tontería gastarse un dineral en publicidad ¿para qué?, ¿para hacer del ateísmo una religión más?... porque el objetivo de la publicidad es expandir una idea o vender un producto.
Tienen todo el derecho los ateos de hacer cuanto proselitismo consideren.
Hasta la fecha fueron los creyentes quienes invadieron todos los lugares
Se acabó la dictadura.
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